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El sector pesquero afronta otro año de dificultades debido a los problemas climatológicos, pese a haber tenido un buen inicio. Esto, después de que el 2022 registrara una caída de 13,74% luego de dos años de crecimiento, que marcaron avances de 2,78% (2021) y 2,08% (2020), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Javier García Locatelli, socio en el área pesquera del Estudio Sparrow Hundskopf & Villanueva Abogados, explicó que este retroceso se debe a una menor cantidad de captura de anchoveta -utilizada para la producción de harina y aceite de pescado-, así como una poca productividad y acceso a recursos como la merluza y el calamar gigante, en un año que marcó el inicio de un ciclo de calentamiento sostenido, agregó.
Juan Carlos Sueiro, director de Pesquería de Oceana Perú, añadió que la captura de anchoveta es la que marca la productividad del sector. No obstante, apuntó a que por el lado del consumo humano directo, las variaciones no son tan “dramáticas” como en el consumo humano indirecto.
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Según Cayetana Aljovín, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), el año pasado se dejó de pescar un millón de toneladas de anchoveta versus el 2021, por un inicio tardío de la segunda temporada de pesca, impactando de forma negativa la producción de harina y aceite de pescado en el 2022.
2023
El primer mes del año presentó un crecimiento de 32,96% con respecto a enero de 2022. Según el INEI, esto se explica por el incremento de 37,27% de la pesca marítima, que se vio beneficiado por el aumento de 392,08% de la pesca destinada al consumo humano indirecto o industrial. En cambio, la pesca para consumo humano directo cayó 26,34% en enero de 2023.
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Tanto Aljovín como Sueiro apuntaron a que en ese mes se realizó la captura de anchoveta como parte de la temporada de pesca, que se extendió hasta inicios de febrero, mientras que el año pasado culminó la temporada a mediados de enero.
Para febrero, la presidenta de la SNP estimó que habría un impacto positivo de crecimiento en el sector pesquero, dado que se inició la temporada de pesca de jurel. Asimismo, el Ministerio de la Producción informó 3 de abril que en el segundo mes del año, el volumen de desembarques pesqueros aumentó en un 88% versus febrero de 2022, principalmente por un mayor desembarque de la pesca artesanal. Otro factor que impulsó este resultado, pero en menor medida, fue el aumento de descarga de anchoveta.
No obstante, García consideró que este no va a ser un mejor año, debido al ciclón Yaku y a las anomalías en la temperatura del mar.
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“En este momento, es muy difícil pescar pota y merluza. Tampoco tenemos un buen año en lo que respecta al atún, no hay gran disponibilidad. Y en lo que respecta a la anchoveta, hay muchísima expectativa por empezar la temporada, pero aparentemente todavía el recurso está en desove [puesta de huevos]”, acotó García Locatelli.
Añadió que por ya se ha visto afectada la acuicultura, como el cultivo de conchas de abanicos, la cabrilla, la chita, entre otros, por la activación de quebradas y, por ende, la destrucción de los cultivos.
A su vez, Sueiro indicó que los oleajes anómalos afectaron a las embarcaciones de pesca artesanal. Y, resaltó que el ciclón Yaku ha provocado inundaciones, bloqueo de carreteras y generado un problema de disponibilidad de agua y hielo para la pesca artesanal.
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Por su parte, Alfonso Miranda, presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias, explicó que desde marzo se han visto problemas logísticos en el sector, justamente por las interrupciones en las carreteras. Esto afecta el abastecimiento de insumos, empaques, envases, embalajes y de materia prima, así como el traslado de contenedores para los puertos.
Sueiro apuntó a que en febrero y marzo no habrían variaciones dramáticas en el sector pesquero por la falta de pesca de anchoveta, pero que la situación en mayo y junio podría ser distinta de haber una menor cantidad de captura de este recurso marino, dado que se ve afectado por las temperaturas cálidas.
Miranda consideró que de continuar las condiciones actuales y se confirma un fenómeno de El Niño, “los resultados podrían ser muy graves para el consumo humano indirecto”.
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En ese sentido, García sostuvo que la pesca podría tener un crecimiento bajo, pero como consecuencia de un mayor valor de los productos hidrobiológicos, mientras que no se esperaría un mayor volumen de desembarque pesquero.
Semana Santa
De acuerdo con la información del Ministerio de la Producción, los precios del bonito, la pota, el jurel y la caballa en los principales mercados mayoristas pesqueros aumentaron con respecto a la semana pasada.
El martes 4 de abril, el bonito ascendía a S/3,5 el kilo y la pota a S/3,9 el kilo. El martes previo, sin embargo, los precios alcanzaron los S/2,6 y S/2,9 el kilo, respectivamente.
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De la misma forma, el jurel aumentó de S/2,9 a S/3,7 desde el martes 28 de marzo al martes 4 de abril. Y el precio de la caballa se elevó de S/2 a S/2,8 en el mismo período.
Miranda explicó que este alza es estacional, por las festividad de Semana Santa, dado el aumento de la demanda. Aljovín agregó que el alza se debería a que hace un par de semanas culminó la temporada de pesca de jurel para la flota industrial, aunque señaló que aún hay recurso abundante y disponible. Y, justamente, García consideró que no se ha registrado un incremento de precio exponencial, dada la abundancia del jurel, la caballa y el bonito.
Asimismo, el precio promedio de productos marinos comercializados este abril osciló entre los S/12,7 a los S/14,7 en los mercados mayoristas pesqueros a nivel nacional, teniendo un incremento de hasta en un 24,2% con respecto a los mismos periodos del año anterior.
