La victoria electoral del archiconocido opositor minero Gregorio Santos ha suscitado entendible preocupación por Cajamarca, donde hay US$9.208 millones en inversiones mineras comprometidas para esta década; pero los resultados electorales en las demás regiones no representarían una amenaza igual de grave para el sector, según analistas y empresarios mineros consultados por este Diario.
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Así, en opinión de Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú, el golpe ha sido fuerte en Cajamarca porque la población ha tomado una firme posición en contra de las inversiones mineras, lo que no ocurre en otras regiones.
“En los demás casos es menos grave, pues las autoridades electas pueden volverse más pragmáticas en el curso de su gestión, ya que son conscientes de que requieren inversión para tener canon y generar empleo. Lo hemos visto en la política nacional”, señaló.
Añadió que si bien la mitad del Perú se prepara para la segunda vuelta electoral (incluidas muchas regiones mineras), esta se desarrollará en un clima más atenuado, propicio para el desarrollo de propuestas.
“Las segundas vueltas tienden a ser más moderadas. Entonces, si los postulantes quieren captar al electorado, tendrán que hacerlo con planteamientos concretos, relacionados con beneficios para la población, ávida de recursos”, explicó.
Es el mismo parecer de Luis López Folegatti, coordinador del Grupo de Diálogo en Minería. A entender del sociólogo, la única elección preocupante para la minería es la de Gregorio Santos, en Cajamarca.
“Conga influye en el norte, pero no en el sur, que ha girado hacia una comprensión de que lo mejor es entablar buenas negociaciones con la minería para incorporarla a su modelo de desarrollo, en vez de oponerse a ella confrontacionalmente”, indicó.
Según López, la paralización de Conga (US$4.800 millones) afecta a un grupo específico de proyectos que incluye a Galeno (US$2.500 millones), Tabaconas, Tambogrande y Rio Blanco (US$1.500 millones), pero no a otros en la misma zona como Shahuindo (US$208 millones) o el megaproyecto La Granja, donde Rio Tinto reduce su inversión debido a escasez de fondos y no a conflictos sociales.
Carlos Gálvez, gerente de Finanzas de Cía. de Minas Buenaventura, también toma distancia de las lecturas prematuramente negativas.
“Decir que la minería está gravemente amenazada por los resultados electorales es una interpretación demasiado acelerada y hepática. El sector minero ha pasado por épocas como la del gobierno militar, el terrorismo y ha continuado”, refirió.
En su opinión, resta por ver cuál será la configuración de fuerzas al interior de las regiones, incluso en Cajamarca, pues “si un gobierno provincial o local se opone [a Santos], eso cambiará mucho las cosas”.
EL PESO DE LOS CONFLICTOS
La desaceleración de la inversión minera tiene su origen en los bajos precios de los metales, los mayores costos y la escasez de fondos de las empresas productoras y exploradoras, pero los conflictos sociales son también un factor a considerar.
Según Luis López, el sur está relativamente libre de conflictos, con la excepción de Moquegua, donde la elección de Jaime Rodríguez podría complicar la inversión minera.
Otra región con luz ámbar es Puno, que avizora una segunda vuelta entre Juan Luque y el radical representante aymara Walter Aduviri. En Apurímac también hay algo de peligro por la segunda vuelta entre Luis Beltrán y el opositor minero Michael Martínez.
La configuración de fuerzas al interior regional será un factor clave.
COMENTARIOS
► Carlos Gálvez: “Conga es un proyecto importante pero no el único que hay en el país”.
► Alfredo Torres: “Hay que poner mucho ojo a los candidatos con financiamiento ilegal”.
► Luis López: “No es cierto que la minería esté en jaque por las elecciones regionales y municipales”.