Las medidas anunciadas por el Ejecutivo la semana pasada –algunas ya publicadas como decreto de urgencia– tendrán un impacto positivo en los bancos locales, consideró Moody’s en un informe.
Esto porque, según la calificadora, el paquete de propuestas elevará la demanda de créditos corporativos ante un crecimiento económico más dinámico. En este aspecto, la agencia crediticia resalta el decreto de urgencia que facilita la ejecución de obras públicas paralizadas por S/1.000 millones, que empezará a aplicarse el próximo año.
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El componente del PBI que se verá directamente afectado por la reactivación de estas obras será la inversión pública. “Dado que esta inversión se lleva a cabo a través de proveedores y contratistas privados, esto debería traducirse también en una mayor demanda de créditos empresariales bancarios”, explicó Sergio Urday, jefe de Estudios Económicos de la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc).
Sin embargo, solo una reactivación de la inversión privada (su dinamismo actual se explica por el sector minero) “se traducirá en un impulso notorio o más visible sobre los créditos”, añadió.
La colocación de préstamos corporativos se ha desacelerado desde un avance de 10% en diciembre del 2018 a 4,9% en setiembre de este año.
No obstante, el reporte de Moody’s prevé que la situación de los mismos mejorará. Esto, después de un año marcado por una crisis política que ha afectado el sentimiento empresarial, la inversión y la actividad económica general.
En los hogares
El informe de Moody’s también resalta que “los planes de acción social” –como el promover el alza del sueldo mínimo a inicios del 2020 ante el Consejo Nacional de Trabajo– aliviarán a los hogares endeudados (con un mayor poder adquisitivo). La deuda de los hogares ha aumentado constantemente desde el 2010 y alcanzó un récord de S/22.320 en agosto.
Asimismo, el paquete de medidas limitará los posibles riesgos de morosidad para los bancos que están más expuestos a las carteras de consumo e hipotecas, destacó el reporte de la agencia calificadora.
“Esperamos que el aumento continúe a un ritmo similar, debido a las bajas tasas de interés y los incentivos sociales recientemente anunciados que podrían aumentar el poder adquisitivo de los hogares”, indicó Moody’s.
No obstante, Asbanc subraya que para que exista un impulso en los créditos de consumo también es necesario que se observe una mejora en los indicadores de confianza del consumidor, pues en base a ello es que las personas y familias planifican su demanda futura y el financiamiento que requerirán para solventarla.
A decir de Enrique Castellanos, profesor de Finanzas de la Universidad del Pacífico, las medidas del Gobierno no tendrán “un efecto sustantivo en las cifras de los próximos meses”, dado que el sueldo mínimo afecta solo a la masa laboral formal. Según el INEI, esta abarca el 27% de la población económicamente activa.
En esa misma línea, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, dijo ayer que el sueldo mínimo no estimula la economía. “No es el salario mínimo lo que hace crecer los sueldos”, sentenció.
Por otro lado, Moody’s consideró que el aumento del salario mínimo de manera periódica –como lo plantea el Ejecutivo– podría dañar el empleo formal, pues considera poco probable que estos incrementos coincidan con una mejora de la productividad.