Sin un candidato presidencial de arrastre, con listas de candidatos conformadas contra el tiempo, las festividades de fin de año muy cerca y una coyuntura política agitada, la campaña para las elecciones al Congreso del 26 de enero del 2020 viene pasando desapercibida entre el electorado peruano.
Tras la disolución del Parlamento, el 30 de setiembre pasado, han pasado casi 70 días. Desde entonces, la coyuntura política y judicial no ha frenado: los destapes del Caso Lava Jato y las tres bajas de ministros del gobierno de Martín Vizcarra han concentrado la atención mediática. Además, los analistas consultados para esta nota coinciden en que hay otros factores, propios de los comicios y los partidos políticos, que pueden mantener el statu quo, incluso con el nuevo Legislativo ya en funciones.
SIN CABEZA VISIBLE
Los analistas afirman que el principal factor de desafección a la campaña es porque es atípica: no existe una figura presidencial que genere arrastre, no solo de votos, sino de atención mediática.
“Estamos en un país presidencialista donde esa figura marca el éxito de una lista parlamentaria. A esto se suma que los partidos no han convocado a candidatos fuertes. Salvo algunas excepciones, no se ha logrado una convocatoria de impacto nacional, no hay grandes líderes que se estén jugando su futuro político. Otra cosa sería ver a Julio Guzmán, Verónika Mendoza o Salvador del Solar comandando las listas parlamentarias”, sostiene Eduardo Dargent, politólogo de la PUCP.
Mabel Huertas, analista de la consultora política 50+1, añade que los partidos confeccionaron sus listas de manera apresurada y no tuvieron tiempo de convocar a cabezas de nóminas fuertes.
“Los cabezas de lista tienen que fungir de líderes, ya que no hay candidato presidencial, pero no lo están logrando. A esto se suman los informes como los que ha publicado El Comercio con los candidatos con sentencias, entonces para la gente esta campaña viene a ser más de lo mismo”, afirma.
Hace unos días, este Diario reveló que 234 candidatos al Congreso registran sentencias penales y civiles en sus hojas de vida.
COSTOS REDUCIDOS
El cambio en las reglas electorales también es un factor que influye en el poco realce que la campaña tiene, y no solo por los tiempos cortos.
Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú, sostiene que la restricción para que los candidatos puedan publicitar en medios –ahora todo será a través de la franja electoral– les resta visibilidad.
“No hay campañas políticas costosas. En otras épocas hemos tenido bastante publicidad en televisión y radio. La gente no está prestando atención porque no es consciente de que la elección es inminente”, refiere Torres.
Las nuevas restricciones respecto al financiamiento electoral también juegan un rol en estos comicios. Además, con las investigaciones fiscales en curso sobre los aportes a las campañas electorales pasadas, los candidatos buscan no exponer la inversión que se hace en sus partidos.
“En el caso de [Julio] Guzmán, por ejemplo, la primera pregunta es de dónde se financia su partido, y nadie del partido sabe explicarlo”, sostiene Mabel Huertas.
En ese sentido, advierte que los líderes de los partidos con proyección al 2021 –entre los que se encuentra Guzmán– prefieren mantener un perfil bajo para no “desgastarse”.
El politólogo Eduardo Dargent añade que hay una alta probabilidad de que este panorama de desafección se extienda hacia el Congreso una vez instalado, tras la elección de enero del 2020.