Wang Wentao, ministro de Comercio de la República Popular China, fue el encargado de leer el discurso en representación de Xi Jinping durante el APEC CEO Summit 2024. Instó a trabajar juntos para promover una globalización económica beneficiosa e inclusiva en beneficio de países y comunidades.
La autoridad china empezó el discurso destacando el volver a pisar suelo peruano después de 8 años. “Siento un cariño especial”, sostuvo.
Lea aquí el discurso completo de Xi Jinping
Aunque China y América Latina y el Caribe (ALC) están a miles de kilómetros de distancia, hemos venido intercambiándonos a pesar del vasto Océano Pacífico. Tan temprano como en la segunda mitad del siglo XVI, la “Nao de China”, cargada de seda y porcelana, ya emprendió su largo viaje hacia ALC, iniciando así los primeros contactos amistosos entre ambas partes.
Hoy, centenares de años después, los países de Asia-Pacífico con China y los de América Latina incluidos ya están profundamente integrados a la globalización económica. Ya somos una comunidad interdependiente de intereses comunes y futuro compartido donde todos prosperamos juntos o perdemos juntos. Al mismo tiempo, el mundo ha entrado en un nuevo período de turbulencias y transformaciones. El unilateralismo y el proteccionismo desenfrenados y la creciente fragmentación de la economía mundial amenazan con revertir la tendencia hacia la globalización económica. Los graves desafíos son, para nosotros, como navegar río arriba, si no avanzamos, retrocederemos. Es de nuestra decisión, ¿hacía dónde se dirige la economía de Asia-Pacífico?
La globalización económica, siendo un requerimiento objetivo para el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad y un resultado natural del progreso científico-tecnológico, representa una majestuosa corriente histórica. A pesar de los contravientos y resacas, la tendencia de avance de la globalización económica nunca ha cambiado. Obstruir la cooperación económica bajo pretextos de toda índole y obstinarse en dividir el mundo ya interdependiente es dar marcha atrás en la historia.
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Actualmente, la globalización económica está atrapada en un tira y afloja entre fuerzas impulsoras y obstructivas, pero las fuerzas impulsoras prevalecen todavía. Con el profundo desarrollo de la nueva ronda de la revolución científico-tecnológica y las transformaciones industriales, se registra una mayor celeridad en el proceso digital, verde e inteligente de la economía mundial, lo que ha acumulado fuertes impulsos para otra aceleración de la globalización económica.
Hemos de orientar acertadamente el rumbo de la globalización económica. Nos es imperativo rechazar el camino obsoleto que unos pocos países eligen para perseguir el dominio y la hegemonía. Nos es menester impulsar que la globalización económica surta más efectos positivos y entre en una nueva etapa de mayor vitalidad, inclusión y sostenibilidad.
Cuanto más difícil sea la coyuntura, más necesario será afianzar nuestra confianza. Hemos de trabajar juntos por promover una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva, para que beneficie mejor a distintos países y comunidades.
Primero, hemos de persistir en tomar la innovación como fuerza propulsora y promover un crecimiento robusto de la economía mundial. La innovación científico-tecnológica es la fuente de la productividad. Nos es menester poner en pleno juego el papel de empoderamiento de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes, e inyectar enérgico dinamismo a la economía mundial con la nueva ronda de la revolución científico-tecnológica. Debemos adherirnos al concepto de beneficiar a toda la humanidad con los resultados del desarrollo científico-tecnológico, ayudar a los países en desarrollo a fortalecer la construcción de sus capacidades al respecto, y facilitar el flujo de los conocimientos y las tecnologías a nivel mundial.
Segundo, hemos de persistir en avanzar en sintonía con los tiempos y promover la reforma del sistema de gobernanza económica global. Hemos de apegarnos al principio de consultas extensivas, contribución conjunta y beneficios compartidos, dar impulsos para que el sistema de gobernanza económica global refleje mejor la nueva realidad de la configuración económica mundial, y elevar continuamente la representatividad y el derecho a voz del Sur Global, con vistas a garantizar la igualdad de derechos, de oportunidades y de reglas para todos los países en la cooperación económica internacional. Debemos defender el sistema multilateral del comercio centrado en la Organización Mundial del Comercio, propulsar la estructuración de un sistema económico mundial abierto, y salvaguardar la estabilidad y la fluidez de las cadenas industriales y de suministro globales.
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Tercero, hemos de persistir en tomar un enfoque centrado en el pueblo y fomentar la subsanación de los desequilibrios en el desarrollo. La prosperidad y la estabilidad del mundo de ninguna manera se pueden basar en la creciente pobreza de los pobres y la creciente riqueza de los ricos. Un desarrollo común de todos los países es un desarrollo verdadero. En el desarrollo económico, es importante garantizar el bienestar del pueblo y cultivar un entorno de desarrollo inclusivo y beneficioso para todos. Es menester procurar una globalización económica centrada en el pueblo, que genere un desarrollo más equilibrado y oportunidades más equitativas, a fin de que diferentes países, estratos sociales y grupos de personas compartan juntos los logros de desarrollo. China espera que todas las partes se sumen activamente a la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG), aportando así sus fuerzas a la implementación acelerada de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y fomentar un desarrollo equilibrado y pleno de todos los países.
El APEC nació en las vísperas del fin de la Guerra Fría y en medio del surgimiento gradual de una nueva ronda de la globalización económica, y desde entonces ha asumido como misión promover la globalización económica. Ha hecho enormes contribuciones para fomentar la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión en Asia-Pacífico, promover los beneficios económicos mutuos entre sus miembros, y aumentar los intereses y el bienestar de los pueblos de la región. Manteniendo un robusto crecimiento económico, esta región ha creado el “milagro de Asia-Pacífico” mundialmente reconocido.
El éxito de Asia-Pacífico viene de nuestra dedicación inalterable a la defensa de la paz y la estabilidad regionales, de nuestra persistencia consecuente en el verdadero multilateralismo y el regionalismo abierto, de nuestra adaptación permanente a la tendencia predominante de la globalización económica, y de nuestro apego consistente al beneficio recíproco y el éxito mutuo.
De cara al futuro, Asia-Pacífico debe seguir siendo la locomotora para la globalización económica. Hemos de preservar los principios fundamentales e innovar, sacar brillo al sello distintivo de apertura e inclusión de Asia-Pacífico, forjar un flamante Asia-Pacífico verde y digital, promover la construcción de la comunidad de futuro compartido de Asia-Pacífico, y crear otros “30 años dorados” del desarrollo de Asia-Pacífico.
En julio pasado, el Partido Comunista de China celebró la Tercera Sesión Plenaria de su XX Comité Central, en la que se hicieron disposiciones sistémicas para una mayor profundización integral de la reforma en fomento de la modernización china y se plantearon más de 300 importantes medidas de reforma a implementarse dentro de 5 años, lo que inyectará fuertes impulsos para el desarrollo socioeconómico de China, y traerá más oportunidades nuevas para el desarrollo del mundo.
China va a profundizar de forma integral la reforma y seguir inyectando poderosas fuerzas motrices a la economía mundial. China va a construir una economía de mercado socialista de alto nivel, crear un entorno de mercado más equitativo y dinámico, y hacer que la asignación de recursos sea lo más eficiente y productiva posible. China ha acometido lo más duro y logrado avances significativos en áreas prioritarias como la reforma del sistema fiscal y tributario, la construcción de un gran mercado unificado nacional y el impulso del nuevo tipo de urbanización. China ha tomado medidas bien enfocadas para estimular el consumo y ampliar la demanda interna, a fin de aumentar sin cesar la eficacia de la reforma. Las importantes medidas de reforma adoptadas por China van a promover enérgicamente la continua recuperación y mejora de su economía. China tiene plena confianza en cumplir la meta de crecimiento económico de este año, y seguir desempeñando su papel como el mayor motor para el crecimiento económico mundial.
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China va a promover el desarrollo de alta calidad y seguir liderando la mejora de calidad y eficiencia de la economía mundial. En la primera mitad de este año, tanto la industria manufacturera como la de servicios de alta tecnología han logrado un crecimiento de dos dígitos en inversión, y la estructura económica y el modelo de crecimiento vienen optimizándose. China va a desarrollar fuerzas productivas de nueva calidad conforme a las condiciones concretas, promover la integración profunda de la economía real y la digital, desarrollar activamente el sector servicios, reforzar la construcción de infraestructuras modernas, y aumentar la resiliencia de las cadenas industriales y de suministro. China está comprometida a promover la construcción conjunta de la Franja y la Ruta de alta calidad, y trabajar con todas las partes socios para forjar una red de conectividad caracterizada por el transporte integrado terrestre-marítimo y el desarrollo coordinado.
China va a avanzar firmemente en el camino de desarrollo verde y seguir proporcionando importantes fuerzas motrices para la transición verde global. En los últimos años, China viene aumentando el “coeficiente verde” de su desarrollo socioeconómico, y es el primer país del mundo en hacer realidad el “aumento cero” de tierras degradadas. El área de forestación recién aumentada de China representa un cuarto de la del mundo. China promueve activamente el desarrollo de la industria de nuevas energías y la cooperación internacional en minería verde, perfilándose como uno de los países que más rápido reducen la intensidad energética. Con sus productos eoloeléctricos y fotovoltaicos, China ha ayudado a otros países a reducir la emisión de dióxido de carbono en unos 810 millones de toneladas y a tener acceso a energías limpias, confiables y asequibles, haciendo así importantes aportes a la respuesta global al cambio climático.
China va a construir nuevos sistemas para una economía abierta de más alto nivel y seguir compartiendo con el mundo oportunidades de su desarrollo. La apertura es un distintivo de la modernización china. En lo que va del año, China ha suprimido por completo las medidas restrictivas de acceso de los fondos foráneos al ámbito de la industria manufacturera, y ha establecido por primera vez a nivel nacional el sistema de administración de la lista negativa para el comercio transfronterizo de servicios. También ha promovido la ampliación ordenada de la apertura en áreas como telecomunicaciones, Internet, educación, cultura y salud, y ha tomado pasos proactivos para alinearse con las reglas económicas y comerciales internacionales de altos estándares del Tratado Integral y Progresista de la Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés) y del Acuerdo de Asociación de Economía Digital (DEPA, por sus siglas en inglés), entre otras, ampliando así a pasos seguros la apertura institucional. Hemos ampliado activamente la cobertura de la política de tránsito sin visado de 144 horas para facilitar en mayor medida el intercambio de personal entre China y el extranjero, haciendo el “Viajar a China” muy de moda en todo el mundo. En adelante, China va a lanzar más políticas de apertura voluntaria y unilateral, y ampliar su red de zonas de libre comercio de alto estándar orientada al mundo, abriendo de esta forma cada vez más su puerta al exterior.
Tal como reza un antiguo dicho chino: “Cuando come frutas, uno debe tener presentes los árboles; cuando bebe agua, uno debe pensar en su fuente”. El desarrollo de China es inseparable de Asia-Pacífico, y va a traer mayores beneficios para esta región. Como solemos decir: “Así como el barco avanza propulsado por sus velas, la gente cobra fuerza de su corazón”. Me es sumamente complacido constatar que actualmente “De Chancay a Shanghai” ya se ha hecho bien popular en el Perú, haciendo así eco a la “Nao de China” de hace 500 años. Esto también ha demostrado plenamente que, siempre que practiquemos el espíritu de apertura y conectividad, el Océano Pacífico se convertirá en un derrotero conducente a la prosperidad y el crecimiento. Que fortalezcamos la unidad y la cooperación para responder juntos a los desafíos globales, construir juntos la comunidad de futuro compartido de la humanidad, y aglutinar mayor sinergia para promover la prosperidad común del mundo y crear un futuro más hermoso para la humanidad.
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