Cuando un niño empieza a dejar el pañal, marca un hito en su vida pues significa que ha crecido lo suficiente como para controlar sus esfínteres y porque se ha convertido en un niño autónomo.
Aunque no existe una edad ideal para quitar el pañal, normalmente ocurre a partir de los dos años o si empieza a dar algunas señales como:
- Muestra autonomía para realizar algunas actividades por sí mismo como vestirse y desvestirse o caminar solo.
- Le empieza a incomodar el pañal y se lo quita.
- Empieza a tener horarios regulares para defecar.
- No moja constantemente el pañal. Es una señal de que el niño puede controlar su orina.
Además, empieza la etapa en la que los padres deben enseñar a sus hijos a ir al baño. Para ello, existen dos métodos muy conocidos:
Método de la Academia Americana de Pediatría (AAP)
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, antes de mostrarle el método, es necesario que los padres o el cuidador estén seguros que el niño ya puede realizar ciertas actividades de forma autónoma como caminar, cambiarse, vestirse y desvestirse por sí mismo.
Este método consiste en regalar al niño un bacín y explicarle cómo lo utilizará. Luego, puedes hacer que el niño se siente encima (con ropa) y dejar que te vea yendo al baño. También es importante que el niño sepa que cada vez que siente ganas de miccionar, debe ir al baño ya que ahí está su bacín.
Es normal que durante el día el niño tenga control de sus esfínteres y utilice más el bacín para hacer pis. Pero, en la noche puede ser más difícil que acuda al baño. En caso aún no se acostumbre, puedes seguir colocándole pañal por un tiempo más.
Método de la Asociación Española de Pediatría (AEP)
Este método está relacionado con la imitación. Aquí debes emplear ejercicios en el que el niño pueda imitar las acciones como viéndote ir al baño o utilizar la muñecas que “toman líquido y hacen pis” para ponerlo como ejemplo.
Al igual que el método anterior, evita colocarle pañales durante el día. En su lugar, puedes empezar por ponerle un calzoncillo o calzón sueltos y enseñarle a utilizarlo al momento de ir al baño. Además, ofrécele líquidos cada 2 o 3 horas para que pueda acudir al baño más seguido y siéntalo en el bacín por 5 a 10 minutos luego de cada comida.
Es importante que seas amable y tengas paciencia, puedes elogiarlo con palabras o abrazos por cada acción que realice. Si no puede lograrlo, no te enfurezcas. Enséñale a que debe estar constantemente seco y limpio, además, cámbiale la ropa cuando sea necesario. Esta norma debe cumplirse en la casa y en la guardería.
Por la noche, si aún le cuesta controlar sus esfínteres, puedes seguir colocándole el pañal. Sin embargo, no debe durar mucho tiempo ya que podría confundir al niño.