MARILIA PASTOR
Las barras y los pisqueros celebran hoy el Día del Pisco y nosotros nos unimos al aniversario. Le pedimos a tres bartenders que nos preparen un coctel, a base del destilado bandera, con insumos de una región específica. Los sabores de la costa, sierra y selva unidos al pisco. ¡Salud!
EL TOQUE COSTEÑO
Comenzamos nuestro recorrido en La Barra de Astrid & Gastón Casa Moreyra en busca de los sabores de la costa. Aaron Díaz tiene un coctel en mente: el Frutillada Sour que forma parte del menú degustación Virú. La base es el pisco negra criolla (Biondi), de Moquegua, con sus marcados toques a frutos rojos. Por ello, las fresas (de Huaral y Barranca) son las compañeras perfectas de la bebida, que se mantiene fría, y se espolvorea con polvo de pimienta molle.
En La Barra, encontramos unos 12 piscos distintos, de puros a acholados; de iqueños a moqueguanos. Díaz recomienda nuestro espirituoso de bandera: “Al mezclarlo con licores, con o sin hielo, tiende a predominar un poco más –en cuerpo, aroma y sabor– porque es muy concentrado”, indica.
Otro de los tragos que lo remite a la costa es el Fresca Luisa con insumos que encontramos en cualquier mercado. Un dato, lleva menta y flores que recogen de El Edén, el huerto del restaurante.
Frutillada Sour que forma parte del menú degustación Virú.
DESDE LA ALTURA
Desde el emporio de Gamarra, Julio César Mejía, jefe de bar del restaurante Tr3s, nos recomienda el Cepas de Loro (Arequipa) con el que nos prepara dos cocteles: Los Andes y Party Pepper. El primero está hecho con un macerado de muña, tuna y aguaymanto como decoración. Para el segundo emplea un macerado de ají (cuidado con el picor al final), ginger ale y soda de manzanilla. Los insumos les llegan de Junín y Ayacucho.
El bartender resalta el destilado arequipeño porque “aromatiza cualquier coctel que podamos preparar y le da mayor cuerpo”. Si se da una vuelta por el local, fíjese en los macerados que guarda en su barra: desde uno de suri (¿se atreve a probarlo?) hasta el de ranfañote y de hierbaluisa.
Un picante Party Pepper y un refrescante Los Andes.
DEMONIO SELVÁTICO
El Shapshico es un diablillo que te pierde en la selva; en ámaZ se convierte en un divertido coctel de pisco quebranta (Barsol) con cocona, camu camu y un toque de siete raíces. “Tiene acidez y una nota final terrosa propia de la Amazonía”, comenta Luis Flores, quien también nos prepara una bebida, al momento, con un moscatel Bellavista del productor Víctor Santhome.
Es que el bartender está trabajando de la mano de Pedro Miguel Schiaffino, dueño del restaurante, para crear una barra de piscos artesanales. Hasta el momento, se han sumado los piscos de Víctor Zapata y Huamaní, fundado por Ismael de la Quintana.
Revise la nueva carta dividida en cuatro regiones (Puerto Maldonado, Pucallpa, San Martín y Loreto); cada una con aromas, sabores e insumos propios. Desde las castañas de la primera zona a la miel de las comunidades bora y huitoto de la última.
Pruebe un Shapshico, con cocona y camu camu; o un coctel a su gusto preparado por Luis Flores.