Los bebés suelen ser los que menos disfrutan de los días de verano. Ya sea por desconocimiento o por temor, los padres, más aún quienes los que son primerizos, evitan que el pequeño pueda disfrutar de la temporada.
No obstante, estos meses llenos de luz, en los que se siente el calorcito y amanece más temprano, también puede ser aprovechado por los niños de la casa. Claro está, siempre siguiendo los protocolos de cuidado contra los rayos UV. Si tienes un bebé en casa, quédate leyendo la siguiente nota pues te daremos algunos tips para conseguir que tu hijo disfrute al máximo de esta época del año.
Natación para bebés
Desde los seis meses de edad, en promedio, es el periodo perfecto para que tu bebé pueda empezar a tomar clases de natación. Este ejercicio lo ayudará a estimular sus habilidades motoras y a reforzar su autonomía. Los expertos recomiendan que se lleve a cabo junto a un persona de su extrema confianza, como uno de sus progenitores o sea el caso, uno de sus cuidadores. De este modo los pequeños se sentirán seguros y no tendrán una reacción negativa frente a este nuevo estímulo. Antes de realizar la inscripción asegúrate que la piscina sea temperada, a fin de que tu pequeño pase frío ni se asuste.
Ponlo en contacto con la arena
Todo tipo de texturas son grandes estimulantes para un bebé, y la arena de la playa no es la excepción. Que tu pequeño gatee, juegue o ponga sus pies sobre los minúsculos granos de arena lo ayudará a estimular el sentido del tacto. Además, le permite fortalecer sus músculos y extremidades. Si vas a llevarlo a la playa, procura hacerlo en un horario que no sea entre el mediodía y las 16:00 Hrs. Ya que es el momento del día en el que la radiación UV está en su mayor intensidad. Recuerda que antes de realizar la primera visita a la playa de tu bebé, consúltalo con su pediatra de cabecera. Procura llevar todo lo necesario para que cuidar su piel y mantener su hidratación.
Una visita al parque
Las plantas, las formas de las flores, sus colores y la fauna que habita en el parque estimulan el sentido de la vista del pequeño, además, lo ayuda en su proceso de adaptación e identificación de todos los elementos que lo rodean. Además, es una oportunidad perfecta para respira aire puro y hacer un breack de la jornada diaria.