El exmandatario Ollanta Humala postula por tercera vez a la Presidencia. A diferencia del 2006 y 2011, cuando pasó a segunda vuelta, esta elección lo encuentra enfrentando una serie de investigaciones, la más avanzada la de los presuntos aportes de Odebrecht. El nacionalista dice que afrontará el juicio oral, así llegué a ser elegido por segunda vez jefe de Estado.
— La última encuesta de El Comercio Ipsos indica que usted tiene el mayor antivoto con 74%. Y este número se mantiene estable con respecto a diciembre y enero (de 73%). ¿Cómo puede revertir esta cifra?
Bueno, trabajando nada más y lo vengo diciendo a cada rato. Hay que informar a la población sobre todas las cosas buenas que hemos hecho, las cosas de gobierno y hay que absolver las dudas que pueda tener ellos.
— Han pasado tres meses desde que comenzó la campaña y no ha logrado reducir su antivoto…
No soy un analista, en todo caso habría que preguntarle a los que han hecho la encuesta, porque ese es un tema de investigación de mercado. En mi caso, lo que le tengo que decir es que hay que seguir trabajando, no hay otra solución. No hay varita mágica para esto.
— Si usted resulta elegido, ¿qué hará en los primeros 100 días de su administración? ¿Cómo piensa contener la pandemia?
Con respecto a la pandemia, lo que vamos a hacer primero es informarnos bien sobre cómo [esta administración] deja la situación, hacer un buen relevo. Y después lo que tenemos que asegurar son las vacunas. Todas las vacunas, tanto las que han llegado de manera pública como las de cortesía, todas deben tener nombre y apellido y se debe respetar la cola. En segundo lugar, tenemos que atacar el tema del oxígeno, tenemos que ser autosuficientes en la producción de oxígeno. Conocer los antecedentes, por qué está encarecido. La primera ola la vimos con tres semanas de anticipación y hubo un problema de oxígeno, y la segunda ola la vimos con tres meses de anticipación, más tiempo, y también hay un problema de oxígeno. Debe realizarse una investigación, una crítica, de por qué no hay oxígeno hoy en día.
Y mirando adelante, como gobierno tenemos que utilizar todas las herramientas del Estado para la producción del oxígeno, incluyo a las universidades y a las Fuerzas Armadas que tienen la infraestructura, el equipamiento y la logística para instalar plantas de producción de oxígeno. El CIMA podría hacer los balones y con todos los medios de transportes, que mi gobierno dio a las FF.AA., esta estaría en condiciones de llevar este oxígeno a cualquier punto que estime el gobierno.
El tercer tema es descongestionar los hospitales, que hoy están saturados por pacientes de COVID-19, ha habido una mala estrategia de parte de esta gestión, en el sentido, de abandonar los puestos de salud de primer nivel. El Ministerio de Salud habla de más 46.000 muertos, pero el SINADEF habla de más de 100.000 muertos. Y nadie ha contado a los muertos a consecuencia de no haber continuado con tratamientos oncológicos, hemodiálisis, operaciones, entre otros. Y debería haber una comisión de la verdad para saber qué decisiones se tomaron respecto al COVID-19.
— Keiko Fujimori ha propuesto “mano dura” y “demodura”. ¿Usted qué plantea para reducir los índices de criminalidad?
En el tema de la seguridad ciudadana tenemos que dar continuidad a la reforma que iniciamos nosotros en las Fuerzas Armadas y en la Policía Nacional. En la Policía, necesitamos fortalecer el recurso humano. Cuando llegamos al gobierno había 97.000 policías, de los cuales un 40% se dedicaba a labores administrativas, y elevamos el número de efectivos a 130.000. Además, modernizamos y equipamos a la Policía con sistemas de comunicación, ya no con sus celulares, les dimos patrulleros inteligentes, que hoy están siendo subutilizados. Un patrullero es una comisaría, cumple tres requisitos: identificación de la persona, recepción de la denuncia y detención del sospechoso. También se debe reforzar a la policía de carretera.
Lo otro que hay que hacer para aquellos que cometen delitos menores y para los menores de edad, tenemos que hacer centros como Maranguita, pero con una modalidad de escuela técnica también. Para que estos muchachos menores de edad o quienes recién se están iniciando en el delito, porque no encuentran oportunidades, puedan recibir por parte del Estado una profesión para que se reinserten de la mejor manera a la sociedad.
— Uno de los principales ejes del discurso que maneja para esta campaña es haber sido gobierno, pero durante la administración nacionalista también hubo cuestionamientos: la “histeria” sobre la inseguridad, la protección policial a la casa de López Meneses, las agendas de su esposa, la paralización del proyecto Conga, entre otros. ¿Estos aspectos negativos le puedan pasar factura?
Esa es una pregunta enteramente subjetiva, qué puedo opinar, yo creo que todo tiene un costo, sea positivo o negativo, todo. Pero es una pregunta muy subjetiva, no es objetiva.
— En el 2006 y 2011, Nadine Heredia fue un personaje activo en sus campañas, pero hoy no lo es. Si bien cumple arresto domiciliario, no aparece ni en sus videos. ¿Es parte de su estrategia? ¿Ella es uno de los pasivos del Partido Nacionalista?
Pero mira, creo que tú podrías responderte, en tu misma pregunta está la respuesta. Si [Nadine Heredia] está con detención domiciliaria, ¿crees que puede participar activamente en videos?
— Puede grabar videos desde su casa o emitir algún tuit…
Creo que tú mismo te has respondido, ella está con una detención domiciliaria totalmente abusiva. Entonces, es obvio que no puede participar en una campaña.
— ¿La señora Heredia es uno de los pasivos del Partido Nacionalista?
No, yo no creo eso, yo creo que su rol ha sido muy activo en las campañas, no compartiría esa opinión.
— ¿Es el gobierno de Nicolás Maduro, en Venezuela, una dictadura?
Yo no me metería a […] Venezuela es un país que, en estos momentos, está en una grave crisis y con corrientes migratorias muy fuertes, mucho más de las que tuvimos en el primer gobierno de [Alan] García. Creo que en este momento discutir si es una dictadura o democracia, me parece que es como consultar si los ángeles eran hombres o mujeres, son discusiones bizantinas. Si es una dictadura o no es, es totalmente irrelevante.
En Venezuela lo que hay es un modelo económico antitécnico, es un modelo que se base en los altos precios del petróleo, el modelo ha funcionado en la época de [Hugo] Chávez, porque el petróleo llegó a US$ 160 el barril, ahí había una abundancia de plata. Entonces, sus políticas sociales no requerían de una generación, de ampliar la base productiva. El problema se da cuando la renta petrolera se cae. Ello ha generado que hoy en día el modelo venezolano sea impracticable.
— En el 2013, la Unasur reconoció en Lima, durante su presidencia pro tempore, a Maduro como mandatario de Venezuela. Sería bueno conocer si para usted hay o no una dictadura al día de hoy en Caracas.
¿Sería bueno para quién?
— Para los lectores, para los ciudadanos…
El que reconoce a un presidente, si es presidente o no, es su pueblo. En el 2013, cuando yo era presidente [del Perú] lo único que hemos hecho [en la Unasur] fue reconocer lo que el pueblo venezolano había reconocido. Si recuerda la coyuntura de 2013, internacionalmente nadie estaba cuestionando la legitimidad o, por lo menos, la legalidad de Maduro. En estos momentos, yo no sé qué está pasando internamente en Venezuela, no sé si en estos momentos la legalidad lo ampara al presidente o a la asamblea. Lo que hay, en la práctica, es que hay una cabeza de gobierno, que es el presidente Maduro, y hay un grupo de países de la comunidad internacional, entre ellos el Perú, que no lo reconocen y reconocen al expresidente de la asamblea [Juan Guaidó]. Más allá si es una dictadura o no, lo que tendríamos que es hacer es ver cómo podemos ayudar al pueblo venezolano a salir de está crisis humanitaria y de hambre. Acuérdese que acá tenemos más de 1′200.000 venezolanos.
— Usted menciona que el Estado peruano, en la actualidad, no reconoce a Maduro. ¿Si usted llega a ganar la Presidencia, esto se van a mantener como está?
Primero, no sé cuánto tiempo esté Maduro, pero yo considero que ha sido un error de la cancillería recomendar al presidente del Perú, o en todo caso un error del presidente liderar el Grupo de Lima, que ha sido siempre una constante de Estados Unidos. Cuando yo he sido presidente ha habido una preocupación de parte de Estados Unidos de que se forme una reacción en cadena en la región latinoamericana para aislar a Venezuela, yo no me he prestado a eso. Cada país debe tener su propia autodeterminación, sea buena o mal. En el caso de [Pedro Pablo] Kuczynski, él tomó esta decisión, en lo personal considero que ha sido un error, no ha resuelto el tema de Venezuela, al contrario, lo ha agudizado más.
— Usted criticó que en este quinquenio se haya paralizado el Gasoducto Sur Peruano, pero no dijo la razón: Odebrecht no pudo acreditar el respaldo financiero para esa obra. ¿Cómo se puede retomar esta obra en el sur del país, en un eventual gobierno suyo?
Hay que entender y tener claro que el tema del Gasoducto Sur Peruano no se ha paralizado por un acto de corrupción, sino por la insolvencia del consorcio, donde está Odebrecht, Enagás y creo que también los Graña. Ese consorcio ha paralizado todo, no tienen recursos. ¿Este proyecto es necesario o no? Yo creo que es clave, que es fundamental para abaratar los costos del gas en toda la zona sur…
— Las cuentas bancarias del Partido Nacionalista están congeladas. ¿Cómo financia su campaña?
En realidad, están incautadas, lo que hemos tenido que hacer es abrir una cuenta informando a la ONPE, donde cada aportante ha puesto lo que ha podido, está totalmente bancarizado. Evidentemente, es muy difícil hacer una campaña de esta manera tan informal, a la cual nos han arrojado producto de un abuso del Ministerio Público y del Poder Judicial. Y lo otro es la franja electoral, pero esta no es igual para todos. Los partidos políticos que están en el Congreso se han asegurado, entre ellos, tener una mejor repartición de la franja electoral con respecto a los partidos que estamos fuera.
— Después de un año y medio, el juez Concepción Carhuancho concluyó el control de acusación en su contra y de su esposa por los presuntos aportes de Odebrecht a su campaña de 2011. ¿Si llega a ser elegido presidente nuevamente, usted afrontará el juicio oral? ¿O se protegerá detrás de la inmunidad que le da ser mandatario?
En su pregunta, hay dos inexactitudes, la primera es que el financiamiento en el 2011 no es por Odebrecht, Odebrecht es el delivery, la acusación es el financiamiento de la campaña de 2011, [de parte del] Partido de los Trabajadores de Brasil y el presidente Lula, los cuales utilizan como un delivery a la empresa Odebrecht. Y no tienen ninguna prueba salvo el testimonio no corroborado del señor Barata. Y hay que tomar en cuenta que en el 2011 no existía el delito de aportes de campaña. Recién en el 2019 se regula los aportes y tienen ya un carácter penal. Y las leyes no pueden ser retroactivas.
Y, por otro lado, cuando uno entra de presidente, la inmunidad presidencial o congresal no es retroactiva.
— ¿Se va a presentar al juicio oral aún si logra ser elegido presidente? Esa es la pregunta.
Mire, tal vez me pregunta eso porque usted no está informado sobre cómo es mi vida, usted ha visto que cuando he sido militar hice un levantamiento contra Fujimori, el único militar en el Perú, y me presenté a la justicia cuando el Congreso resolvió el problema poniendo a Paniagua como presidente. En lo momentos más duros, que por cosas arbitrarias, abusivas e inconstitucionales, nos dictan una prisión preventiva a mí y a mi esposa, nosotros nos presentamos voluntariamente, no nos han tenido que buscar. Y a diferencia de otras personas que son investigadas, que se escapan del país o hacen cualquier triquiñuela para tratar de evadir, nosotros estamos enfrentando todo. No veo a qué viene la pregunta, basta saber de mi vida, y la respuesta se cae de madura.
— ¿Entonces, la respuesta es sí?
Obviamente, nosotros estamos enfrentando todo y vamos a seguir enfrentando todo.
— A Vizcarra, lo vacaron por el testimonio de cuatro aspirantes a colaboradores eficaces. Y a PPK le iniciaron dos procesos de destitución por contratos con Odebrecht. ¿No cree que su situación es más grave?
Mire, no lo sé, yo soy político, no soy abogado, si fuera abogado le podría responder…
— ¿El afrontar un juicio oral en ejercicio de la Presidencia, no haría que un eventual segundo gobierno del nacionalismo sea débil e inestable?
No veo por qué, pero son preguntas muy subjetivas [las suyas], yo le sugeriría que revise sus preguntas y haga preguntas objetivas. Nosotros estamos planteando una serie de medidas de carácter constitucional, porque se han vulnerado una serie de derechos nuestros. Y primero tienen que resolverse todas estas medidas que hemos planteando, por los abusos que hemos venido recibiendo en este proceso como para hablar del juicio oral. Usted habla que el juicio oral [puede] obstruir [un eventual] gobierno. Me parece que usted está un poquito como la fábula de la lechera, ¿no? Tenga cuidado que se le vaya a caer el cántaro y se le rompa en el camino.
— Según una hipótesis del equipo especial Lava Jato, usted y su esposa habrían recibido US$16 millones de parte del “club de la construcción”. Y esto parte del testimonio a dos colaboradores eficaces muy cercanos a su persona. ¿No cree que este cuestionamiento pone un manto de duda sobre su candidatura?
Usted dice dos colaboradores eficaces que fueron muy cercanos a mí. ¿A quiénes se refiere?
— No puedo relevar el nombre de los colaboradores eficaces por ley. Usted ya ha hecho referencia a esos colaboradores, sabe quiénes son, un exministro de su gobierno y el hermano de este.
Entonces diga así, yo no estoy pidiendo que revele la fuente. Usted cree que yo no puedo hablar del club de la construcción, me parece que está equivocado otra vez. En el Perú hay un Estado de derecho, donde existe un principio de presunción de inocencia. Yo no tengo ninguna condena ni ninguna acusación por el club de la construcción. Y usted pretende que por una investigación que, en la que a último momento me están colocando a mí como investigado, no debo hablar, usted ya me está condenando. Lo que usted está haciendo es “zona de emergencia”, no hay Estado de derecho, todos son sospechosos hasta que demuestren su inocencia.
— No, yo le he preguntado si la investigación pone un manto de duda sobre su postulación. En ningún momento he dicho que usted sea culpable.
Y yo tampoco te lo hubiera permitido, ahí hubiera cortado la entrevista, porque habría cometido una falta grave si es que no es una calumnia. Pero yo no tengo nada que ver con ese club, en mi gobierno se le puso coto cuando se sacó al ministro Carlos Paredes [del MTC], al cual usted se refiere y a su hermano José Paredes. Yo tengo la misma convicción. Sacándolo al ministro Paredes, [el club de la construcción] terminó. Entonces, creo que sí tengo derecho, que, si puedo hablar y opinar sobre este club, porque no tengo nada que ver con esto, más bien lo combatimos. La empresa Graña y Montero ha tenido que acogerse a la colaboración eficaz para salvarse de la prisión, está metida en el club y en el Caso Lava Jato. En un gobierno nacionalista estas empresas, las que están metidas en el club y en Lava Jato, brasileñas y nacionales, a diferencia de lo que dice la fiscalía, nosotros no vamos a perdonar, no habrá borrón y cuenta nueva. Todas serán sancionadas, van a pagar lo que tengan que pagar y no volverán a trabajar en el Perú.
— En su libro “Sin anestesia”, el ex primer ministro Pedro Cateriano relató que su madre Elena Tasso le pidió que indultara a su hermano Antauro en la recta final de su gobierno. ¿Lo llegó a evaluar?
No he leído el libro de Cateriano, en todo caso por respeto a Cateriano no podría referirme directamente a ese tema. Pero por respeto a su pregunta tengo que señalar que era evidente que iba a recibir presiones de mis familiares dado que tenía un hermano en esas condiciones. También es importante señalar que durante mi gestión de gobierno siempre he separado la gestión pública de mis temas personales, no los he mezclado de tal manera que no he hecho ningún aprovechamiento ni uso del poder.
— ¿Por qué postuló a Edgar Alarcón como contralor general? Hoy tiene una serie de cuestionamientos y el Congreso evalúa levantar su inmunidad.
Mire, es como que usted tiene un hijo, no puede saber el futuro de su hijo, guardando las distancias, porque aquí no se trata de un hijo, sino de una designación, acuérdese que la designación es una propuesta, no es que el presidente nombra directamente. El presidente no designa a dedo al contralor, hace la propuesta al Congreso, ellos pasan el nombre por un tamiz y determinan si aceptan o no. Lo segundo es cómo salió la designación del contralor Alarcón, yo recibí las propuestas de los ministros, no me acuerdo quiénes, pero evidentemente han estado los ministros. Y hay algo más, Alarcón era el vicecontralor, lo único que se hizo fue hacer la sucesión institucional para evitar cualquier cuestionamiento.
— El señor Cateriano, en su libro, refiere que le advirtió sobre Alarcón, que era un error. ¿Por qué no tomó este consejo?
Mire, no he leído el libro del ex premier Cateriano, no podría opinar sobre algo que él dice que ha hecho. Por eso, cuál es el género literario de este libro […] Lo que he dicho para ser preciso es que yo recibí propuestas de ministros sobre diversos candidatos, no he dicho que dos ministros me propusieron a Alarcón. Yo no conozco al señor Alarcón. Él era el vicecontralor y me pareció importante darle continuidad.
— En su plan de gobierno habla de la instauración de una “segunda república” mediante la convocatoria a una Asamblea Constituyente. ¿Por qué no lo hizo durante su gobierno?
Nosotros no lo llevamos a cabo, porque fundamentalmente la mayoría del país no estaba de acuerdo. Nosotros teníamos la convicción de que la mayoría del país si estaba de acuerdo con un cambio constitucional, eso explica por qué no llegamos a ser gobierno en el 2006. Y en el 2011 también llevamos el tema de un cambio constitucional y ganamos la primera vuelta con 32%. Esto nos llevó a una reflexión, hicimos análisis y estudios de focus group y llegamos a la conclusión de que había un 65% de la población que no iba por el cambio constitucional. Y había una serie de razones: estabilidad política y económica, había empleo, una clase media que se estaba consolidando, que no quería arriesgar todo lo que había ganado. Este tema podía tomarse como una aventura, acuérdese que a nosotros nos llamaron “el salto al vacío”. Y también firmé una hoja de ruta y ahí no se puso el cambio de Constitución.
Ahora esta situación ha cambiado, no hay estabilidad económica, ya no hay esa clase media robusta, no hay empleo, ni estabilidad política. Y ya no somos la única voz solitaria en el espacio político, sino que hay otras fuerzas políticas, otros candidatos y partidos que están hablando de lo mismo. Así que yo creo que sí se viene un cambio constitucional.
— ¿Cuáles son los cambios puntuales que se deben realizar a la Carta Magna?
Cuando se hace un cambio de Constitución las puertas quedan abiertas para el debate de todo, no solo estaría el Partido Nacionalista representado en la Asamblea Constituyente, si ese fuera el caso, sino una gama de partidos. Hay muchos temas a tratar. Por ejemplo, el capítulo de recursos naturales, en el cual se habla de la propiedad del Estado. En cuanto al modelo económico, yo creo que hay un consenso a nivel nacional e internacional de que sí funciona la economía abierta. Nosotros no estamos en contra de la economía abierta, creo que es buena, es positivo y ha ayudado a generar riqueza al país.
El problema que tenemos es con el mercado, ahí doctrinariamente siempre hay fallas del mercado, no hay un mercado perfecto, pero hay determinas fallas que esta misma Constitución penaliza, pero han encontrado ventanas para no respetar [las sanciones], como en el caso de los monopolios o posiciones de dominio en determinados casos. Por ejemplo, en el caso de los medios de comunicación, el Grupo El Comercio tiene una posición de dominio frente al resto, con eso no quiero entrar al tema de la libertad de medios de comunicación, porque ustedes nos conocen, saben que tenemos un respeto irrestricto a la libertad de expresión y la hemos sufrido calladamente, pero con mucha tolerancia…
— Usted ha vuelto a levantar la promesa de gas barato, como lo hizo en el 2011. Pero, en su gobierno no cumplió con reducir el precio del balón de gas de S/35 a S/12. Incluso, en marzo de 2014 usted reconoció que su administración no podía bajar el costo de ese producto. ¿Cómo piensa cumplir ahora sí esta promesa?
Lo que hicimos fue llevar gas barato a aproximadamente 7 millones de peruanos. Para ello, creamos el FISE, que llegó a beneficiar a más de un millón y medio de familias pobres a través de un subsidio de S/16 por balón de gas y que hoy es de S/18. Y cuando llegamos al gobierno encontramos que había 33.000 conexiones de gas doméstico, que también es gas barato. En nuestra gestión, lo llevamos a 450.000 conexiones […] ¿Qué es lo que tenemos que hacer ahora? Terminar el Gasoducto Sur Peruano para corregir las distorsiones que hay sobre los costos de gas que va a Lima y luego regresa al sur. Y lo segundo es ampliar el FISE. Y también ampliar las conexiones de gas doméstico. Y el cuarto elemento es entrar a la comercialización del gas para romper los precios usureros.
— Cuando se refiere entrar a la comercialización de gas, ¿lo dice por el Estado?
Así es, a través de Petroperú, se tendría que aplicar a través del rol social del Estado, tendríamos en este caso una falla en el mercado y tendríamos que entrar, acá han fallado los reguladores.
— La pandemia elevó el costo final de la refinería de Talara a US$5.000 millones, según informó Petro-Perú. Nuestro país no es un gran productor de petróleo. ¿No cree que ese dinero se debió invertir en salud o en educación? Cuando llegó el COVID-19 solo teníamos 100 camas UCI.
A ver, somos el gobierno que más ha invertido en salud. Le enseño un cuadro, no sé si lo puede ver, de las inversiones por gobierno. Se dará cuenta de que es el gobierno nuestro en el que más se ha invertido. Lo otro ya es de Kuczynski, Vizcarra y todos los presidentes que han pasado en este quinquenio. Si no hubiéramos invertido tanto en salud, que llegamos al 3,2% del PBI, estaríamos peor todavía. Hemos invertidos más de S/7.000 millones
— Esa cifra es menos de los que está costando la refinería de Talara…
En su pregunta hay un sesgo ideológico, esto [mostrando sus cuadros con cifras] no es ideología, esto es realidad. En el tema de la refinería de Talara, es un proyecto rentable para el país. El hecho de anunciar la creación o modernización, aunque en realidad es una nueva refinería, obligó a La Pampilla, de Repsol, a invertir US$600 millones o US$/700 millones […] Yo no hubiera podido generar un proyecto de esta naturaleza si no hubiera tenido todos los vistos técnicos, incluyendo de las reguladoras…
— ¿Tiene la cifra sobre cuántas camas UCI recibió al inicio de su gobierno y cuántas dejó?
No tengo acá el dato, porque estoy en Quillabamba (Cusco), y esa pregunta se la debe responder el Ministerio de Salud. Pero sí le puedo responder con los cuadros, cuando recibí el gobierno el presupuesto era de 2,2% del PBI, el Minsa ni siquiera tenía dos viceministerios. Nosotros elevamos a 3,3% del PBI [el presupuesto], hicimos una reforma de salud, creamos el Viceministerio de Salud Pública, mejoramos el salario del personal de salud en 65%. Ningún otro gobierno invirtió tanta plata. Y nuestro gobierno fue el que mejor ejecución presupuesto tuvo, 88%. La construcción de los hospitales de Villa el Salvador y de Ate Vitarte son obras que hemos hecho los nacionalistas, me parece injusto que me quiera pechar con las camas [UCI].
—¿Le preocupa la política económica que plantean Yonhy Lescano y Verónika Mendoza?
Mire, yo no personalizó, a mí lo que me preocupa es lo siguiente, el Perú ha aprendido a cocachos. En los ochenta, aprendimos a cocachos lo que es el terrorismo, el terrorismo nos enseñó muchas cosas, el valor de la paz, y también desnudó lo frágil que éramos. La corrupción fujimorista también nos dio lecciones, una de las cosas que dejó es que los peruanos queremos democracia. Y también sobre el modelo económico. Hay un consenso en el Perú de que la economía abierta es lo que corresponde al país, lo otro sería irse a un modelo como el de Corea del Norte, que es una economía cerrada. No sé si hay un candidato que cuestiona ese modelo de economía abierta. Lo que sí cuestiono yo es el mercado, y ahí hay críticas para ambos lados, el Estado y el sector privado. Por el lado del Estado, tenemos patrimonialismo y clientelismo. Y por el lado del privado, mercantilismos.
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