Este miércoles el príncipe Harry de Inglaterra y su esposa Meghan Markle anunciaron su renuncia a las funciones de la familia real. Esto fue difundido por los duques de Sussex en un comunicado por el Palacio de Buckingham, donde la pareja expresó que espera forjar “un rol nuevo y progresista dentro de la institución”.
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Ahora, tienen la intención de ser “financieramente independientes” y pretenden dividir su tiempo entre Reino Unido y Norteamérica. La información, que también circuló en sus redes sociales, precisa que decidir esto requirió “meses de reflexión y debate interno”, pues en octubre pasado la pareja reveló públicamente sus problemas para lidiar con la atención de los medios.
La familia real, que no paga impuestos, tiene múltiples fuentes de ingresos; sin embargo, no se conoce con exactitud cuán vasta es la fortuna a la que la pareja le está dando la espalda. No obstante, según el diario británico Daily Mail, la pareja podría perder 2 millones de libras esterlinas al año procedentes de la corona real, lo que equivale a más de US$2,6 millones.
LA REINA ISABEL II
Según el libro del exdiputado Norman Baker, “What the Royal Family Don’t Want You to Know”, la Reina Isabel II ostenta una fortuna de 1,6 mil millones de libras. Las tres principales fuentes de ingresos que tiene provienen de la ‘subvención a la soberana’, de la hacienda del Ducado de Lancaster, así como de sus propiedades e inversiones personales.
El primer privilegio llamado Sovereign Grant, en inglés, consiste en una suma global anual del gobierno, que se genera a partir de la Hacienda de la Corona (Crown Estate), una colección de propiedades y granjas de Reino Unido que generan cientos de millones de libras cada año. Dentro de esas ganancias, entre el 15% y el 25%, corresponde a la reina y en esencia representa una cuenta de gastos, que incluye la cobertura de los costos de viaje, seguridad, personal y mantenimiento de los palacios reales.
El Ducado de Lancaster, en cambio, es una propiedad privada de espacios comerciales, agrícolas y residenciales que data de 1265. Custodia miles de hectáreas en Inglaterra y Gales, incluyendo desarrollos urbanísticos clave, edificios históricos, terrenos agrícolas de alta calidad y áreas de gran belleza natural.
Por otro lado, la reina también tiene sus propios recursos personales, como el castillo de Balmoral en Escocia y Sandringham en el este de Inglaterra. Ambos fueron heredados de su padre y son retiros familiares. Asimismo, posee una valiosa colección de sellos, numerosas obras de arte y una cartera de acciones.
Cabe resaltar que otros activos vinculados a la reina como las Joyas de la Corona y muchas obras de arte, en realidad son propiedad de la organización benéfica Royal Collection Trust.
LOS OTROS INTEGRANTES DE LA FAMILIA REAL
El esposo de la reina, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, también recibe un pago anual de US$488.000 dólares para financiar sus deberes oficiales.
Pese a estar retirado de la vida pública, continúa recibiendo una asignación anual de 359 mil libras.
Por su parte, el príncipe Carlos y su esposa Camilla, denominados como el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles, alcanzan los 100 millones de libras de riqueza.
Ellos obtienen el 90% de sus ingresos provienen de una finca privada llamada el Ducado de Cornualles. Esta fue establecida en 1337 para proporcionar un ingreso al heredero del trono y consta de terrenos en áreas rurales y urbanas, una colección de islas y casas de alquiler.
En cuanto al resto de la familia, los dos otros hijos de la reina, Andrés, el duque de York, y Eduardo, el conde de Wessex, trabajan a tiempo completo para apoyar a la monarquía. Es decir, aparecen en compromisos públicos en nombre de su madre, y a cambio, reciben un pago estraido del Sovereign Grant y el Ducado de Lancaster.