China rechazó nuevas acusaciones de Estados Unidos de perpetuar prácticas comerciales “injustas” y llamó a Washington el jueves a dejar de provocar, demostrando pocas señales de dar pie atrás antes de una reunión entre los líderes de ambos países en que hay mucho en juego.
El presidente chino, Xi Jinping, sostendrá conversaciones formales con su homólogo estadounidense Donald Trump durante una cumbre del G-20 en Argentina a fin de mes y el resto del mundo espera que puedan encontrar una manera de mitigar una guerra comercial que está amenazando a la economía global.
El Ministerio de Comercio de China dijo que está profundamente preocupado por un reporte emitido por el Gobierno de Estados Unidos esta semana que afirma que China no alteró sus prácticas “injustas”.
“El lado estadounidense hizo nuevas acusaciones sin fundamentos contra el lado chino y China lo considera totalmente inaceptable”, dijo el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng, a periodistas en una conferencia de prensa en Pekín.
Los hallazgos fueron emitidos en una actualización de la investigación “Sección 301” del representante comercial de Estados Unidos, que indaga sobre políticas chinas de transferencia de propiedad intelectual y tecnología y que ha dado pie a la aplicación de aranceles estadounidenses a productos chinos por un valor de US$50.000 millones, que posteriormente aumentó a US$250.000 millones.
Gao afirmó que el reporte refleja el unilateralismo de Estados Unidos, en violación a las reglas de la Organización Mundial de Comercio.
“Esperamos que Estados Unidos retire las palabras y comportamientos que dañan las relaciones económicas y comerciales bilaterales y adopte una actitud constructiva”, sostuvo Gao.
El Ministerio también está evaluando el impacto potencial de otra propuesta estadounidense presentada esta semana para aumentar el control sobre las exportaciones de tecnología y afirmó que tomará las medidas necesarias para defender los legítimos intereses de las empresas chinas.
Citando preocupaciones de seguridad, el Gobierno de Estados Unidos propuso el lunes aumentar el escrutinio sobre exportaciones de tecnología en 14 áreas clave de alta tecnología, incluyendo inteligencia artificial y tecnología de microprocesadores, una medida que muchos analistas consideran que apunta directamente a China.
Washington exige que Pekín mejore el acceso al mercado y la protección a la propiedad intelectual para empresas estadounidenses, que reduzca los subsidios industriales y que disminuya un déficit comercial de US$375.000 millones.