Si eres de los que cocinan de un día para otro, o guardan la comida preparada para la cena o para el día siguiente, el verano podría ser tu peor enemigo. Durante esta temporada los casos de intoxicación alimenticia aumentan significativamente, y si no aprendemos a almacenar nuestros alimentos de manera adecuada, podemos poner en riesgo nuestra salud.
El doctor Arnaldo Hurtado, médico nutriólogo de Laive, nos brinda algunos consejos para evitar la aparición de bacterias en la comida.
¿Qué hacer con la comida preparada?
- Sirve las porciones que se van a consumir y el resto colócalo en un recipiente para guardarlo en el refrigerador y consumirlo en la noche o al día siguiente.
- No guardes la comida caliente dentro del refrigerador. Espera que se enfríe.
- Saca del refrigerador solo lo que vas a consumir. Si queda comida que ya ha sido recalentada, no la vuelvas a guardar: se debe desechar.
- Guarda la comida en envases de vidrio preferentemente. Si usas tápers, asegúrate de que estén cerrados herméticamente.
- Ten en cuenta que los alimentos que se descomponen más rápidamente con el calor son el arroz y la papa.
Otros alimentos perecibles
- Las frutas y verduras deben estar siempre refrigeradas. Saca del frío solo lo que vas a consumir en el momento. Esto prolongará su vida útil hasta por 4 días (a temperatura ambiente su vida útil es de 1 a 2 días).
- En el caso del pollo y la carne crudos, pueden durar hasta dos días si se refrigeran. Si los quieres guardar por más tiempo, ponlos en la congeladora.
- El pescado crudo solo debe conservarse un día en el refrigerador.
- Todos los lácteos, sin excepción, deben refrigerarse. Si el yogur no se refrigera, sus propiedades benéficas se pierden, debido a que las bacterias necesitan de bajas temperaturas para mantenerse vivas.
- Una vez abierto el envase de leche, puedes consumir el contenido restante –debidamente conservado en el refrigerador– dentro de los 4 días siguientes.
- Para mantenerse más frescos, los huevos también se deberían refrigerar.