La Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat) anunció que tiene previsto incluir como contribuyentes a las plataformas online y a personas que realizan actividades vinculadas a las redes sociales como youtubers, influencers y streamers.
Incluso, el Proyecto de Ley No. 583/2021-PE contempla la modificación de la Ley del Impuesto General a las Ventas (IGV) e Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) con la finalidad de establecer un mecanismo de recaudación del IGV por operaciones realizadas con sujetos no domiciliados, en el marco de la economía digital y adaptar la regulación del impuesto.
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Para Dante Sanguinetti, socio del Estudio Philippi, Prietocarrizosa, Ferrero DU & Uría, lo que se busca es gravar la utilización de servicios, algo que ya se encuentra en el marco normativo, pero que en el proyecto de pedido de facultades no se ha “aterrizado” la forma operativa de cómo recaudar el IGV cuando se trata de personas naturales.
Para ello, Sanguinetti asegura que habría que perfeccionar la regulación ya que, en el caso de las plataformas online, lo más probable es que carguen a la tarjeta de crédito del usuario el impuesto al valor agregado (IGV en el caso del Perú) correspondiente por usar el servicio.
“El marco lo prevé, pero falta operativizarlo y lo más probable, dada la dinámica de estos servicios, es que lo carguen a la tarjeta de crédito, como ocurre en otros países, lo que probablemente encarezca el servicio”, afirmó.
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Sobrecarga e inflación
Sin embargo, para Pierino Stucchi, socio principal en Estudio Muñiz, la búsqueda de una mayor recaudación para el país estaría yendo en la dirección equivocada. “Los nuevos ingresos tributarios deben obtenerse del 80% del mundo informal y no sobrecargar a los formales y, ahora, estos nuevos formales que participan en negocios digitales”, apuntó.
Además, las plataformas digitales no tendrían un trato igual si tienen sede en Perú o en el extranjero. “En este momento no es posible cobrar impuestos a plataformas ubicadas en el extranjero por alguna razón técnica, tampoco se debería cobrar a las que tienen sede en el país. Esto implicaría discriminar y afectar la competitividad de las plataformas locales”, afirmó.
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Stucchi aseveró que ahora no es el momento de establecer nuevos tributos en el país sino de cobrarlos a quienes nunca han pagado, lo que significa ampliar la base tributaria.
Para Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, el gravar a los ‘streamers’ o plataformas digitales se traduciría en un incremento del 18% al consumidor final, esto en un contexto de repunte inflacionario.
Asimismo, para Castilla, el gravar emprendimientos digitales es poner una barrera muy grande porque muchas de estas formas de mercadeo son respuesta a una tendencia internacional, es decir, es una fuente de ingreso de muchos independientes y afectaría el canal de mercadeo y distribución que hoy está vigente en la economía local.
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Tendencia
Si bien en otros países se están implementando medidas similares, Castilla indica que se debe considerar que las economías de esas realidades son más formales que la peruana.
“Es una tendencia internacional, pero tiene que ver con la oportunidad. Conceptualmente está bien que se grave este tipo de servicios, pero no estamos preparados y es algo que el Gobierno no ha internalizado. Lo que está primando es el afán recaudador”, subrayó Castilla.
Para Sanguinetti esta tendencia no es algo atípico. “Hay países que gravan y aumenta el precio al consumidor final. Habría que ver cómo se mueve el mercado, pero tributariamente, cuando hay un impuesto de esta naturaleza, esto sale del bolsillo del usuario”, señaló.
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En 2019, Sunat ya se habría reunido con ‘influencers’ a fin de orientarlos sobre sus obligaciones tributarias. Estos, no solo alquilan un espacio para publicitar, sino que recibirían un pago por el trabajo realizado en sus plataformas como el de actualizar contenidos.
Sanguinetti refiere que esto es importante porque se mezclarían dos componentes: el capital, por espacio de publicidad y el trabajo personal, lo que lo convierte en una renta empresarial, sobre todo si se hace de manera frecuente.
“Primero es la responsabilidad de los ‘influencers’ de acercarse y evitar cualquier omisión en su ejercicio profesional y no dejarse poner multas. Por otro lado, está la labor de Sunat de fiscalización como hace con todos los contribuyentes”, finalizó.