Petro-Perú cumple hoy un mes a la deriva, sin presidente y con un solo director activo: el representante de los trabajadores, Antonio Manosalva. Esto, tras la renuncia del resto del equipo presidido por Oliver Stark, en respuesta a la parsimonia con la que el Gobierno acogió su plan para restructurar a la petrolera estatal.
Desde entonces se han voceado, por lo menos, dos nombres para sustituir a Stark. Uno, el de Alejandro Narváez, economista que gozaría de las simpatías de la presidenta Dina Boluarte por su condición de apurimeño y por su posición nacionalista en relación a Petro-Perú.
MIRA: Gobierno sobre Petro-Perú: “Nos estamos tomando el tiempo para poner un buen directorio”
Y otro, el de Pedro Gamio, miembro del directorio renunciante.
Al respecto, este Diario supo por varias fuentes que el Ejecutivo continúa apostando por Narváez, fundamentado en la premisa de que la tormenta de críticas en su contra ha amainado.
Una prueba de esto, a decir del propio Narváez, es un sondeo del pasado 29 de setiembre en la cuenta de X del diario Correo, según el cual dos tercios de 770 cibernautas consideran que el Gobierno no cometería “el peor error si coloca al izquierdista Alejandro Narváez en la presidencia de Petro-Perú”.
“La orden de la presidenta Dina Boluarte es que Narváez va de forma definitiva”, refiere una de las fuentes consultadas para este artículo.
Tal sería la seguridad con la que el Gobierno considera este delicado asunto que persistiría, incluso, en designar a Oscar Vera, ex ministro de Energía y Minas y líder sindical de Petro-Perú, como gerente de operaciones de Talara.
Esto, con la aparente intención de que ayude a solucionar los problemas técnicos de la nueva refinería, dada su (breve) experiencia como gerente corporativo de la misma en el 2022.
SIN CONSENSO
La designación de estos dos personajes echaría por tierra, sin embargo, los planes del Ministro de Economía y Finanzas (MEF) para retener en sus puestos a la mayoría de directores renunciantes, pues todos ellos han expresado de una u otra forma su rechazo a los designios nacionalistas de Palacio.
A entender de César Gutiérrez, expresidente de Petro-Perú, esta oposición de criterios sería la que impide la conformación del nuevo directorio de la estatal.
“La demora en la designación del presidente y de los directores de Petro-Perú se debe, indudablemente, a una puja al más alto nivel político entre la presidenta, el premier, y los titulares del MEF y el Minem”, señala el especialista en energía.
De hecho, el primer ministro Gustavo Adrianzén se disculpó hoy por la falta de consenso del Gobierno para elegir a los candidatos al directorio.
“Hay que buscar un directorio que marche unido. De nada sirve un directorio de tres por un lado y dos por el otro. Eso no hace caminar a la empresa”, dijo en RPP Noticias.
Trascendió que la Junta General de Accionistas (JGA) de la estatal iba a abordar la problemática del nuevo directorio el 9 de octubre, pero que no lo hizo por indisposición médica del ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, quien preside la junta.
Para Gutiérrez queda claro, sin embargo, que la decisión final será la planteada por Palacio pues “la presidenta está convencida de que Petro-Perú es imprescindible y que con voluntarismo estatista se solucionarán sus problemas financieros”.
MÁS RESCATES
Mientras el gobierno deshoja margaritas, la situación económica de la estatal desmejora.
Tanto es así que, según fuentes del sector, la petrolera no tendría dinero para remediar el último derrame de crudo, acaecido el pasado 3 de octubre en el Oleoducto Norperuano.
Es más, expertos en finanzas advierten que las vacilaciones del Gobierno para restructurar de una buena vez a Petro-Perú harán que el efecto del ultimo salvataje financiero (superior a US$2.692 millones, según la SNMPE) se diluya en el corto plazo.
“Cada día que pasa, esta es una empresa que está gastando el dinero que le han dado, pero sin ningún tipo de obligación o de hacer cambios porque todo lo que tiene que ver con temas administrativos, como el concurso del PMO, la convocatoria para contratar al restructurador y la autorización para empezar la venta de sus activos, todo eso ha quedado postergado”, advierte una fuente cercana a la estatal.
De acuerdo a Fernando De La Torre, exgerente corporativo de finanzas de Petro-Perú, “es altamente probable que un nuevo rescate financiero sea necesario antes de julio 2025″.
Esto, a pesar de los sucesivos rescates del Estado, que, desde el 2017 a la fecha, montan un total de US$5.000 millones con “el dinero de todos los peruanos”.
Se trata, señala, de un monto astronómico que, lamentablemente sería insuficiente, dado el déficit de capital de trabajo a nivel operativo de la estatal que, al 30 de junio 2024, totalizó US$1.268 millones.
CRONOLOGÍA
Oliver Stark asumió la presidencia de Petro-Perú el 12 de junio de 2024, en reemplazo del economista Carlos Linares. El plan de restructuración de la petrolera estatal, elaborado por su directorio, fue presentado al Ejecutivo en julio.
Después de un mes sin respuesta gubernamental, Stark y sus directores emitieron un comunicado de alerta, instando al Ejecutivo a restructurar a Petro-Perú o liquidarlo (27 de agosto).
Este comunicado abrió una brecha con Palacio de Gobierno, institución que en adelante hizo todo lo posible por forzar su renuncia. Esta ocurrió el 10 de setiembre. Cuatro días después (14 de setiembre) el Ejecutivo lanzó el último salvataje de Petro-Perú a través de un decreto de urgencia.