El producto interior bruto (PIB) de Japón se contrajo un 0,5 % entre enero y marzo, primer trimestre del año, en comparación con el trimestre anterior, según los datos preliminares publicados este jueves por el Gobierno.
Esta contracción estuvo principalmente motivada por el estancamiento en el consumo, que bajó un 0,7 % intertrimestral, según los datos publicados este jueves por la Oficina del Gabinete.
En lo que respecta a la variación con respecto al mismo trimestre de 2023, la economía japonesa se contrajo un 0,2 %.
En los dos últimos trimestres de 2023 el PIB japonés había acumulado una contracción del 0,9 % y cerrado sin cambios, respectivamente, de acuerdo a los datos gubernamentales revisados.
El consumo, que representa prácticamente el 60 % de la economía japonesa, permanece estancado en el país, en una muestra de la reticencia de los japoneses a gastar en el actual contexto de persistente inflación, que se mantiene en torno al 3 %, según los últimos datos, y un menor crecimiento salarial.
La inversión inmobiliaria también vio durante el primer trimestre del año una importante contracción del 2,5 % intertrimestral, mientras que las inversiones corporativas también se redujeron en un 0,8 % en ese período.
Mientras que se produjo cierta recuperación en la inversión pública, que se incrementó en un 3,1 % intertrimestral a consecuencia de una serie de políticas para estimular la economía del país asiático.
También pesó en las cuentas nacionales niponas una ralentización de las exportaciones, otro de los componentes de más peso del PIB japonés, que decrecieron en un 5 % en el primer trimestre del año, en comparación con el aumento del 2,8 % del trimestre previo.
Este acusado descenso estaría en parte provocado por la industria automotriz, clave en la economía japonesa, después de que importantes compañías del sector, como Daihatsu, subsidiaria de Toyota, tuvieran que parar su producción durante cuatro meses tras darse a conocer irregularidades en los datos de sus vehículos.
Las importaciones también experimentaron una contracción del 3,4 % frente a la subida del 0,9 % y del 1,8 % de los dos trimestres anteriores, una bajada posiblemente motivada por la debilidad del yen, que encarece las compras en el exterior, de las que es altamente dependiente.
“Esta contracción del PIB es la consecuencia de factores externos a la situación económica, como las exportaciones, pero el Gobierno tomará las medidas necesarias para promover las subidas salariales también entre las pequeñas y las medianas empresas”, dijo hoy el portavoz japonés, Yoshimasa Hayashi, en una rueda de prensa.
Hayashi enfatizó la importancia de una subida estable en los ingresos de los hogares para compensar la subida de los precios.
Los analistas esperan una recuperación del PIB en el próximo trimestre, de abril a junio, aunque también destacan las dificultades a las que se tendrá que enfrentar el Banco de Japón (BoJ) para realizar una nueva subida de tipos, ante la inflación prolongada, la depreciación del yen y la debilidad de la economía.