Más de 30.000 personas abarrotaron el estadio de Matute el 6 de octubre de 2022. Se jugó la final entre Alianza Lima y Mannucci, pero de equipos femeninos. No solo fue la tercera asistencia más grande de Sudamérica y la décima en el mundo para un partido de damas, sino que también el Perú entró en una tendencia distinta: la del aliento por igual, a duelos con público y a ser más visibles. ¿Comienza una nueva era rentable y profesional para la liga femenina peruana?
Este viaje empezó hace muchos años, pero, por falta de promoción, no se generaban espacios y hasta se prohibía su práctica. El primer galardón peruano en esta disciplina llegó en 1998, cuando en la primera Copa América de Argentina –organizada por Conmebol– la selección peruana femenina alcanzó el tercer puesto en el campeonato.
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Según Mariela Drago, gerente general de la Fundación Deporte en Igualdad, la liga femenina peruana de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) existe desde hace varios años con cortes y se jugaba en un torneo parecido a la Copa Perú.
Cuenta que en el 2021 se logró dar visibilidad a las mujeres dentro de este deporte, gracias a empresas que apostaron por el desarrollo del fútbol femenino, buscando romper las barreras existentes y fomentando la igualdad de género dentro y fuera de la cancha.
Señala que un “golazo” fue la transmisión por televisión (Movistar Deportes) en su totalidad de la primera edición de la Liga Femenina en un año atípico a causa de la COVID-19. “Esto ha sido una gran iniciativa que ha impulsado (el fútbol femenino peruano)”, acota.
Sin embargo, indica que aún hay mucho por realizar, pero se va dando pasos en busca de la profesionalización del fútbol femenino, que implica tener contratos profesionales, más marcas que apuesten por este mercado, y que las mujeres puedan ver este deporte como una carrera.
Perfil de jugadoras
El 2021 Drago lideró la investigación “Radiografía del fútbol femenino en el Perú” en colaboración con la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). El estudio señala que el 42,3% de jugadoras son menores de 20 años, mientras que un 28% tiene entre 21 y 25 años, 21,2% de 26 a 30 años, y 9,5% más de 30 años.
En esa línea, menciona que dichas cifras se mantienen vigente este año y que el Perú tiene una base de jugadoras jóvenes con cierta experiencia en campeonatos locales, quienes con un buen trabajo, formación y disciplina, serán de gran aporte a futuro, siempre y cuando se continúe con el proceso de profesionalización.
“El 70% es menor de 25 años, así que hay mucho talento en el fútbol femenino del Perú”, añade.
Contratos profesionales
En el informe también detalla que solo el 14% de las participantes cuenta con un contrato laboral, mientras que el 40% precisa que tiene un acuerdo escrito y el 16% un contrato verbal. El 30% restante no cuenta con ningún tipo de acuerdo y solo está inscrito en el torneo.
“Se sabe que al 2022, Alianza Lima ha cerrado siete contratos profesionales y son las únicas que han firmado, no existen más jugadoras con contratos profesionales”, dice Drago.
Comenta que para firmar un contrato profesional se tiene que dar un sueldo que les permita vivir del fútbol y eso implica estar en planilla.
“Los equipos, en su gran mayoría no tienen auspicios que involucren al fútbol femenino, entonces no generan ingresos, así que no se puede pedir, por ahora, que tengan contratos profesionales”, afirma.
Agrega que hay niñas que están empezando a soñar con una carrera en el fútbol y equipos como Alianza Lima, que están empezando a profesionalizar jugadoras con contratos, impulsan que este deporte en mujeres evolucione. “Ojalá que esto se pueda hacer en otros equipos”, subraya.
¿Cuánto ganan las futbolistas peruanas?
Una situación bastante preocupante son los sueldos: el 82% de jugadoras reciben una retribución inferior a S/ 500, lo que les permite principalmente cubrir sus gastos de transporte. Mientras, el 13% recibe remuneraciones entre S/ 500 a S/ 950 y solo el 5% obtiene más de S/ 950, según la investigación.
“El 82% de jugadoras cobran menos de 500 soles y muchas juegan gratis, eso señala la investigación y (esas cifras) se mantienen este año. Entonces, estamos hablando de chicas que juegan por amor a la camiseta y al deporte”, puntualiza.
Sostiene que las chicas trabajan (aparte de disputar los partidos) y estudian en muchos casos. Es decir, el fútbol femenino para ellas es un hobby, no un trabajo porque no reciben un sueldo para poder vivir de él.
En esa línea, la representante de la también Ligas Femeninas F7 manifiesta que se debe incentivar a las empresas para auspiciar. “Hay muchas, el tema es buscarla, trabajar y generarles valor dentro de la organización”.
Auspicios en la liga femenina
Para la experta en temas deportivos, este año se han visto marcas que están apostando por el mercado femenino, como un filtrante que auspicia a Universitario de Deportes, otra de chocolates a Alianza Lima y laboratorios –no tan grandes– a otros equipos.
Estos auspicios se suman a la marca deportiva Nike, que está en la liga en general, y a Pluspetrol que es el patrocinador principal del torneo femenino 2022.
“Ahí está la oportunidad de generar ingresos. Hay marcas que no tienen en su plan comercial pagar un auspicio de la Liga 1 (masculino), porque hay miles de soles de diferencia, pero para el fútbol femenino significa bastante”, refiere.
Exportación de jugadoras
Mariela Drago asegura que hay varias jugadoras peruanas que han participado de la liga colombiana, ecuatoriana y española.
“Esto es algo factible porque talento hay y es mejor que se desarrollen en el extranjero. Hay muchas chicas que juegan fuera porque viven en otro país”, explica.
Incluso, comenta que ya hay agencias de representación para poder exportar el talento de las futbolistas peruanas.
En cuanto a los “jales”, precisa que no hay muchos, salvo a excepciones de Alianza Lima, que por la competición al torneo de la Copa Libertadores se refuerza con extranjeras.
Los retos
El problema principal del fútbol femenino hoy es la falta de un plan de desarrollo por parte de la Federación Peruana de Fútbol, califica la experta.
“Ya terminaste el torneo local y no se sabe si el próximo año se va a volver a transmitir por televisión. Hace unos meses la FPF lanzó el plan de desarrollo en el Perú y solo se habló del fútbol masculino y de Fútbol 11, más no del femenino”, lamenta.
En ese panorama, Drago replica que si se quiere que el fútbol femenino peruano llegue a niveles de otros equipos, como crece Ecuador, Colombia, Chile, Brasil y Argentina se tiene que estructurar un plan de desarrollo, porque existe talento nacional.
Señala que en Chile hay un proyecto para profesionalizar, a lo largo de tres a cinco años, a todas las jugadoras de la primera división.
“Se tiene que seguir con una liga televisada porque genera un cambio total para el deporte. Lo que no se ve, no existe, y eso pasa en el fútbol femenino. Muchas personas pensaban que las mujeres no jugaban fútbol porque hay ese estereotipo del deporte de hombre... Además hay una responsabilidad de buscar auspicios para generar ingresos y así las jugadoras tengan un sueldo aceptable y puedan dedicarse solo a jugar fútbol”, detalla.