La clase media peruana descendió, en términos relativos, en siete regiones del país entre el 2011 y el 2014, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Una población de 39.827 peruanos de seis regiones del país pasaron al segmento vulnerable, paso previo a sumarse al grupo de pobreza, explicó el Iedep, que consideró que para identificar la clase media se debe tomar en cuenta a hogares con ingresos pér cápita diario entre los US$10 y US$50.
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"Esto es una clara consecuencia de la desaceleración económica que padece el país, sin embargo, dejar la clase media no significa que este grupo pase a ser pobre sino que se ubica en un franja intermedia llamada clase vulnerable", señaló César Peñaranda, director ejecutivo del Iedep.
Las regiones que disminuyeron su población de clase media fueron Huancavelica, Pasco y Amazonas, con caídas iguales al 2,3%, 2,2% y 2%, respectivamente. Les siguen Piura, Ucayali, Cajamarca y Madre de Dios, con retrocesos de 1,2%, 1% y 0,6% cada una. No obstante, en este último departamento se reportó un ligero aumento en términos absolutos.
En tanto, en el mismo periodo, las regiones de Ayacucho, Tumbes, San Martín y Junín lograron un leve avance en el segmento de la clase media, menor al 1%.
EL RETO DE EXPANDIR LA CLASE MEDIA
Se estima que hay 9,1 millones de peruanos que pertenecen a la clase media. Lima y Callao concentran el 53,8%, mientras que Arequipa, La Libertad, Piura y Cusco el 6,1%, 5,3%, 3,6% y 3,4% restante, respectivamente.
Empero, menos de cinco regiones del país poseen una población de clase media igual superior al 40% del total, mientras que en ocho regiones la clase media es menor al 15% de su población.
En este contexto, Peñaranda advierte la necesidad de reanudar la expansión de la clase media y contrarrestar la pobreza. Esto, en su opinión, se conseguirá solo si la economía retoma y sostiene un alto crecimiento económico, tal como ha sucedió en los últimos diez años, con excepción del 2009 y 2014.
"Para tal efecto es fundamental revertir la tendencia negativa de los últimos cuatro años en la productividad total de factores, generar un ambiente favorable a la inversión y exportaciones, preservando la estabilidad macroeconómica", anotó.