El activismo ha cambiado con el paso del tiempo. Antes, las marchas siempre eran protagonizadas por personas adultas. Peor aún, solo marchaban los hombres, porque las mujeres siempre fueron, y son, silenciadas por expresarse y por mostrarse independientes. Nuestra realidad puede compararse con ese “antes”. A pesar de que muchas niñas y adolescentes han alzado la voz y se han mostrado ante el mundo, la sociedad sigue siendo indiferente. Y eso ocurre con las que han podido hacerlo, pero ¿qué pasa con las que no? ¿Qué pasa con las que no saben cómo o tienen miedo a hacerlo?
Por eso y mucho más, es que las niñas y adolescentes debemos empoderarnos y conocer que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos y de sentir y expresarnos libremente. El activismo busca que nosotras logremos nuestros objetivos y sueños. Nosotras somos capaces de crear organizaciones, proyectos e iniciativas que busquen una solución ante esta sociedad tan ciega, opresora y misógina. El problema es que no todas tenemos una educación de calidad con un enfoque de género, que nos brinde las mismas oportunidades. El gobierno aún tiene esta deuda con nosotras.
El activismo nos ayuda a cuestionarnos sobre el “por qué” de las cosas, nos abre las mentes a nuevas ideas, conceptos e información.
Yo, como activista, lucho por nosotras, por las niñas y adolescentes de todas las comunidades, etnias y sectores. Actualmente, estoy creando mi propia iniciativa, con dos amigas, llamada Gafas Moradas Perú, donde buscamos el desaprendizaje de estereotipos y tabúes para que niñas, niños y adolescentes podamos crecer en igualdad. También, pertenezco a invisiblxs, un colectivo que busca visibilizar los casos de discriminación y violencia de la comunidad LGBTIQ+, principalmente en la niñez y adolescencia. Este colectivo se conformó a partir nuestra participación en el programa GirlGov Perú.
El activismo de las niñas y adolescentes es importante para cambiar nuestra sociedad y formar una más justa e igualitaria. Nosotras necesitamos expresarnos y luchar contra las injusticias que vivimos. Recuerden que no estamos solas. Necesitamos más oportunidades como las que nos brinda GirlGov Perú, que nos permite empoderarnos, conocer nuestro propósito y revolucionar colectivamente.
Cuando la sociedad abra su mente para desaprender prejuicios, e incluya las voces y demandas de las niñas y adolescentes, se darán cuenta que somos una fuerza que cambiará e unirá naciones.
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