En entrevista, el economista jefe de Credicorp Capital, Daniel Velandia, remarca que las expectativas empresariales en el país han mostrado una leve mejoría hacia el largo plazo. Sin embargo, que se mantengan en recuperación dependerá de las medidas que pueda tomar el Gobierno en ejecución frente a El Niño. En el marco del Investor Conference, el economista también hizo un repaso sobre la situación de déficit fiscal en el país y habló sobre las posibilidades de superar este año la meta fijada por ley.
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—Credicorp ha destacado la mejora de las expectativas empresariales en el país, ¿cómo descomponen los factores que están incidiendo en dicho hecho?
No es coincidencia que el Perú tenga el peor comportamiento de su demanda interna en más de 20 años con las mayores tasas de interés en más de 20 años. Lo primero que se esperaría en cualquier país es que en la medida que haya expectativas de reducción de inflación y de recortes de la tasa de interés, los empresarios poco a poco tengan más optimismo. En buena parte, la recuperación de la confianza se explica por eso. A eso le sumas, en mi opinión, la estabilidad política. Hace unos meses, a principios del Gobierno de Dina Boluarte, la mejor apuesta era que no duraba más de mes y medio de Gobierno. Hoy en día el consenso del mercado, de los inversionistas, economistas y diría empresarios es que van a estar hasta el 2026. Y obviamente eso te da un impulso de confianza. Creo que es la mezcla de 2 cosas. Difícil darle una ponderación a cada una. Además, en la primera parte del año, el Perú enfrentó choques climáticos fuertes y se espera que eso no se repita indefinidamente. Pensamos que particularmente en el segundo trimestre del próximo año habrá un repunte más claro sobre la economía.
—Esa mayor confianza y percepción de estabilidad política no es propiamente atribuible a las acciones hechas por el actual Gobierno, sino que es una clara mejora comparada con el gobierno de Pedro Castillo. Digamos, una mejora casi instantánea.
Hay una coincidencia entre analistas políticos de que el periodo de Castillo fue uno de los más complejos que ha vivido el Perú. Nunca olvidemos que durante ese periodo se dio la mayor salida de capitales de la historia. La llegada de Boluarte inmediatamente te mejora un poquito las condiciones. Efectivamente, sin hacer mucho. Solo con llegar el cambio. Desde la partida entras ya con una valla tan baja, que [las expectativas] te mejoran inmediatamente. Yo en lo personal he aplaudido que el Gobierno haya comprometido mucho dinero para el tema de obras de prevención para enfrentar las dificultades climáticas recientes. Hablamos de dos puntos del PBI de recursos comprometidos. Simultáneamente, se está intentando mandar un mensaje muy positivo de inversión. Entonces, desde el punto de vista de los anuncios, sí se está ganando más confianza. La duda está en que se ejecute. Lamentablemente uno de los grandes desafíos para el Perú es la no ejecución del gasto público.
—Entonces no hablamos de una mejora de la confianza cerrada, sino una que todavía es expectante.
Yo diría que el mercado es cauto, pero sobre todo que sí tiene la percepción de que el equilibrio es frágil. En el sentido en que tú tienes el Congreso y a Boluarte con baja popularidad. Algo te dice que no está totalmente consolidado. El equilibrio es frágil, además, por el fenómeno de El Niño. Eso es particularmente importante porque, si bien no es un escenario como tal, hay un riesgo. Si el fenómeno de El Niño es fuerte en el verano, si llega a haber una afectación importante y no llegan los recursos que han comprometido, socialmente puede haber un efecto. Si tú me preguntas a mí, si no fuera por el fenómeno de El Niño, yo creería que el riesgo de que pase algo en lo político o social es mucho más bajo. Pero el Fenómeno de El Niño puede traer de pronto tensiones . Ahí es clave que el Gobierno llegue.
—Hablando de ello, le pregunto por el escenario fiscal y las contingencias ante El Niño. Ustedes proyectan un déficit de 2,5% al cierre del año, una décima por encima del tope de ley. ¿Eso sería un problema para el país?
Está controlado porque en el Perú hay varias reglas fiscales. Mi opinión es que la más importante, de lejos, es el nivel de deuda. Y por ahora hay una regla que permite que la deuda esté por debajo del 40%. Casi toda la década está por 32%. Entonces, no es un riesgo. Ahora, una, dos o hasta tres décimas de desviación del déficit fiscal es completamente compatible con la necesidad de enfrentar un choque como El Niño. Bajo cualquier circunstancia en, cualquier país del mundo, si tú tienes un fenómeno climático, esa es una de las válvulas de escape para incumplir de manera temporal una regla. Porque, efectivamente, es algo que es completamente extraordinario.
—¿Y no afectaría la calificación crediticia del país o la credibilidad fiscal?
Para mí, no. Desde que esté bien justificado, no. Ahora, ¿pueden bajarle la calificación al Perú? Yo creo que todo es posible. De hecho, todos los ‘outlook’ están negativos. Entonces sí cabe en la posibilidad. Pero, sinceramente, yo esperaría que las calificadoras no lo hagan porque hay mayor estabilidad política -que era la primera amenaza cuando bajaron el ‘outlook’- y por el nivel de deuda. Yo siempre hago la comparación con Chile: un país con tres notas por arriba del Perú y con una deuda del 40% . Entonces, ¿por qué habría de tocarle la calificación a un país que, si se eleva un poquito el déficit, es porque necesita hacerlo por el Fenómeno de El Niño? Todo puede pasar. Las calificadoras, a veces, miran cosas que uno no está mirando detalladamente. Pero tú miras deuda pública, déficit, estabilidad política y yo creo que todo debería de mantenerse igual.
—Su proyección de déficit está en 2% para el 2024. ¿También por El Niño?
Sí, porque creemos que al Gobierno le va a costar ejecutar. El Fenómeno de El Niño te lleva a eso, pero la discusión en si [el mayor déficit] te lleva a la pérdida de credibilidad... yo te diría lo siguiente: hoy en Colombia se está discutiendo si se va a incumplir la regla fiscal del 2024. ¿La probabilidad es alta? Te diría que sí. En Brasil, es curioso, se comprometieron a un déficit y todos felices. Pero presentaron el presupuesto y eso como que no cuadraba. México hizo un movimiento realmente increíble hace dos semanas: dijo que esperaban un déficit de 2 y medio y ahora es de 4%.
"En el relativo, Perú sigue estando infinitamente mejor fiscalmente que el resto de países"
—Para el 2024 ustedes esperan un crecimiento económico del 2% para el Perú. ¿Bajo qué escenario de El Niño?
Moderado.
—Y si El Niño fuera más grave, esa proyección tendería a bajar. ¿Qué tanto?
El Fenómeno de El Niño en el Perú es diferente. Si se desalinean los planetas y el Fenómeno de El Niño también sigue siendo fuerte en el verano, pues quiere decir que el país tendría de el fenómeno más largo de la región y se acumula el efecto. Hemos estimado siempre que un El Niño fuerte le cuesta masomenos 2 puntos al crecimiento. Lo que hemos visto este año ya básicamente lo refleja. Teníamos una proyección de crecimiento para este año de 2,3% y ya estamos en 0,6%. Con esto, no es que yo te diga que el próximo año -que estimamos 2%- El Niño le resta dos puntos y el crecimiento podría ser cero. No, porque ya hay un gran efecto. Ya se paralizó la pesca, ya la agricultura ha tenido un efecto. Eventualmente podía ser algo mucho menor que esos dos puntos. Como ya hemos venido sintiendo el impacto, yo no diría que de 2% va a pasar a cero. Pero se puede perder entre medio punto y un punto.
—¿Qué tanto se prolongaría el impacto? Los eventos ocurridos en la primera mitad del año con el ciclón Yaku y el Niño Costero tuvieron una incidencia sobre todo el primer semestre. Incluso hoy tienen efectos postergados sobre la cosecha de algunos cultivos.
El primer trimestre es el más complicado. Lo que hemos visto en Perú, es bien interesante: el efecto es realmente temporal, sobre todo en precios, agricultura y demás. Y por eso ahí sí yo creo que, por ejemplo, en los efectos inflacionarios podría haber de corto plazo, pero lo que solemos ver es que en segundo semestre casi que se corrigen completamente. Ahora, vale decir que el impacto ahora va dependiendo mucho de la acción del Gobierno: si no hacen absolutamente nada y llega un Niño fuerte, pues sí se complican las cosas. Por eso te digo que yo creo que el impacto de El Niño en el 2024 podría ser, en un extremo, de un punto menos de crecimiento. Tenemos un factor muy positivo: el efecto base estadístico de la primera mitad del año es muy positivo.
"Para que el Perú tenga 0% el otro año tendría que pasar algo realmente escandaloso"
—Hablando de inflación, el BCR -a raíz de El Niño- ya se ve complicado que cierre en 3% el año. ¿Ustedes ven una situación similar?
Hay algo interesante allí. Usualmente el Fenómeno de El Niño, cuando llegaba antes, la inflación subía. Pero porque estábamos en inflación normal. Ahora nos agarró con una inflación anormal. Así que efectivamente mi opinión es que no está el riesgo de que llega el FEN y la inflación suba nuevamente. Efectivamente, lo que creo es que terminas impactando es en la velocidad con la que cae. Algo muy positivo o por lo menos muy favorable en el relativo es que Perú es el único país de la región donde la inflación subyacente está por debajo de la total. Y esa es un ancla. Sí reconocemos el riesgo de que el descenso sea más lento con el FEN, pero por ahora no nos va a cambiar la proyección de cierre del 2024 que es del 3%. Ahora, sobre la meta de este año…Habíamos diferido siempre de la proyección del Banco Central de Reserva del Perú, pero sí te ayuda mucho lo de la inflación subyacente. En ese orden de ideas, Velarde ha sido muy enfático en decir que tiene que ser muy cuidadoso con la bajada de tasas.
—La FED ya ha deslizado una posible alza de tasas. Eso limitaría las decisiones que tome el BCR.
Yo de alguna manera leo el mensaje del Banco Central y esperaría incluso que hiciera una pausa en octubre, que no la bajen. Tal vez cada dos meses, por ahora. Porque bajar tasas y que la FED suba en noviembre, puede complicar más la situación.
—Y, volviendo a mi pregunta inicial, ¿todo ello no golpearía a la parte de las expectativas empresariales que confiaban en la reducción de la tasa?
No necesariamente y ese es un buen punto. Nosotros hemos dicho y está el riesgo de que el descenso sea lento, pero no nos cambia para nada el nivel final de la tasa. Y, claro, en el corto plazo, un inversionista puede decir ‘no, pero se van a demorar en bajar la tasa’. Pero, digamos, a lo mucho serán tres o cuatro meses más. Que después de semejante golpe de lo que hemos visto en los últimos dos años de política monetaria, que te aguantes un poquito más... Igual, al final, la bajada de tasas no pega inmediatamente en la economía. Realmente una bajada de tasas en la economía mínimo se siente en seis meses en adelante. Entonces el mensaje es que Velarde va a ser cauto, pero el nivel final de la tasa no va a cambiar.