Situada a más de 2.000 metros de altitud, con una inmejorable ubicación geográfica respecto de otras ciudades latinoamericanas, incluida Lima, Arequipa, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2002, se prepara para recibir la quinta edición del Hay Festival. El evento toma la ciudad durante cuatro días, en noviembre, desde 2015.
En el Hay se puede hablar de literatura, música, arte, gastronomía, deportes, medicina, física, matemáticas, cine, botánica…, en fin, de cualquier tema vinculado al desarrollo humano, siempre que sea tratado por talentosos y prestigiosos especialistas en un tono entretenido, amigable y comprensible para el receptor, es decir, el público.
Tan felices están los arequipeños de que el Hay haya sido declarado actividad de interés cultural y, según registros extraoficiales, son muchos los que solicitan vacaciones los días jueves y viernes correspondientes al fin de semana coincidente con el festival para no perderse las sesiones de su preferencia, de las que además y con mucha angustia dejan varias porque son arequipeños, pero no tienen (aún) el don de la ubicuidad.
El Hay Festival aspira a que la Ciudad Blanca contagie de ganas e interés a todo el Perú y motive, como ya es evidente, la movilización de jóvenes, adultos y adultos mayores para escuchar a extraordinarios invitados, que este año van desde Orhan Pamuk hasta Juan Perro, pasando por Lol Tolhurst, Leïla Slimani, Nando López, Héctor Abad, Kathryn Mannix, Anselm Jappe; y los peruanos Fabiola León-Velarde, Norma Martínez, Manuel Pulgar Vidal, Odi Gonzales, Gloria Mendoza, Erika Stockholm, Rafaella León y varios otros. Cada sesión es una sorpresa irrepetible, créanme.