El arranque del sector automotriz en un escenario de aislamiento social ha mostrado algunos nuevos –y positivos– datos sobre la industria. El freno que enfrentó hace un tiempo la venta de vehículos parece recuperarse, aunque sin llegar a las cifras mostradas antes de la propagación del COVID-19.
Según explica a Día1 Alberto Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), en junio pasado se observó una mejor recuperación a la que se había previsto. Con esta tendencia revirtiéndose, durante el mes de julio, se vendieron 9.500 vehículos livianos, lo que representa un retroceso del 19% frente al mismo período del año 2019. “En meses anteriores [como mayo y abril] la caída fue de casi 100%”, recuerda.
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EN ASCENSO
Pese a este difícil panorama, la venta de furgonetas y pick-ups ha crecido un 13% en julio –en total, se produjo una facturación 1.985 unidades–. El ejecutivo resalta que se trata de vehículos utilizados como herramientas de trabajo. “En esta coyuntura, donde el delivery ha ganado fuerza, estas unidades de transporte han ganado tracción”, refiere.
Con esta opinión coincide Claudio Ortiz gerente de Negocios de Hyundai, quien afirma que el segmento que se está acelerando es el de vehículos comerciales livianos. Y sucede, revela, “por encima del promedio del año pasado”.
Con el asomo de este impulso, monitorear el comportamiento de la demanda se convertirá ahora en una tarea clave, dado que estos números se conocen en medio de un contexto en el que la bioseguridad se ha convertido en una preocupación fundamental.
“Hay que considerar que los vehículos particulares y las motos son un medio de transporte que evitan que muchas personas usen el transporte público”, indica Morisaki.
Sobre este mismo punto, Ortiz dice que observan un mayor dinamismo en el mercado en cuanto a la venta de vehículos particulares, que funcionan como una alternativa para que las personas puedan transportarse.
Si bien estos son los primeros vientos de una recuperación, para este año se espera una caída de 25 a 30% en cuanto a la venta de vehículos livianos en comparación a lo sucedido durante el año pasado. Ello teniendo en cuenta el análisis de variables que se realiza en el sector (confianza del consumidor, financiamiento y mercado vehicular).
“Si todo sigue en el escenario base que tenemos actualmente [sin presencia de un rebrote ni paralización de actividades económicas], estimamos que a inicios del próximo año podamos mostrar ventas mensuales similares a niveles prepandemia”, proyecta Morisaki a nuestro suplemento.
En esa línea, Ortiz señala que visualizan con mejores perspectivas el segundo semestre. “Vemos con buenos ojos la recuperación del sector y creemos que, a partir de julio, el mercado se va a ir recuperando”, precisa.
DIGITALIZACIÓN
Así como en otros sectores, la digitalización es un punto clave para que el crecimiento se pueda sostener pese a los efectos de la crisis. En ese sentido, se requiere especial énfasis en cuanto a la inmatriculación de los vehículos.
“Puedo hacer toda la experiencia [de venta] virtual, pero hay un proceso que sí depende de Sunarp, que no es digital. Y ese tema es lo debería trabajarse en el corto plazo”, manifiesta Morisaki.
Finalmente, Ortiz informa que han avanzado en la implementación de distintas herramientas de atención digital. Así, detalla que ahora pueden realizar videos para mostrar las características de los vehículos.
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