A inicios de año, la proyección de crecimiento de Credicorp Capital para este año era de 2,3%. Esta se revisó en el primer trimestre a 1,8% y en esta segunda evaluación trimestral se revisó nuevamente a la baja en 1,3%, señaló Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.
La razón de las revisiones son los choques negativos que ha habido sobre la economía, comenzando por los factores climáticos, pues, por primera vez desde el 2008, en que existen cuotas de pesca de anchoveta, se ha suspendido la primera temporada en la zona norte y centro. Además, afirmó que la pesca (marítima para consumo humano directo) está cayendo a un ritmo mayor de 70%, según el último reporte del INEI (se contrajo 75,32% por menor tonelaje capturado de anchoveta).
A esto, se le sumó el impacto del ciclón Yaku y en general, las condiciones climáticas han tenido un efecto importante sobre la agricultura, que en abril cayó 20%, la caída más fuerte en 30 años, agregó el especialista.
Según Velandia, otro indicador relevante es el de despachos de cemento que implica tanto la demanda interna como la desaceleración del consumo en los hogares por la caída de la autoconstrucción en el país.
“Son tres choques que se dieron de manera casi consecutiva en el Perú durante el primer semestre del año (...) esto se refleja en una economía que partió el año con un menor dinamismo que nos lleva a pronosticar que tendrá un crecimiento casi nulo el primer semestre del año, de alrededor de un 0,2%”, dijo Velandia.
Así, explicó que luego de ese crecimiento cercano a 0%, para el segundo semestre se espera una mejora en la condición de la actividad económica. Así, proyectan un crecimiento de 2%, de tal manera que el resultado anual sea de 1,3%.
Sobre ello, Teodoro Crisólogo, economista senior del Instituo Peruano de Economía (IPE), señaló que tienen una perspectiva similar y, en el segundo semestre, se disiparán gradualmente los factores que restaron dinamismo al consumo y a la inversión privada.
En ese sentido, afirmó que la única manera de que la economía pueda consolidar una recuperación mucho más fuerte en la segunda mitad del año, es si la recuperación de la confianza empresarial se materializa en una mayor inversión.
Desde el IPE se tiene una estimación de crecimiento de entre 2,5% y 2,7% para el segundo semestre, aunque las últimas proyecciones se realizaron antes de la suspensión de la primera temporada de pesca, dijo Crisólogo. Para el cierre del año, su estimado es de 1,7%, pero podría reducirse.
En tanto, Isaac Foinquinos, economista senior de Macroconsult, coincide con Credicorp Capital en el crecimiento nulo del primer semestre y cercano al 2% en el segundo, pero estiman un crecimiento anual del 1%.
MIRA | Gasolinas en Lima Metropolitana llegan a costar alrededor de S/22 el regular y S/25 el premium
Crecimiento
Para lograr esta cifra de 2% de crecimiento del segundo semestre, Velandia afirmó que el consumo privado será una fuente importante de crecimiento hacia adelante, principalmente porque la inflación empieza a ceder.
Asimismo, señaló que el turismo receptivo hará que la economía rebote más fuerte en la segunda mitad del año, viendo de manera importante la confianza empresarial.
“Nuestro escenario base es de estabilidad en las condiciones sociopolíticas en el país en los próximos meses y una mejora en el futuro”, anotó.
Sobre la demanda interna, indicó que veníamos creciendo 0,9% en lo que va del año frente al 2022, sin embargo, no se crecerá más pues se tendrá una contracción de la inversión privada y el consumo privado se desacelerará de manera importante en el año. Además, resaltó que las exportaciones jugarán un rol positivo, además de reconocer que la inversión pública se ha contraído a un menor ritmo de lo que se preveía.
Desde Macroconsult señalaron que la demanda interna tendrá un crecimiento cercano al 0% este año, lo que implica una contracción de la inversión privada y pública, además de una desaceleración del consumo privado.
Por otro lado, en Credicorp Capital estimaron que el Banco Central de Reserva (BCR) tendrá un espacio de recortes de tasas de 100 puntos básicos de aquí a diciembre y llegar a niveles cercanos a 6,75% por lo que se podría empezar a ver recortes desde setiembre.
Desde el IPE coincidieron en que en su próxima reunión, es bastante probable que el BCR muestre indicios de una flexibilización de su política monetaria. Según Crisólogo, esto podría darse a finales del tercer trimestre e inicios del cuarto trimestre del año.
TAMBIÉN LEE | Empleo en el sector construcción lleva más de un año en negativo ¿se logrará revertir esta tendencia a la baja?
Riesgos
Los riesgos sobre el crecimiento tienen un sesgo a la baja y puede que ese 1,3% estimado sea aún menor, principalmente por el entorno internacional.
“No hay manera de predecirlo y los economistas ya se han equivocado en los pronósticos incluyendo a la Reserva Federal (FED). Hay un riesgo de que haya una fuerte desaceleración de la economía mundial y un impacto sobre los precios del cobre”, anotó.
Otro de los riesgos que enfrenta el país es el el Fenómeno del Niño al que se le añade el Fenómeno del Niño global. Este último suele tener su máximo efecto entre noviembre y febrero.
Asimismo, señaló que los conflictos sociales son algo que se sigue monitoreando pues tiene un impacto sobre la actividad económica y la inflación.
MIRA | Ley de Contrataciones: ¿Qué cambios plantea el Gobierno mediante su proyecto de ley?
Sobre esta última tienen un sesgo optimista e indicó que estaría cerrando el año ubicándose en 4,8%. “Pero con sesgo a la baja. Puede haber una inflación bajando un poco más de estos niveles si el comportamiento que vimos de la inflación en junio se repite en los próximos meses”, afirmó.
El especialista del IPE señaló al Fenómeno de El Niño como el riesgo más relevante que está enfrentando la economía peruana, pues influye sobre varios aspectos, como la suspensión de la primera temporada de pesca. “Ha sido un factor imprevisto y que de alguna manera está pasándole factura a la actividad”, dijo.
Por otro lado, afirmó que el mayor riesgo es que la recuperación de las expectativas empresariales no se traduzca en una mayor predisposición de invertir en la segunda mitad del año y eso puede afectar aún más el desempeño económico hacia el cierre del 2023.