El 2 de octubre elegiremos nuevas autoridades regionales y locales. Una nueva oportunidad para que los ciudadanos pensemos en las capacidades que deben tener nuestros gobernantes para poder promover el desarrollo sostenible, generar inversión productiva y empleo, y así mejorar el bienestar de la población.
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Sería bueno imaginar que tenemos que elegir a una persona a la cual le voy a dar recursos (mis impuestos) para que los gestione de la manera más eficiente y eficaz, pero también para que realice inversiones que faciliten el desarrollo de nuestras actividades productivas y que generen regiones y ciudades vivibles. Por lo tanto, esa persona deberá ser una que haya demostrado tener capacidades de gestión de recursos y de capital humano, que tenga ejemplos de éxito en generar valor, que su actuar haya sido honesto, y que promueva la rendición de cuentas, entre otros.
En el presupuesto público 2022, la participación de los gobiernos regionales y locales alcanza el 48% en el presupuesto total y se estima que podría llegar al 52%, si no es más, con las transferencias que se realizan durante el año; es decir, tienen en sus manos más recursos que el gobierno nacional. Es importante mencionar también que de los S/22.945 millones del presupuesto en el sector salud, los gastos descentralizados a cargo de los gobiernos regionales y locales ascienden a S/9.978 millones, 43%; y en educación, son S/18.119 millones, es decir, 50,5% del presupuesto del sector.
Otro aspecto a destacar es la gestión de la inversión pública. Este año, el 21% del total presupuestado está a cargo de los gobiernos regionales, y el 37%, de los gobiernos locales, pero se pueden notar enormes diferencias entre departamentos, tanto en montos asignados como en ejecución. Por ejemplo, la Municipalidad Distrital de San Marcos en Áncash, La Municipalidad Metropolitana de Lima, la Municipalidad Provincial del Santa y la Municipalidad Distrital de Megantoni en Cusco tienen S/843,8 millones, S/364,1 millones, S/295,1 millones y S/229,4 millones, respectivamente, en su presupuesto institucional modificado del año, los más altos de todos. Sin embargo, su ejecución oscila entre 10% y 18%, a excepción de Lima. El Gobierno Regional de Moquegua lidera la ejecución con cerca del 30% y, en el caso de gobiernos locales de escala departamental, el Callao, Loreto y Lima han ejecutado alrededor de 32% de su presupuesto en inversiones.
Además, de estos datos vemos también que en muchas ciudades la gestión municipal deja mucho que desear. Es recurrente advertir que los municipios no recogen los residuos sólidos, y estos se acumulan en las calles o en las riberas de los ríos, generando contaminación y exposición de los ciudadanos a enfermedades. También podemos advertir que las pistas y veredas, y los parques y jardines no tienen un adecuado mantenimiento, y ni qué decir del ordenamiento territorial y la expansión desordenada de viviendas y de las fábricas.
No nos equivoquemos nuevamente. Si no garantizamos las capacidades necesarias para la función encomendada, no esperemos resultados distintos.