Detalle de “Gesture”, collage compuesto por cerca de 3.000 pinturas, de la artista Manju Shandler, que será expuesto desde mañana en el 9/11 Memorial & Museum de Nueva York. (Foto: AFP)
Detalle de “Gesture”, collage compuesto por cerca de 3.000 pinturas, de la artista Manju Shandler, que será expuesto desde mañana en el 9/11 Memorial & Museum de Nueva York. (Foto: AFP)

Un hombre cae al vaco. A lo lejos parece una figura frgil, diminuta, en medio del espectculo siniestro de un edificio en llamas. Ese hombre annimo, congelado a mitad de una cada que lo lleva irremediablemente a la muerte, se ha convertido en una de las imgenes icnicas de aquel 11 setiembre del 2001. Una de las tantas que se produjeron ese da: los aviones que estallan al chocar con los edificios, la gente cubierta de polvo que corre desesperada por las calles de Wall Street o esa escena apocalptica de las columnas humeantes de las torres destruidas, fotografas que vistas en perspectiva nos ofrecen una suerte de esttica del desastre. Una parbola grfica que simboliza un tiempo cuando de pronto todo se vino abajo. No era solo un hombre el que caa ese da de la torre norte del WTC, sino que con l se derrumbaba tambin la breve ilusin del nuevo milenio y el mundo ingresaba atnito al incierto siglo XXI. Estos ltimos 15 aos han estado marcados por las esquirlas de esos atentados, por la guerra global contra el terrorismo y por el avivamiento del fanatismo islmico. Una poca de la que casi nadie ha salido indemne, pues ya sabemos que no podemos estar seguros en ningn lugar. Ni en Nueva York, ni en Pars, ni en Bruselas, ni mucho menos en Kabul o en Damasco o en Bagdad.

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[embed:1483249] Tumbling Woman, del artista Eric Fischl, una inquietante representacin de las vctimas del atentado del 11-S. (Foto: AFP)

Poco tiempo despus de los atentados, un extrao artista apareci en las calles de Nueva York. La prensa lo bautiz como el hombre del salto. Era alguien que, vestido de oficinista con terno y corbata y armado con arneses y sogas, se dejaba caer de los edificios y quedaba suspendido en el aire. Nunca se supo su identidad, pero cada una de sus apariciones revivan las aterradoras imgenes de quienes en el colmo de la desesperacin se lanzaron al vaco tras los atentados. El escritor Don DeLillo entendi pronto que detrs de ello haba una historia. As surgi El hombre del salto, una novela que absorbe toda esa atmsfera posterior al 11S, ese aire enrarecido, esa anormalidad que se instala en la vida de la gente despus de una catstrofe. Keith, el personaje central, es un divorciado que despus de escapar de los escombros de las torres, se dirige sin saber bien por qu a la casa de Lianne, su exmujer, a la que no vea hace tiempo. Aferrado a un maletn que no es suyo, con esquirlas y polvo en el cuerpo, la vida de este hombre ya no ser la misma. Qu ser lo prximo que pase?, le pregunta Lianne en un pasaje de la novela, y la respuesta es sencillamente desoladora: Nada es lo prximo. Esto era lo prximo. Hace ocho aos, pusieron una bomba en una de las torres. Nadie se pregunt qu sera lo prximo. Esto era lo prximo. Cuando hay que tener miedo es cuando no hay motivo para tenerlo. Demasiado tarde, ahora.

Desde un tono distinto, y tratando tambin de digerir la tragedia, otro escritor, Ken Kalfus, desarroll una especie de comedia negra protagonizada por otra pareja en crisis en Un trastorno propio de este pas. Marido y mujer ven los ataques desde diferentes escenarios y ambos esperan que el otro est entre las vctimas. Ello no ocurre y los dos Joyce y Marshall deben volver a la casa donde viven juntos a la espera del divorcio. Entonces, mientras Estados Unidos se enfrenta a un enemigo invisible, ellos viven su propia guerra interior como una extrapolacin de la hecatombe que ocurre afuera.

Sin embargo, quien mejor ha reconstruido literariamente esta poca matizada por el asombro, el desencanto y la barbarie, ha sido el gran Jonathan Franzen en Libertad. A travs de la historia de una familia los Berglund, el autor de Las correcciones se dedic a narrar la epopeya del naufragio del sueo americano. Si bien la novela abarca un perodo de tres dcadas, en ella se vive la desolacin de una sociedad que ha experimentado el desastre en carne propia. Como ha contado el propio autor, empez a escribir el libro despus del 11S, cuando en boca de los polticos palabras como libertad o patriotismo eran enarboladas para justificar la guerra en Iraq. Una de las razones del ttulo le dijo Franzen al escritor Juan Gabriel Vsquez en una entrevista para El Pas es mi intento por recuperar una bella palabra de manos de los estpidos y volverla a poner en las de quienes pueden apreciar su complejidad y belleza.

Otros ttulos que retratan a personajes traumados por los ataques son Netherland: el club de crquet de Nueva York, de Joseph ONeill; Al pie de la escalera, de Lorrie Moore; Los hijos del emperador, de Claire Messud; y Sbado, del britnico Ian McEwan. Todas estas historias transcurren en una ciudad sumida por el miedo o por el recuerdo de la tragedia. El 11S tambin ha sido revivido a travs de los ojos de un nio, en Tan fuerte, tan cerca, en que un pequeo de nueve aos va tras la memoria de su padre muerto en una de las torres. La novela es de Jonathan Safran Foer y fue llevada al cine por Stephen Daldry en el 2012.

Consagrados como John Updike y Paul Auster tambin se han ocupado del tema. El primero, con Terrorista, una narracin que sigue la vida de Ahmad, un muchacho de origen libans que luego de entregarse al islam es impulsado a poner una bomba en el tnel que une Nueva Jersey con Manhattan; y el segundo, con Brooklyn Follies, una historia que termina en la maana del 11 de setiembre del 2001: el reloj marcaba las ocho en punto y Nathan Glass, el protagonista del relato, haba salido feliz del hospital. Se haba salvado de morir y nada iba a empaar ese instante de gloria. 46 minutos despus, un avin se estrellaba contra la torre norte del WTC. Con calma y sequedad, Auster narra ese momento repentino e inverosmil en que todotermina de pronto.

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Una frase del incombustible Damien Hirst ech ms lea al fuego. Poco despus del 11 de setiembre, el millonario artista dijo al peridico ingls The Guardian que todo aquello haba sido una verdadera obra de arte. Acaso los terroristas no haban preparado con antelacin y precisin su acto, en el cual perderan la vida y crearan una destruccin tal que terminara siendo reproducida y repetida por la televisin a escala mundial? Hirst fue llevado a la hoguera meditica por semejante afirmacin, pero con el tiempo el arte ha tratado de recuperar esa representacin del horror como un ejercicio central de la memoria.

Cmo decir lo indecible o cmo representar lo irrepresentable, se preguntaba el curador Peter Eleey en el catlogo de la muestra September 11 que, a diez aos de los atentados que ocasionaron la muerte de casi tres mil personas, llev al MoMA PS1 ms de 70 obras de 41 artistas de distintas generaciones, entre leyendas de la fotografa como Diane Arbus o contemporneos como el suizo Thomas Hirschhorn e incluso fallecidos como Gordon Matta-Clark. Ms que un retrato de lo sucedido, las obras presentadas trataban de contextualizar los hechos. Era como quien daba una mirada al pasado con la cada de las torres en la mente, escribi con acierto el artista y curador Javier Hontoria.

Inaugurado en mayo del ao pasado, en el Bajo Manhattan, el National September 11 Memorial Museum se ha dedicado a preservar el recuerdo de la tragedia. Maana se abrir ah la muestra Rendering the Unthinkable: Artists Respond to 9/11, una seleccin de trabajos de 13 artistas que a travs de esculturas, pinturas e instalaciones buscan representar eso que resulta impensado. Una de las obras seleccionadas, Gesture, de la neoyorquina Manju Shandler, es un gran collage compuesto de 2.996 pequeas pinturas que representan a cada uno de los fallecidos aquel da. Otros, como Christopher Saucedo, cuyo hermano muri en los atentados, prefiere algo ms metafrico: su obra World Trade Center as a Cloud consta de tres paneles hechos de capas de lino blanco que simulan ser nubes que forman las siluetas de las dos torres sobre un lmpida superficie celeste, como la maana en que ocurrieron los hechos. Ms inquietante, en cambio, es la propuesta del artista Eric Fischl, quien desde el 2001 se dedica a construir esculturas en bronce con el ttulo de Tumbling Woman: cuerpos contorsionados que parecen haberse estrellado contra el piso. Segn Fischl quien tambin perdi a un hermano el 11 de setiembre, su obra recuerda tanto a quienes murieron como a los que sobrevivieron a los ataques.

15 aos despus, las imgenes de esas personas que caen desde lo alto de las torres como la tomada por Richard Drew, de la agencia AP persisten en las retinas de escritores y artistas. En su poema Fotografa del 11 de setiembre, la poeta y premio Nobel Wislawa Szymborska, escribe: Saltaron hacia abajo desde los pisos en llamas,/ uno, dos, todava unos cuantos/ ms arriba, ms abajo.// Una fotografa los mantuvo con vida, y ahora los conserva sobre la tierra, hacia la tierra Solo dos cosas puedo hacer por ellos: describir ese vuelo y no decir la ltima palabra.

Adems de los trabajos hechos en literatura y arte, varios cineastas tambin han realizado pelculas basadas en los atentados del11 de setiembre, como Oliver Stone, Alejandro Gonzlez Irritu, Paul Greengrasso Michael Moore. Vea los trileres aqu.

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