El desabastecimiento de gas licuado (GLP) para uso automotor registrado en los últimos días es una ‘clarinada de alerta’ para adoptar “medidas urgentes” porque nos adentramos en un crudo invierno, temporada que tradicionalmente recrudece esta problemática, advierten especialistas en hidrocarburos.
“Usualmente para junio y julio siempre hay escasez de GLP porque el invierno se acentúa y trae consigo oleajes anómalos que impiden que los buques (procedentes de Pisco y el extranjero) descarguen combustibles”, explica Abel Camasca, gerente general de la Asociación de Plantas Envasadoras de GLP (ASEEG).
MIRA: Escasez de GLP: reportan largas filas de vehículos en grifos durante toda la madrugada
Así ocurrió la semana pasada, cuando el mal tiempo impidió que dos buques procedentes de la planta de Pluspetrol, en Pisco, desembarcara su cargamento de GLP en los amarraderos de Solgas y Zetagas, en el puerto del Callao.
Las consecuencias se hicieron sentir días después, cuando los envasadores de GLP se quedaron sin inventarios y sin posibilidad de renovarlos – sus existencias duran tres días, por lo general – ocasionando escasez en los grifos de la capital.
El oleaje anómalo fue, ciertamente, el ingrediente principal de este evento, no atestiguado por la Metrópoli desde antes de la pandemia del COVID-19. Pero no fue el único.
FACTORES CRÍTICOS: OLEAJES Y OTROS
Abel Camasca relata que este problema se pudo haber solucionado fácilmente si Pluspetrol hubiera desembarcado el combustible por el Muelle 7 de Petro-Perú, como ha acontecido antes en emergencias similares.
Lamentablemente, eso no sucedió porque la empresa argentina adujo estar impedida por una clausula en sus nuevos contratos virtuales, que la obliga a desembarcar el combustible en los muelles de los clientes a quienes va dirigida la carga, y no en amarraderos ajenos.
“Como consecuencia, no se ha podido desembarcar una sola gota de GLP y eso ha incidido en que Lima se quede desabastecida, lo mismo que las regiones del norte”, señala Camasca.
Y es que el mal tiempo afectó también las operaciones de descarga en los puertos norteños, como el de Talara, “ocasionado que todo el mercado de Petro-Perú, prácticamente, venga a Pisco”, es decir, a la planta de fraccionamiento de Pluspetrol, indicó Samuel Vásquez, presidente de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL), en conversación con RPP.
Camasca precisa que la situación en el norte es más crítica porque el mal tiempo se ha juntado a las dificultades financieras de Petro-Perú, las cuales le impedían, hasta hace muy poco, adquirir combustibles a sus proveedores.
De acuerdo al especialista en energía César Gutiérrez, la petrolera estatal ya puede adquirir combustibles nuevamente porque ha cancelado todas sus obligaciones con el préstamo de S/750 millones que recibió del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) días atrás.
El problema advierte, es que de ese préstamo “no queda un centavo” y posiblemente necesite más dinero “hasta mediados del 2024″.
Por lo pronto, el mejoramiento del clima y la reapertura de los puertos desde el pasado 26 de mayo ha traído un respiro que debe ser aprovechado.
“Empezamos un invierno crudo, y esto se va a acentuar. El desabastecimento va a ser pan diario, y no queremos pasar unas Fiestas Patrias con estos problemas. Por eso hay que tomar medidas ya”, advierte Camasca.
¿Qué medidas se pueden y deben tomar?
PETRO-PERÚ Y EL MERCADO DE GLP
Lo primero de todo, señala Camasca, consiste en ‘corregir’ los contratos virtuales de comercialización de GLP de Pluspetrol para que permitan desembarcar el combustible por el Muelle 7 en casos de emergencia.
Y, en paralelo, buscar la manera de que Pluspetrol asigne un mayor volumen de GLP a Petro-Perú para que atienda su Petro-red, que es la única que llega hasta el Vraem y el oriente peruano.
Apunta que para ese fin están buscando una reunión tripartita entre Pluspetrol, Petro-Perú y la Aseeg, porque de las 20 mil TM que la empresa argentina despacha por mar, “solo 3 mil TM se asignan a Petro-Perú, y eso, cada15 días”.
Al respecto, Gutierrez advierte que este planteamiento funcionará sí y solo sí la petrolera estatal toma la decisión de convertirse en un abastecedor importante del mercado de GLP, porque es una de las empresas “que menos volumen de GLP traen”.
“Petro-Perú debería tener más cuota de suministro por parte de Pluspetrol, y si no la tuviese, llegar a importar y tener un almacenamiento temporal vía barcos ya que la obligación de infraestructura permanente no se ha cumplido”, señala.
En efecto, un problema de fondo que incide en el desabastecimiento de GLP en época de oleajes es el incumplimiento de la norma que obliga a los comercializadores de GLP a contar con almacenamiento mínimo de 15 días.
Se de una disposición que no cumple ni siquiera Petro-Perú, por “laxitud del Estado”, anota Gutiérrez. Por ello, instó al Gobierno a hacer cumplir esta norma, cuya ejecución se viene dilatando desde el 2015.