En la última publicación del informe sobre la producción nacional del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el sector pesca habría tenido en junio una caída de 68,93%, acumulando en el año una caída de 31,65%. Eduardo Ferreyros, presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería, conversó con El Comercio sobre el impacto que ha tenido sobre el sector los embates de El Niño y sus perspectivas tras haberse suspendido la primera temporada de pesca de anchoveta.
¿Cuánto genera el sector pesquero al año y cómo ha impactado que se haya suspendido la primera temporada de pesca de anchoveta?
El sector pesquero genera al año alrededor de US$ 3.500 millones que representa el 7% de las exportaciones totales del país. Solo las exportaciones de ingredientes marinos, como la harina y aceite de pescado, representaron US$ 2.300 millones en el 2022, el 4% de las exportaciones. Es decir, una temporada de pesca de anchoveta representa alrededor de US$ 1.000 millones en exportaciones de harina y aceite de pescado que, lamentablemente por las condiciones actuales del mar, no se dará.
Este es un duro golpe para el fisco porque es dinero que recibe el gobierno para hacer las obras públicas. Normalmente, en el PBI del Perú, la pesca significa entre el 1,5% hasta el 2,5% en épocas normales. En el caso de la parte extractiva, esta incrementa de manera indirecta las ventas del resto de las actividades económicas conexas en 63%, por lo que el sector pesquero es un gran dinamizador de la economía nacional.
¿Cómo ha afectado esto a las empresas del sector y qué está sucediendo con la capacidad instalada?
El impacto es importante. Si no hay anchoveta, no hay producción y ello genera una serie de contingencias laborales, financieras, inversiones, entre otras. Si bien las empresas del sector contemplan la posibilidad que los factores climatológicos jueguen en contra, es un desafío importante y un esfuerzo enorme mantenerse a flote.
La segunda temporada de pesca del año pasado terminó el 4 de febrero de este año y, desde entonces, los barcos han estado en mantenimiento o participando de las actividades de pesca de otros recursos como el jurel o la caballa. Además, de la pesca exploratoria de junio que duró 3 días y la actual que ha durado 10 días.
Normalmente en esta época, la flota industrial estaría realizando faenas de pesca de manera permanente hasta la época de veda, durante la cual se aprovecha para realizar los mantenimientos; sin embargo, la flota ha estado prácticamente paralizada desde febrero.
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¿Y las plantas de producción de harina y aceite? ¿Qué está sucediendo con los empleos del sector?
En el caso de las plantas, por primera vez en los últimos 30 años, se detuvieron por completo las actividades de producción y ahora están con una estructura mínima para procesar lo poco que se ha podido extraer en la pesca exploratoria.
Las empresas están reduciendo costos significativamente y a los empleados les han dado vacaciones pendientes o adelantado vacaciones, han mantenido el personal y no ha habido desempleo masivo, pero se está haciendo un máximo esfuerzo. Hay empresas que están evaluando acogerse a una posible suspensión perfecta si las cosas empeoran.
La cadena ligada a la industria ha sufrido también un duro impacto. Los productores de redes, las navieras que ya tenían planificado su despacho de harina y de aceite, la industria que hace los sacos para las harinas. En toda la cadena de industria son alrededor de 250 mil empleos directos y 700 mil empleos entre directos e indirectos.
¿De qué manera han reducido costos?
[Han reducido] los costos corrientes que pueden ser bajados. Han invertido menos en publicaciones, están haciendo home office, es un tema de cada empresa el cómo se han reorganizado. La idea de bajar los costos es trabajar con la mínima estructura indispensable para mantener la planta activa por si las cosas mejoran. El clima y nuestro mar es muy variable, entonces las cosas pueden cambiar de un momento a otro y están preparados porque si cambian, entran a trabajar.
Con la temporada que no ha abierto, ¿de dónde se ha abastecido la industria?
En las últimas 3 semanas se abrió una exploratoria para jurel y caballa que es una pesca de oportunidad, ya que no se podía recoger anchoveta. En la exploratoria que ha sido una segunda pequeña de 10 días se han pescado 150 mil toneladas y con eso se han “recurseado”.
Eso no quiere decir que no ha habido primera temporada [de pesca de anchoveta] porque no ha habido anchoveta. Anchoveta hay, están vivas, el problema es que, con el Fenómeno de El Niño, se han ido a aguas más profundas y no es posible pescarla. Están muy profundas y dispersas.
IMARPE veía que las condiciones estaban mejorando, que la anchoveta estaba subiendo. Como los exámenes son con sonidos, ven el cardúmen pero no identifican qué pescado es y su tamaño. Lo mejor que han podido hacer es una exploratoria, que es como hacer una biopsia para ver qué es lo que hay.
Se veía que había una cantidad de juveniles, pero en los días han disminuido, o sea que las condiciones iban mejorando, pero ya empieza la época de desove que tenemos que respetar.
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Luego de los embates de El Niño Costero, ¿cuáles son las perspectivas sobre la segunda temporada de pesca?
La pesca exploratoria autorizada por Produce ya concluyó pues ya inicia el proceso de desove de la anchoveta, con lo cual hay que esperar los estudios científicos que van a determinar las condiciones para la segunda temporada de pesca que empezaría hacia la segunda mitad de octubre o inicios de noviembre.
Sin embargo, de acuerdo con el INEI, solo en junio de este año el sector pesquero se contrajo 68,93% debido a la menor extracción de especies de origen marítimo por el menor desembarque de anchoveta, toda vez que solo se pescaron 41.535 toneladas métricas, mientras que en el mismo periodo del año pasado se pescaron 927.638 toneladas métricas.
Algo que no podemos controlar en la industria es el clima y si se comporta de determinada manera la industria misma no sale a pescar porque se puede dañar el recurso.
Estamos esperando que las noticias [de la pesca exploratoria] sean buenas y que el clima sea adecuado y podamos pescar y seguir dando trabajo. Este es uno de los sectores que mejor paga cuando hay pesca.
Hay indicios de que se puede venir una segunda temporada con un clima adecuado para salir a pescar. Viendo y estudiando desde el lado científico muy detenidamente y recogiendo información de IMARPE, tenemos la esperanza de que se venga una segunda temporada que ayude a recuperar el sector, que ha sufrido uno de los golpes más duros en la historia de la pesca.