Anne Perry, la escritora redimida, murió en Los Ángeles a los 84 años

El pasado 10 de abril falleció la escritora inglesa de novelas de misterio Anne Perry, a los 84 años, y su muerte ha destapado un perturbador recuerdo en torno a ella: tenía 15 años cuando fue condenada a prisión junto a su amiga Pauline Parker por el asesinato de Honorah Rieper, madre de Parker, en Christchurch, Nueva Zelanda. Cinco años después, al salir de la cárcel, regresó al Reino Unido y se convirtió en escritora.

A la autora no le gustaba hablar de ese episodio, pero fue inevitable tras el estreno de “Criaturas celestiales”, en 1994. La película, dirigida por Peter Jackson y protagonizada por las entonces debutantes Kate Winslet y Melanie Lynskey, es un oscuro thriller sobre el extraño vínculo entre dos jovencitas que sienten que no encajan en la sociedad. Entonces, se refugian en su imaginación y en su amistad.

Era otra persona, en otra época, vivía en otro país, incluso tenía otro nombre: Juliet Marion Hulme. En la película es interpretada por Kate Winslet.

Después de cumplir la condena, Perry se cambió de nombre y regresó al Reino Unido, donde comenzó su carrera literaria. En 1979, publicó su primer libro,”Los crímenes de Cater Street”, protagonizada por el policía Thomas Pitt y su mujer Charlotte, a quienes dedicaría una saga. Otra serie de libros suyos son protagonizados por William Monk y la enfermera Hester Latterly.

Un dato curioso es que, cuando se estrenó “Criaturas celestiales”, no se sabía que Anne Perry era en realidad Juliet Hulme y su identidad salió a la luz recién meses después. Sin embargo, ella nunca negó lo sucedido el 22 de junio de 1954, cuando junto a Pauline Parker asesinó a la madre de esta última. En un camino en el que estaban solas, Hulme distrajo a la víctima para que se inclinara y Parker la golpeó más de 20 veces con un ladrillo. Entonces la pena de muerte estaba vigente en Nueva Zelanda, y ambas adolescentes se salvaron de ella solo por su corta edad.

Siempre bombardeada por preguntas sobre su adolescencia y aquel crimen, Perry decía que no la podían juzgar en el presente por su pasado, pero los casi cien libros que escribió no bastaron para que su propia historia quedara en el olvido. Aún después de su muerte.