Se cumple casi un mes desde que el directorio de Petro-Perú emplazó al Gobierno a considerar tres opciones para terminar con el sufrimiento de la estatal: continuar inyectándole capital, aceptar su quiebra y/o liquidación o decidirse por una reestructuración profunda.
¿Es la liquidación de Petro-Perú una opción posible o aceptable? ¿Es la restructuración una mejor opción? Para responder a estas preguntas conversamos con José Antonio Jiménez, experto en restructuración e insolvencia empresarial del estudio Rebaza, Alcázar & De Las Casas.
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— ¿En los últimos días se ha hablado mucho de liquidar a Petro-Perú? ¿Es posible hacerlo?
Si bien Petro-Perú es de propiedad del Estado, está organizada como una sociedad anónima. Como tal, tiene un artículo en su propio estatuto que dice que puede ser disuelto de acuerdo a las disposiciones de la Ley General de Sociedades. O sea que, en rigor, esa decisión corresponde a la Junta General de Accionistas.
— ¿Entonces, sí puede liquidar a Petro-Perú?
Legalmente es posible, aunque en términos económicos sea la peor opción. Pero, ojo, tiene que hacerse bajo la Ley General de Sociedades, no bajo la Ley del Sistema Concursal en Indecopi.
— Economistas como Alejandro Indacochea advierten que la liquidación de Petro-Perú es el peor camino posible. Él recomienda la restructuración. ¿Está de acuerdo?
Correcto. El Perú no puede llegar a un escenario de liquidación (con Petro-Perú), porque es la peor opción. Lo cierto es que el Estado tendría que pagar toda la deuda de la empresa porque, de lo contrario, va a dejar acreedores impagos en un proceso de liquidación societaria que estaría fuera de las normas del Indecopi. Y eso va a dar opción a que los acreedores embarguen activos e inicien acciones de cobranza.
— Se dice que Petro-Perú tiene una deuda que supera los US$7 mil millones o US$8 mil millones. ¿El Estado tendría que pagar eso?
Claro. En el Gobierno de Pedro Castillo hubo una fuga de capital de US$6 mil millones de dólares. Ahora estamos hablando de una sola empresa del Estado que tiene una deuda de más de US$8.000 millones. Entonces, habría que cerciorarse de que los activos de Petro-Perú valgan esa cantidad para que pueda ingresar a un proceso de liquidación. Por eso, yo descartaría esa opción.
— ¿Podría ocurrir también que los bonistas de Petro-Perú enjuicien al Perú en EE.UU.?
Podría ocurrir, si de la noche a la mañana se liquida a la empresa y no les pagan. Habría que revisar los términos bajo los cuales se emitieron esos bonos, pero no creo que sea buena opción porque la figura del Perú como un país serio y que da seguridad a los inversionistas se vería afectada. Lo que sí creo que se podría pensar es en un escenario de reestructuración.
— ¿Cómo se haría esa restructuración?
La idea sería iniciar un procedimiento concursal dentro del cual se pueda realizar la reestructuración operativa y de la deuda. Porque la reestructuración de la deuda no va a caminar si no se hace la reestructuración operativa.
— ¿La restructuración de la deuda es necesaria?
La reestructuración de la deuda se tiene que hacer de todas maneras, pero no puede hacerse si no se conoce cuál es la capacidad de pago de la compañía. O sea, cuál es la generación de flujo de la compañía, pero bien operada. Las dos cosas vienen de la mano. No se puede reestructurar la deuda de una empresa si esta sigue generando pérdidas.
— ¿O al revés? ¿No se puede pensar en restructurar a Petro-Perú solo operativamente?
Tampoco. Lo otro es seguir poniendo plata de todos los peruanos para solventar a una compañía que siempre pierde dinero. Ambas cosas van de la mano porque la deuda de una compañía se paga en la medida en que pueda generar ingresos y flujos para honrar sus acreencias.
— ¿Para reestructurar la deuda de Petro-Perú hace falta emitir alguna norma legislativa?
Hay varias opciones. Generalmente este tipo de situaciones se resuelven en un procedimiento concursal donde se convoca a todos los acreedores, se hacen todas las reformas y se plantean opciones de pago para las acreencias, en términos que la empresa pueda pagar. De esa manera se protege el patrimonio de la compañía en beneficio de los acreedores. Y además permite obtener nuevos financiamientos. Ese tipo de norma concursal no la tenemos en el Perú.
— ¿Ese sistema concursal no existe en el Perú? ¿No lo tiene el Indecopi?
No. Para que grandes compañías como Petro-Perú puedan ingresar a Indecopi necesitamos, primero, modernizar nuestro sistema concursal, de tal manera que haya una norma efectiva y rápida que le posibilite obtener nuevos financiamientos.
— ¿Mientras eso no ocurra, donde se haría la restructuración?
Tendría que hacerse de manera privada, negociando con cada grupo de acreedores, lo cual puede generar una serie de costos y gastos y, además, con el riesgo de que el día de mañana embarguen los flujos de Petro-Perú o inicien alguna operación de cobro que afecte sus operaciones.
— ¿No hay casos de grandes empresas que han sido restructuradas en Indecopi?
Al Indecopi entran muy pocos casos al año. No pasan de 70, porque nuestro sistema concursal está un poco desactualizado. Reestructuraciones de grandes empresas en procesos concursales no hay. El último gran caso que tuvo Indecopi fue el Doe Run, empresa que finalmente no se pudo reestructurar y que terminó en un proceso de liquidación después de más de 13 años de procedimiento.
— ¿Entonces, no sería factible restructurar a Petro-Perú en el Indecopi ahora?
No tenemos una buena ley que permita hacer ese tipo de reestructuraciones. Todas las reestructuraciones son privadas, y allí se necesita la ayuda de los bancos, de los bonistas y de los proveedores, pero con negociaciones que son muy complejas, a diferencia de lo que ocurre en un proceso concursal en Indecopi, donde se puede negociar con todos juntos.
— ¿La restructuración no se podría llevar a cabo en Nueva York?
De lo que nosotros sabemos, un Chapter 11 solo funciona para las empresas que son privadas. Cuando las empresas tienen accionariado del Estado existen ciertas restricciones que dificultan que el juez norteamericano les permita ingresar. Puede ser interesante, pero no está permitido. Además, un tema importante que es que la ley concursal peruana señala que las empresas domiciliadas en el país no pueden acogerse a un proceso concursal en el exterior.
— Si entiendo bien, lo ideal sería restructurar a Petro-Perú en Indecopi, pero solo si se moderniza el sistema concursal.
Claro, porque estaríamos hablando del proceso concursal más grande de la historia del Perú con más US$8.500 millones de deuda. Si el proceso no se moderniza, no sabríamos cuando la compañía va a salir del concurso. Entonces, lo que hay que hacer es modernizar el sistema concursal para permitir que las empresas en restructuración puedan levantar nuevos financiamientos, protegerse patrimonialmente y llevar a cabo, en paralelo, toda la reestructuración de la deuda.
— ¿Y si la reestructuración no funciona?
Si se fracasa en la reestructuración, entonces, el siguiente camino tendría que ser su liquidación. Pero creo que no se debería pasar un proceso de liquidación si es que el Estado no realiza antes todos los esfuerzos para lograr la reestructuración de la deuda.
— ¿La liquidación es la última opción posible?
Petro-Perú, con toda seguridad, sí tiene un valor como empresa en marcha, el cual es mayor al de sus activos en liquidación. No es la decisión más razonable.
— ¿Qué se puede hacer para modernizar el sistema concursal?
Hay una propuesta de modificación que el Ejecutivo presentó al Congreso hace varios meses, la cual podría ser revisada con ocasión del caso de Petro-Perú, a fin de mejorarla. Eso sí sería un aspecto bastante positivo para este tipo de empresas.