A la hora de ir a la playa, uno de las dudas que siempre se nos plantea es si seremos capaces de mantener nuestra comida en buenas condiciones a pesar del calor.
Olvídate de este problema y consérvala en perfecto estado siguiendo los siete consejos que te ofrecemos a continuación:
1. Distribuye la comida en recipientes adecuados. Por ejemplo, si llevas alimentos crudos sepáralos de los cocidos.
2. Prepara la comida en la mañana y guárdala unos minutos en el congelador para que se enfríe. No olvides guardarla en bolsas y recipientes adecuados.
3. Mantén siempre la cadena de frío: guarda en un cooler los alimentos que necesiten de temperaturas frías y colócala siempre a la sombra. Procura no abrirla continuamente si quieres conservar la cadena de frío.
4. Cuida tu higiene: no estar en casa no debe ser una excusa para dejar de seguir las recomendaciones básicas de lavado de manos antes de comer o manipular alimentos. Además, no olvides lavar siempre las verduras y frutas antes de consumirlas.
5. Conserva hasta el último momento los productos cocidos en el cooler.
6. Lleva una bolsa o una canasta con algunos geles refrigerantes para mantener bebidas y alimentos frescos.
7. Elige objetos prácticos para la playa: botellas de agua, jugos en caja, galletas embolsadas o sándwiches preparados la noche anterior envueltos en papel film.