Por: Waldo Mendoza Bellido, profesor del Departamento de Economía de la PUCP
El PBI debe crecer en 4% este año y a una tasa similar en el 2017, de las más altas en América Latina. Pero la parte no primaria de la economía, donde se genera la mayor parte del empleo, está creciendo muy poco. En unos años, con el fin del impulso minero, el crecimiento del PBI puede ser muy bajo. Entre las políticas concretas anunciadas parece que solo la del destrabe puede evitar ese triste final. ¿Y si no funciona?
Hacia el fin del ciclo de altos precios de nuestros minerales, en el primer trimestre del 2011, el PBI crecía a 8%, el no primario a 10% y el minero caía a 3% anual. Hoy, todo es distinto. Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), en el tercer trimestre de este año el PBI creció en 4%, el no primario en 2% y el PBI minero en 19%.
El problema es que cuando el crecimiento está liderado por la minería, el PBI puede crecer sin que crezca el empleo y parte de la economía puede estar paralizada.
En el primer trimestre del 2011, el PBI de la manufactura no primaria creció en 13% anual, en 14% la inversión privada y en 6% el empleo urbano. Ahora que el PBI está sostenido solo por la minería, la economía luce paralizada. En el tercer trimestre de este año la manufactura no primaria cayó en 3%, la inversión privada en 9% y el empleo urbano no crece.
¿Qué pasará en los próximos años? Lo que se sabe es que el ritmo de crecimiento del PBI minero tenderá a cero. Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la minería crecerá 20% en este año, 7,4% en el 2017, 2,9% en el 2018 y en solo 1,2% en el 2019.
A pesar de que el motor minero se apagará, el BCRP y el MEF siguen pensando que el crecimiento del PBI no se detendrá y más bien se acelerará. Según el MEF, el nuevo motor sería el PBI no primario, cuyo crecimiento subiría de 3% en este año a 5% en el 2019.
¿Y de dónde vendría esta formidable recuperación? Se sabe de dónde no vendrá: ni del BCRP ni del MEF. En el caso del BCRP, porque hace tiempo que la inflación está encima de la banda y porque ya no tiene tantas reservas como para activar una bajada de su tasa de interés. En el caso del MEF, porque se han comprometido a bajar el déficit fiscal del 3% en este año a 1% en el 2021 y porque como tienen una meta de déficit como porcentaje del PBI, si se les caen los ingresos, tendrían que recortar los gastos.
En consecuencia, entre todas las políticas concretas anunciadas por el MEF, solo quedaría una no convencional, la del destrabe de inversiones públicas y privadas, que dinamizaría el crecimiento del PBI no primario de la economía. ¿Y si no funciona? Los que conocen de este tema esotérico dicen que no es tan fácil como parece.