En el Perú son pocas las marcas partidarias. Con organizaciones políticas nuevas que surgen en cada proceso electoral, los partidos políticos tradicionales son más bien la excepción. Una de estas es el Partido Popular Cristiano (PPC), una agrupación tradicional de derecha que ha quedado fuera del Congreso. Según el conteo rápido de América TV-Ipsos Perú al 100%, tiene 3,9% de los votos válidos.
—La derrota del PPC—
Pese a su trayectoria y a integrar en sus listas a rostros conocidos como Alberto Beingolea, el excontralor de la República Fuad Khoury y el piloto y conductor de televisión Jorge Koechlin, el voto por el PPC no logró pasar la valla electoral de 5%.
Pero la caída del partido fundado por Luis Bedoya Reyes se asomaba desde antes. En las elecciones del 2016, el PPC se alió con el APRA y Vamos Perú. Sin embargo, pese a pasar la valla electoral con un 8.3%, los 5 escaños obtenidos por la alianza electoral correspondieron a candidatos del Partido Aprista. Este, por lo tanto será el segundo periodo legislativo en el que el PPC estará ausente en el Congreso.
Además, esta fue la primera elección desde el 2001 en la que el partido postula sin ser parte de una alianza electoral. En el 2001 y en el 2006, compitió como Unidad Nacional, conformada también por Solidaridad Nacional y Renovación Nacional.
En el 2011, el partido se alió con Alianza para el Progreso, Restauración Nacional y el Partido Humanista Peruano. De los 12 escaños que obtuvo la confluencia, 7 pertenecieron al PPC.
—Crisis partidaria—
La falta de representación en el Congreso del 2016 ocasionó una crisis en el PPC y, a mediados de diciembre del 2017, el partido convocó a un Congreso Nacional para escoger nuevos dirigentes. Como resultado, el excongresista pepecista Alberto Beingolea fue electo como presidente de la organización política.
Para el analista político José Carlos Requena, el PPC no ha terminado de superar de la crisis que significaron las sucesivas derrotas de su otrora lideresa, Lourdes Flores Nano. “[Desde entonces] Empiezan a haber luchas internas dentro del partido de las que no han terminado de recuperarse”, señala.
El también analista Enrique Castillo, por su parte, atribuye la caída del PPC a la pérdida de institucionalidad del partido, que se ha convertido en personalsita. “El PPC tenía una identidad, tenía una amplia gama de personalidades que le daba prestigio institucional. Con el paso de los años, va perdiendo personalidades, va perdiendo peso e identidad política. [...] Hoy no creo que el elector identifique muchos nombres importantes en el PPC. Se pierde así influencia en la escena política nacional".
Según el analista, esta pérdida de identidad llegó a su cúspide con las disputas internas del partido entre Lourdes Flores y su sucesor en la presidencia de partido, Raúl Castro Stagnaro.