(Bloomberg) – El camino sin tropiezos de Christine Lagarde a un segundo mandato al frente del Fondo Monetario Internacional acaba de ponerse algo pedregoso.
Lagarde, de 59 años, será juzgada por negligencia en relación con el acuerdo que alcanzó Francia con el hombre de negocios Bernard Tapie durante su gestión como ministra de economía del país, dictaminó un tribunal francés el jueves, luego de que los fiscales recomendaran desestimar el caso. Ella ha negado repetidas veces haber cometido irregularidades y su abogado señaló que la funcionaria apelará la decisión de llevarla a juicio.
Antes se consideraba que la reelección de Lagarde como directora gerente era algo casi seguro cuando terminara su mandato en julio próximo. En la reunión anual del fondo que tuvo lugar en Lima en octubre, Lagarde dijo que estaba abierta a tener un segundo mandato. Pese a que sigue siendo la favorita y los analistas aseguran que es improbable que el caso frustre su nueva designación, la perspectiva de un juicio de fuerte tinte político en su país natal puede complicar su futuro en el FMI, cuya sede se encuentra en Washington.
Los 188 países miembros del fondo estarán ansiosos por evitar reforzar la publicidad negativa que generaron los problemas legales de los ex directores del FMI Dominique Strauss-Kahn y Rodrigo Rato, dijo Andrea Montanino, que fue director ejecutivo del fondo hasta el año pasado.
“Si el juicio sigue adelante, podría ser difícil aspirar a un segundo mandato”, señaló Montanino, ahora director del programa mundial de negocios y economía del Consejo Atlántico en Washington.
PRIMERA DIRECTORA
El juicio se centraría en la decisión de Lagarde en 2008 de permitir un proceso de arbitraje para poner fin a una disputa entre Tapie, conocido por su amistad con el entonces presidente de Francia Nicolas Sarkozy, y el ex banco público Credit Lyonnais.
Lagarde es la primera mujer que conduce el FMI, que fue concebido durante la II Guerra Mundial para coordinar la política monetaria internacional y se convirtió en el prestamista de último recurso para los países que enfrentan faltantes de capital. El director gerente es elegido por los directores ejecutivos, que responden a las naciones miembros del fondo.
Cuando surgieron las acusaciones contra Lagarde, los miembros del directorio del FMI le dijeron a la junta ejecutiva que no recomendarían su remoción a menos que el caso le impidiera cumplir con su trabajo, dijo Montanino.
Tener que pasar largos períodos en un tribunal de París podría limitar su capacidad para cumplir con sus deberes, como también lo harían las restricciones para viajar, señaló Montanino, agregando que no prevé que los 24 directores ejecutivos del FMI la obliguen a renunciar.
Aun con sus problemas legales, Lagarde tiene buenas probabilidades de ser reelegida, dijo Edwin Truman, ex funcionario de la Reserva Federal y el Tesoro de los Estados Unidos.
“No ha hecho muchos enemigos”, explicó Truman, miembro sénior del Instituto Peterson de Economía Internacional de Washington. “Ha reunido mucho apoyo”.