Aunque no lo creas, los pasos más simples pueden perjudicar el sabor del protagonista de tu comida de Nochebuena. Si cuidas los detalles más pequeños, podrás disfrutar sin preocupaciones de la reunión en torno a la mesa, y lucirte ante tus familiares e invitados.
Estos son los errores que no debes cometer para que mañana tu pavo quede de rechupete:
1. Hornearlo cuando aún tiene partes congeladas Descongélalo con tiempo dentro de la refrigeradora o en un recipiente grande, cubierto con agua fría. Idealmente, deberás hacerlo desde la víspera y cambiar el agua con regularidad.
2. Mantenerlo en una misma posición durante toda la cocción Es imprescindible que le des la vuelta a media cocción para que se cocine de forma pareja. Esto asegura el buen sabor del ave y además que tenga un aspecto apetitoso y una textura crocante por fuera y jugosa por dentro.
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3. Cocinarlo en exceso o retirarlo crudo A veces, incluso a los expertos les es difícil calcular el tiempo exacto de cocción del pavo. No obstante, hay un truco muy simple para esto: considera que el tiempo de cocción a temperatura media es de treinta minutos por kilo. Eso sí: en caso de que el pavo tenga relleno, este demorará más tiempo en hornearse.
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4. Quemar la piel En ocasiones, vemos que la piel del pavo ya está muy dorada, pero la carne todavía no está bien cocinada. Para evitar que la piel se queme mientras continúa en el horno, puedes protegerla cubriéndola con papel aluminio. Esto sucede sobre todo en las alas, que es lo primero que se cocina.
5. Cortar el pavo inmediatamente después de sacarlo del horno Cuando lo retiras del calor horno, todos los jugos del pavo están dentro de la carne. Déjalo reposar entre 15 y 30 minutos para que el ave guarde sus jugos.
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