Fitch Ratings mejoró la calificación de Argentina, revirtiendo el recorte del viernes a default restringido impuesto después de que el gobierno retrasó los pagos de US$9.100 millones en letras del Tesoro.
La calificación de incumplimiento de emisor a largo plazo fue elevada a CC, dijo Fitch en un comunicado, al tiempo que indica que era muy probable otro incumplimiento de algún tipo.
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La decisión de posponer los pagos de los bonos del Tesoro denominados en dólares, conocidos como Letes, hasta el 31 de agosto del 2020, dejó al país en incumplimiento técnico durante un día, dijo Fitch. Sin embargo, ahora que se ha impuesto un nuevo cronograma de pagos, el “intercambio de deuda en estrés financiero ha concluido de manera efectiva” y el país ya no se encuentra en incumplimiento técnico.
Los cambios en la calificación son una repetición de eventos en agosto cuando Fitch y S&P Global rebajaron la calificación de Argentina a default restringido después de que el expresidente Mauricio Macri retrasó los pagos de US$7.000 millones de bonos del Tesoro, antes de levantar la calificación unos días después.
S&P, que redujo la calificación de Argentina a “default selectivo” nuevamente la semana pasada, aún no ha revertido la rebaja, mientras que Moody’s mantiene una calificación crediticia de Caa2.
Fitch dijo que el gobierno podría hacer pagos de deuda en el corto plazo, pero que el servicio de la deuda volverá a ser difícil en el segundo trimestre debido a una serie de pagos de aproximadamente US$25.000 millones, de los US$64.000 millones que vencen en el año.
La decisión del gobierno de extender los pagos de sus notas a corto plazo, por segunda vez en cinco meses, ilustra la profundidad de los problemas que enfrenta el gobierno entrante del presidente Alberto Fernández. La carga de deuda bruta de Argentina asciende a US$332.000 millones, incluidos los préstamos del Fondo Monetario Internacional. La deuda pendiente con bonistas privados es de aproximadamente US$148.000 millones.