Cuando una enfermedad se cobra la vida de 1.873 personas en menos de dos meses, se desata el pánico. Esto es lo que ha sucedido con el último brote de Coronavirus. Hasta el momento hay más de 74 mil personas infectadas en todo el mundo y la mayoría de pacientes están concentradas en Wuhan, la ciudad China donde se inició la epidemia.
Pero, ¿qué es el coronavirus 2019-nCoV? Es una nueva cepa de la familia de coronavirus que se encuentra tanto en animales como en seres humanos. En este caso, se presume que la enfermedad surgió en un animal, específicamente en el murciélago, al igual que su hermano mayor SARS-CoV del 2003 que ocasionó la muerte de 774 personas en el mundo. También, tiene un segundo hermano, MERS-CoV, que apareció en el 2012 en Arabia Saudita y se cobró la vida de 858 personas hasta el momento.
Lo que hace al 2019-nCoV tan peligrosamente mortal es que se trata de un virus nuevo para el cual no existe todavía vacuna. Y al ser una enfermedad viral no se le puede combatir con antibióticos. Otro factor es que China, actualmente, se encuentra en invierno, situación que potencia notablemente la transmisión de infecciones respiratorias.
El miedo que se desata ante un escenario desconocido como plantea el coronavirus, muchas veces lleva a las personas a desinformarse, crear rumores y fakes news. Por eso, conversamos con el doctor especialista en enfermedades infecciosas y tropicales, Eduardo Gotuzzo, de la Universidad Cayetano Heredia, quien aclara las dudas con respecto a un posible escenario del Coronavirus en suelo peruano.
¿Es probable que llegue el coronavirus al Perú?
La chance es muy baja. Todos los países están vigilando estrechamente sus aeropuertos. Al igual que el resfriado común, el contagio del coronavirus se da por gotas de saliva que salpican al toser, estornudar o hablar. Si llega, sería por avión, pero se detectaría rápidamente porque todos los especialistas en pulmonares recibimos todos los días información de la OMS. Estamos entrenados en prevención y reacción. Lo que falta en el Perú es realizar una inversión en mandilones y en sitios de aislamiento. En caso que llegue, será tardíamente y no en gran número de casos. En ese escenario, lo ideal es realizar un cordón epidemiológico; es decir, aislar al grupo de infectados. El tiempo de incubación del virus es entre tres a diez días, pero se ha puesto margen de seguridad de catorce días. Por eso, el grupo estaría en aislamiento y monitoreado durante dos semanas y después se puede dar de alta.
¿Qué recomendaría al Ministerio de Salud?
Educar a las personas, pasar información simple y concreta con recomendaciones claras. Si el virus aparece de manera activa, se planteará un escenario similar al de la influenza del 2009. Se recomendará a la gente evitar sitios públicos. Y se tendrá que tomar medidas que afectarán nuestra economía y actividades cotidianas.
En un sistema sanitario crítico, ¿el coronavirus no se propagaría con rapidez?
Sabemos cómo hacer el control; es decir, si tú mandas una carta o un material de la China, no pasa nada. No hay transmisión así. El virus desaparece en tres días. Pero si un peruano quiere regresar de China, podría ser una manera para el inicio de un pequeño brote. Por eso, se debe hacer vigilancia a las personas que vienen de esos lugares.
¿El virus necesita de un organismo vivo para sobrevivir?
Sí. Puede estar en la superficie, en tu ropa, en tus manos, pero solamente durante dos o tres días. Si me lavo las manos, en dos minutos desaparece el virus. Pero si no uso protección, me puedo contagiar.
¿Será difícil crear una vacuna?
No. Pero hallarla, fabricarla, probar que funciona y ponerla en público tarda como mínimo tres años. Actualmente, ya se tiene la estructura genética, por sus hermanos del 2003 y del 2012. Sin embargo, también tenemos la estructura genética de la malaria, de la tuberculosis y del sida, pero sin vacunas eficientes. Por eso, hasta hora lo ideal es reducir las zonas de contagio.
¿La vacuna sería la solución para controlar al coronavirus?
En parte sí. Cualquier vacuna es favorable para el control de las enfermedades. Sin embargo, al no tener vacuna, tienes que usar otros elementos de contención. El aislamiento también sirve porque después de 14 días no contagias a nadie. Entretanto, la población tiene que entender que el lavado de manos es vital, el usar máscaras va a ser importante al tener contacto con una persona infectada y seguir las guías que recomienda la OMS. Por ahora, la enfermedad se trata como un resfriado común. A la mayoría de gente joven se le pasa rápido. En cambio, las personas de riesgo —mayores de 65 años, diabéticas, fumadores con daño pulmonar— tienen que ser hospitalizadas.
¿Se sabe cómo el virus pasó de los murciélagos al ser humano?
Se ha especulado mucho. Los murciélagos pican a cualquier animal de sangre caliente. Si el murciélago infectó a un cerdo o una vaca, puede haber contaminado al animal, y si uno come esa carne casi cruda se puede contagiar, como pasó con la enfermedad de las vacas locas. Es una cosa similar. El contagio es porque el virus de unos animales ha saltado al ser humano. ¿Por qué saltó? no lo sabemos. ¿Por qué ahora? tampoco lo sabemos.
¿Hay alguna probabilidad de que surja un virus parecido en el Perú, ya que tenemos también murciélagos en la selva?
No, hasta ahora no existe ese fenómeno. Lamentablemente, los murciélagos son reservorios de enfermedades. En el Perú, por ejemplo, en la selva es el transmisor de la rabia. Los murciélagos de la China son de diferente especie. No sabemos por qué los murciélagos de Lima no transmiten rabia y los de la selva sí. No se ha estudiado en profundidad.
Existen voces apocalípticas que hablan de que las epidemias terminarán con la humanidad, ¿cuánto de verdad y de sensacionalismo hay en eso?
La historia de la humanidad es bien clara, hay áreas del mundo que sí han sido dañadas. La peste en el siglo XIV en Europa mató a la mitad de la población. La bartonelosis produjo durante las guerras muchos muertos. Las pandemias sí dañan a los países, dañan a su economía, su estructura, pero no desaparecen. La humanidad busca siempre sobrevivir. Siempre se puede prevenir a través del conocimiento.