El baile de fusiones en el sector del automóvil en los últimos años provocó que apenas una decena de empresas se repartan 62 de las marcas más conocidas del mundo.
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La recién anunciada fusión de Peugeot Citroën con Fiat Chrysler dará lugar al cuarto fabricante de autos global más grande en términos de ventas anuales, con 8,7 millones de vehículos.
Aún quedan muchos flecos para concluir la operación, pero el anuncio deja claro que se sentaron las bases para una integración de estos dos gigantes, que tendrán un valor de mercado conjunto cercano a los US$50.000 millones.
El grupo combinado tendrá su sede en los Países Bajos.
La fortaleza de esta operación, según varios analistas, es que mientras el primer grupo tiene una alta penetración en el mercado europeo, el segundo es fuerte en América.
Hasta 16 marcas convergerán bajo el paraguas de este gigante.
Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall se unen a Fiat, Jeep, Dodge, Chrysler, Alfa Romeo, Maserati, Abarth, Fiat Professional (vehículos comerciales) y Mopar, la división de personalización.
Fiat Chrysler también es propietaria del 90% de Ferrari, la mítica marca italiana de coches de lujo con gran presencia en los campeonatos de F1.
El principal rival en Europa de este nuevo grupo será Volkswagen ,que es propietaria de Skoda, Seat, Porsche, Lamborghini, Bugatti, Bentley, Audi y Volkswagen, entre otras marcas.
También el grupo Nissan-Renault, que agrupa los autos de ambas marcas y los de Venucia, Alpine, Lasa, Dacia, Samsung, Mitsubishi, Datsun e Infiniti.
En el mercado de Estados Unidos, los rivales del nuevo grupo serán principalmente las marcas de origen japonés como Honda -propietaria de Honda y Acura-, y Toyota, con sus marcas Toyota, Lexus y Daihatsu.
También la surcoreana Hyundai, que agrupa a Kia, el propio Hyundai y a los autos Genesis.
No en vano, según la revista Car and Driver, el coche más vendido del mundo este año era, hasta junio, el Toyota Corolla.
El Honda Civic está también entre los tres primeros puestos, mientras que Volkswagen coloca tres de sus modelos: el Golf, el Tiguan y el Polo dentro de los 10 primeros.
Pero los conocidos modelos de Chevrolet, Cadillac, Buick o GMG, propiedad de General Motors, tienen también un gran pedazo del mercado en el continente americano y serán también un duro rival.
Financiar el desarrollo de autos eléctricos
Los analistas coinciden en que los fabricantes de autos están sufriendo una enorme presión por la desaceleración económica mundial, las guerras comerciales y la competencia dentro del propio sector.
Pero también por los costes derivados de un cambio de modelo de negocio en el que es necesario invertir capital en el desarrollo de tecnologías para los autos eléctricos y los vehículos sin conductor.
"La entidad resultante de la fusión reunirá las amplias y crecientes capacidades de las dos empresas en las tecnologías que configuran la nueva era de la movilidad sostenible, en la que se incluye los vehículos eléctricos, la conducción autónoma y la conectividad digital", anunciaron Peugeot Citroën y Fiat Chrysler en un comunicado conjunto.
El ahorro de costes es otro de los factores que ha llevado a esta fusión: analistas estiman que el monto ahorrado rondará los US$4.000 millones.
La pertenencia a un mismo grupo automovilístico supone que sus marcas y los modelos de autos compartan tecnologías, componentes, motores y materiales, lo que ahorra una gran cantidad de dinero a las firmas desde el mismo principio de la cadena de producción.
Grandes cifras
Mientras Fiat Chrysler Automobiles (FCA) aporta 199.000 empleados, el Grupo PSA tiene 211.000.
El beneficio neto de FCA en 2018 se acercó a los US$4.000 millones y el de PSA a los US$3.100.
El beneficio neto es el que queda tras descontar de los ingresos los costes, gastos e impuestos.
"A primera vista esta fusión tendría mucho sentido, pero aún está lejos de ser un acuerdo cerrado", afirma Theo Leggett, corresponsal de Negocios de BBC.
"Hay muchos diferentes intereses involucrados", dice en referencia a la diversidad de accionistas de ambos grupos.
Lucha de accionistas
Los principales accionistas del Grupo PSA incluyen una empresa estatal china y el gobierno francés.
También están involucrada la rica familia italiana Agnelli.
"Las cosas podrían volverse políticas muy rápidamente", afirma Legget.
Sobre todo si empieza a hablarse de cierre de plantas y de pérdida de empleos.
Fabricantes de componentes
Kai Mueller, analista de BofA Merrill Lynch, estima que la presión más inmediata se va a transferir a los fabricantes de componentes para automóviles.
"Parte de la motivación para esta operación de fusión son los ahorros en esas compras", asegura.
Sin embargo, mientras los grandes grupos ahorran costes en la compra de las piezas que necesitan para sus autos, la industria de componentes -como puede ser la de neumáticos Pirelli o la empresa de tecnología Valeo- pierden poder para fijar sus precios y negociar con las multinacionales.