En entrevista, Ana María Choquehuanca hace un repaso de la situación de las pymes en el 2022, así como de la actual crisis política.
—¿Cuál es el balance que hacen sobre el desempeño de las pymes este año?
Este año ha sido muy difícil. Por casi dos años tuvimos una paralización total ante una pandemia que aún no nos deja, y el presente año estuvo marcado por la coyuntura política y económica. Ya en el tercer trimestre del 2022 se veía una desaceleración en la economía de 17 regiones. Ahora tenemos una crisis que ha afectado la campaña navideña para la cual, según la Cámara de Comercio de Lima, las pérdidas llegan hasta un 33% en el sector ‘retail’ frente al 2021.
MIRA: Congreso aprueba adelanto de elecciones generales para abril del 2024
—Evaluándolo por sectores productivos, ¿cuáles son los más afectados?
El turismo es uno de ellos. La Cámara de Comercio de Cusco estima que en promedio se pierden S/3 millones por día en actividad turística, que incluye toda la cadena: hoteles, restaurantes, entre otros. Pero creo que lo que nos va a costar recuperar es la confianza del turista. De aquel que, por ejemplo, se quedó confinado en Cusco sin poder tomar un avión.
—Frente a todo ello, ¿qué ha sido lo más desafiante para las pymes este año?
Yo creo que la pérdida de empleo ha sido lo más sensible. Porque son familias que en este momento no tienen un ingreso y, por tanto, no pueden cubrir necesidades primordiales. La manufactura, que genera alto nivel de empleo, se ha visto afectada porque las empresas aún mantienen créditos de Reactiva y no han tenido cómo responder con el pago.
—¿Qué es, entonces, lo que necesitan hoy las pymes como condición mínima para recuperar su actividad?
Lo que más queremos es tranquilidad para trabajar, y eso va unido a un ambiente de paz social y diálogo entre autoridades. A un ambiente en el que el Gobierno cumpla su rol. Desde el golpe de Estado dado por Pedro Castillo, el país ha visto una serie de hechos cargados de violencia. ¿Es que acaso quemando una planta de leche yo aclaro mi posición? ¿No se ha pensado que hay 16.000 pequeños lecheros que dejaban su producción en esta planta?
—En su opinión, ¿las fuertes manifestaciones reflejan el sentir del ciudadano peruano?
Nosotros lamentamos profundamente el fallecimiento de peruanos. Los instigadores de la violencia tienen que responder ante la justicia. Tenemos derecho a protestar y a marchar, pero no de la forma en que se ha dado. Vemos protestas que no están vinculadas con la demanda ciudadana. No sabemos con quién se dialoga. Entendemos que hay un descontento con la situación política y social que vive el país. Esto se puede mejorar.
—¿Mediante nuevas elecciones? El Congreso ya aprobó, en primera votación, adelantarlas al 2024.
El adelanto de elecciones tendría un impacto en la economía, pero hay que hacerlo. El impacto sería a todo nivel y afectando a la empresa pequeña formal, pero hay que darlo porque la población así lo exige. Además, hay que recordar que los empresarios no solo miran precios de materia prima. Miran estabilidad y reglas de juego claras.
—¿Cuál es el camino de aquí hasta el 2024 para evitar lo sucedido en los últimos años?
Se habla de una reforma con tantas aristas. Pero lo que hay que plantear es la seguridad de que no van a ir al Congreso ni a elecciones presidenciales quienes tienen procesos por delitos, ponerles candado. Para que podamos tener al frente autoridades probas, que velen por los intereses del país.
—¿Y desde el Ejecutivo?
Esperamos que con esta decisión se estabilice un poco la situación del país. Luego, esperamos que se plantee una política que conlleve a la atracción de inversiones. De alguna manera, debemos dar confianza.