El ingeniero Carlos Morelli, presidente de la Academia Peruana de Ingeniería, cuenta una anécdota para demostrar la real situación educativa universitaria en el país.
“Hace unos años me enteré cuánto le pagaba –por hora– una universidad local a un ingeniero para que dictase clases de Cálculo Estructural. ¿S/.50, S/.40? No, era menos de S/.15. ¿Qué clase de enseñanza puede dar alguien a quien se le paga tan poco?”, dice.
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— En el ránking QS del top 300 de universidades latinoamericanas, solo hay 16 peruanas.
Sí, en el top ten hay universidades brasileñas, argentinas, chilenas y colombianas, pero ninguna peruana. Recién en el puesto 19 aparece la PUCP, y la UNI, que ha mejorado, se encuentra en el 134. Sin embargo, en el Perú existen 142 universidades, ¿por qué aparecen solo 16 en el ránking? Esa es una pregunta que debemos hacernos.
— Justamente, como Academia Peruana de Ingeniería realizan un análisis sobre el tema de la educación universitaria en el país. ¿Qué han hallado?
Bueno, en el 2005 había unos 500 mil jóvenes en las universidades peruanas y en el 2008 unos 800 mil. De acuerdo con las cifras proporcionadas por el Ministerio de Educación, hoy ya superamos el millón de estudiantes. Pero lo más importante es que la cuarta parte estudia una carrera relacionada con las ingenierías. En otras palabras: contrariamente a lo que se cree, hay más jóvenes estudiando ingeniería que derecho o contabilidad.
— Del total de universidades peruanas, ¿cuántas tienen carreras de ingeniería?
Calculamos que al menos 71 de las 142 dictan carreras de ingeniería. No solo eso, existen al menos unas 140 especialidades de ingeniería, pero las más demandadas en el mercado son civil, sistemas e industrial. Son datos poco conocidos que demuestran que la ingeniería es la fuerza más importante de la educación universitaria peruana.
— ¿Qué retos conllevan que unos 250 mil jóvenes se formen en estos momentos como futuros ingenieros?
El primero es saber si este gran número responde a lo que necesita el mercado o ha surgido por una manipulación marketera de algunas universidades. Lo segundo es si estamos preparados para la llegada de todos estos ingenieros.
— ¿De qué manera se puede aprovechar este potencial de nuevos ingenieros?
Con la cantidad de ingenieros que tendremos, se puede apostar por cerrar la brecha de infraestructura, que algunos calculan se encuentra en US$120 mil millones, y para descentralizar los proyectos de todo nivel.
También se puede dar apoyo al plan de diversificación productiva, pero para ello se debe incrementar la inversión en ciencia y tecnología drásticamente, hoy está en apenas 0,15% del PBI. Asimismo, se debe elevar la calidad educativa que reciben los jóvenes.
— ¿De estas 71 universidades que dictan carreras de ingeniería, cuántas tienen un buen nivel?
Solo apenas el 10%. Este pequeño porcentaje de universidades es la que certifica su calidad, desarrolla investigación y tiene buenos laboratorios.
— ¿Hay esperanzas para el 90% restante?
La nueva ley universitaria exige que las universidades cuenten con un vicerrectorado de investigación, que obviamente debe tener un presupuesto para esa tarea. Eso puede contribuir a que mejoren su calidad. Otro punto que debemos tener en cuenta es la calidad de quienes ya salieron.
— ¿A qué se refiere?
Me refiero a que hoy para ejercer como ingeniero, además de contar con un título universitario, solo se requiere estar colegiado. Lo que se debería hacer, como en otros países, es certificar las competencias de cada ingeniero. Es decir, que pasen una prueba. Ese trabajo lo puede hacer el mismo Colegio de Ingenieros del Perú (CIP).
— Mencionó que existen más de 140 especialidades de ingeniería en el Perú. ¿Se debe trabajar en reducirlas?
Sí, creo que son demasiadas y las propias universidades deberían racionalizarlas. [Nota de redacción: la UNI prevé tomar ese camino] Hay muchas que comparten un ‘syllabus’ bastante similar y sus nombres solo responden a terminologías.
— ¿Esta información que tienen a quién se la han proporcionado?
Les informamos a miembros del Consejo Nacional de Educación (CNE) y quedaron sorprendidos. Nuestro interés es que el tema se ponga en agenda.
— ¿Qué otras acciones harán?
Hemos firmado un convenio con ProCalidad para realizar un estudio más detallado del tema y saber también cuántos ingenieros hay en actividad