La semana pasada, el Banco Central de la Reserva (BCR) emitió el último lote de las monedas alusivas a la rana gigante del Titicaca, que pertenece a la Serie Numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú”.
Esta serie, que comenzó a circular desde mediados del 2017, conmemoró a diez animales en peligro de extinción, entre los que se encuentran también el gato andino, el mono choro cola amarilla, el suri, el jaguar, la pava aliblanca, el tapir andino, el cóndor andino, el cocodrilo de Tumbes y el oso andino de anteojos.
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Sin embargo, esta no fue la primera emitida. Este trabajo del BCR inició en el 2010 con la emisión de la Serie Riqueza y Orgullo del Perú, que cuenta con 26 tipos, y posteriormente con la Serie Recursos Naturales del Perú, conformada por cuatro.
Para Abraham de la Melena, especialista del Análisis del Circulante y también en la impresión de billetes en la Casa Nacional de Moneda del BCR, el resultado de este proceso fue satisfactorio por la gran recepción que tuvo en el público, así como también por la cultura numismática promovida.
“Mucha gente se preocupa por coleccionar estas monedas y, a su vez, ayuda a tomar consciencia de la importancia que tiene la conservación de los animales”, dijo De la Melena en diálogo con El Comercio.
El especialista del Análisis del Circulante detalló que de las tres series, la de “Fauna Silvestre Amenazada del Perú” produjo una mayor expectativa en el público por abordar un tema sensible socialmente.
Y dentro de esta, indicó que la moneda alusiva al oso andino de anteojos fue la que tuvo mayor demanda, principalmente, por ser la primera anunciada de este grupo.
De la Melena contó que, en general, se fabricaron 100 millones de monedas para esta serie, con un promedio de 10 millones para la alusión de cada animal.
“[Si bien esta seria de animales destacó la alusiva al oso andino de anteojos] todas las monedas tuvieron una muy buena demanda. [Pero es importante resaltar también que] no todas las monedas que se emiten quedan en circulación, sino que muchas de ellas son atesoradas con fines de colección”, apuntó el funcionario.
EL PROCESO PARA LAS MONEDAS
Abraham de la Melena explicó que para producir cada moneda conmemorativa se solicita la colaboración de entidades especializadas.
En el caso de la Serie Numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú” se apoyaron en el Ministerio del Ambiente para definir los 10 animales en peligro de extinción. Luego de la elección, pasó por la aprobación del directorio del BCR. El siguiente paso fue contactar a expertos en historia sobre el animal para realizar los afiches técnicos que acompañen a las monedas.
El proceso de fabricación per se, en todos los casos, inicia con la digitalización de la imagen.
Se continúa con la producción del utillaje, proceso en el que se agrupan las herramientas y utensilios necesarios para fabricar la moneda. Así, el diseño digital es plasmado en una maqueta de plastilina para darle relieve.
La siguiente etapa es traspasar el molde de la plastilina -que contiene la imagen que irá en la moneda- a una resina epoxi, una especie de yeso sumamente duro. Este, seguidamente, pasa por un pantógrafo reductor para impregnar el dibujo en punzones, una herramienta que sirve para elaborar el cuño, que finalmente es el molde para las monedas. Esto da paso a que en los cospeles, que son las monedas sin ninguna grabación, se estampen las figuras elegidas.
"Así, en el proceso se tiene un diseño digital, una plastilina, una resina, un punzón, un cuño y con eso se produce la moneda", subrayó De la Melena.
En el área de fabricación de la Casa Nacional de Moneda, las máquinas producen 750 monedas de cada tipo en cada minuto, superando así las 40.000 unidades por hora.
El funcionario detalló que todo este proceso, desde que se tiene la imagen aprobada por el directorio hasta la moneda grabada, demora aproximadamente tres meses. La etapa que demanda mayor tiempo es el tallado que realiza el escultor, que llega a tomar hasta dos semanas.
SIGUIENTE PASO
Recientemente, las monedas alusivas al jaguar y el suri ganaron el primer y segundo lugar, respectivamente, de la categoría “mejor moneda en circulación” en la quinta edición 2018/2019 de los Premios LatiNum, que buscan incentivar el esfuerzo en torno a la calidad de diseño y la tecnología de acuñación.
Si bien este y otros premios posicionan en un buen lugar al país respecto a la numi internacional, De la Melena destacó que también se registran beneficio económicos debido a la exposición.
“En el 2015, la moneda alusiva al Templo Inca de Huaytará [Huancavelica] recibió el premio Nexonum [del Grupo Nexo de España], como la mejor moneda del mundo en la categoría moneda de curso legal. Semanas después de la premiación, el alcalde de Huaytará nos dijo que llegaron más turistas al distrito para conocer el Templo Inca”, contó el funcionario.
Así, a fin de seguir posicionándose en este rubro, De la Melena adelantó que el BCR está trabajando un proyecto relacionado al Bicentenario del Perú que vería la luz el próximo año, aunque aún no se conocen mayores detalles.
“El BCR está avocado a un proyecto numismático relacionado al Bicentenario. Todavía no hemos definido los motivos ni los materiales, pero ese será el tema. Esta serie será lanzada desde el 2020, probablemente, hasta el 2022 para conmemorar este importantísimo acontecimiento de nuestra historia”, puntualizó.