El Ministerio de Energía y Minas (Minem) aprobó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto cuprífero Tía María, a cargo de Southern Perú Copper Corporation – Sucursal del Perú (SPCC) y ubicado en la región Arequipa, y que demandará una inversión de US$1.300 millones.
Como se recuerda, a inicios del año 2011 se interrumpió este proceso por conflictos sociales en la zona de influencia del referido proyecto, sin embargo, la intervención del Minem ha permitido establecer un mejoramiento de las relaciones con las comunidades del entorno del proyecto.
Según informó la agencia Andina, Tía María, en sus 18 años de operaciones, estima emplear en su etapa de construcción hasta 3.500 trabajadores y para la etapa de operación unas 764 personas, además de los miles de empleos indirectos que genera la actividad minera.
Este proyecto cuprífero comprende la explotación de dos yacimientos a tajo abierto: La Tapada y Tía María, en donde se tratarán unas 100.000 toneladas métricas diarias para producir inicialmente 120.000 toneladas métricas de cátodos de cobre anual.
El 5 de noviembre de 2013, SPCC presentó al Minem el EIA del proyecto Tía María, ubicado en el distrito de Cocachacra, provincia de Islay, región Arequipa. Este cumplió con los procedimientos de participación ciudadana y el 20 de diciembre del 2013 se realizó la audiencia pública en un local de ese distrito arequipeño. Esto generó protestas de los pobladores de la zona de influencia de la mina.
Durante el procedimiento de evaluación del EIA se recibieron observaciones de la población civil en general, las cuales fueron absueltas por SPCC y analizadas por el equipo multidisciplinario del Minem.
El proyecto Tía María cuenta con opinión favorable de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) del Ministerio de Agricultura y Riego; de la Dirección General de Salud (Digesa) del Ministerio de Salud y de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas del Perú de la Marina de Guerra de Perú.
La mejora de las relaciones con la comunidad ha facilitado cumplir con lo determinado en la ley y este nuevo relacionamiento ha permitido generar las condiciones sociales propicias para la continuidad del proyecto Tía María.
El agua para operar la mina será obtenida del mar mediante una planta de tratamiento por ósmosis inversa.