En medio de un escenario volátil, Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo del banco español Renta 4, asegura que el Perú es la estrella de la región andina –Chile, Perú, Colombia–. En su último día en Lima, el ejecutivo conversó con El Comercio sobre la situación económica global y local.
—El miércoles fue un día duro para los mercados debido a los temas políticos relacionados con Donald Trump.
El índice VIX –que mide la volatilidad de la bolsa americana– tocó niveles inferiores a 10 en las últimas semanas, lo que no ocurría desde 1993. Veníamos de una época de volatilidad anormalmente baja.
—¿Es parte del ciclo económico?
Es lo que han sido los mercados desde el brexit hasta esta semana. El S&P tuvo 110 sesiones consecutivas con más de 1%. Eso no había pasado nunca antes en la historia. La volatilidad tiende a ser más elevada, más aún, cuando tenemos dos factores importantes como la nueva administración americana –con las características particulares del nuevo presidente- y la normalización monetaria por parte de la Reserva Defereal (FED, por sus siglas en inglés).
—Por un lado están los índices, que han tenido máximos históricos desde la elección, pero por otro están las dos próximas subidas de tasas anunciadas por la FED.
Vamos a ver. Mi impresión es que es la FED subirá sus tasas en junio. La reacción en los mercados va a ser mayor a la prevista.
—¿Una sobre-reacción?
Los mercados están ‘indexados’ a tipos de interés muy bajo, no solamente los financieros, sino también los de activos, como son los inmuebles. La FED ha dicho que van a subir las tasas, pero están partiendo de la base de una economía americana muy potente. Sin embargo, hoy los datos no respaldan este escenario. Hemos visto un crecimiento del PBI en el primer trimestre de 0,7% anualizado, muy lejos del 2%. El dato de ventas minoristas en abril fue muy negativo, lo que indica que el consumidor americano no comparte el optimismo de la FED.
—¿Qué podríamos esperar del dólar?
El dólar, con todo lo que han dicho la FED y Trump, debería tender a subir. No se entiende porqué está bajando. El atribuir esta situación a la turbulencia política tampoco se entiende, porque normalmente [el dólar] ha sido una moneda refugio. Estamos viendo mensajes un poco confusos por parte de los mercados.
— ¿A qué se debería entonces la baja?
El dólar no está descontando ni la subida de tasas por parte de la FED ni el crecimiento económico que Trump ha dicho que va a haber.
—¿Ha perdido credibilidad la FED?
Si miramos al dólar y al bono americano, sí. La FED ha dicho que este último va a estar en el 2018 en torno al 4%. Hoy está en el 2,2%. Podemos verlo como queramos, pero el mercado no le cree a la FED.
—Saliendo de Estados Unidos, ¿cómo ve la situación de la zona euro después de la elección de Macron? El euro tiene una tendencia alcista.
No tanto la elección de Macron, sino la no elección de Le Pen, que era una alternativa populista muy destructiva para la zona euro. Macron aparentemente es alguien con ideas interesantes. Aún quedan las elecciones legislativas en junio. Aquí mismo, en el Perú, hay un ejemplo de como a veces un presidente que no tiene el Congreso a su favor puede tener dificultades.
Europa sigue arrastrando problemas que tendrá que resolver, sobre todo, en la estructura del euro como moneda. [Mario] Dragui ha sido un banquero central muy inteligente, pero eso no va a ser eterno. Hoy, Europa está mejor que hace un año, pues no ha habido populismo en Holanda ni Francia. Todo apunta a que en Alemania tampoco lo habrá.
—Latinoamérica también tiene una situación complicada con el escándalo en Brasil. ¿Cómo afecta esto a la región andina?
El escándalo de Brasil se ha extendido a otros países de Latinoamérica. No es algo positivo, definitivamente. Sin embargo, salvo este dato, el área andina está sólida. Esto se basa en la recuperación del precio de las materias primas y la estabilidad política. En Colombia está el proceso de paz –que a pesar de su complejidad ha clarificado un punto importante–, en el Perú el nuevo gobierno que tiene cuatro años de trabajo por delante y en Chile las próximas elecciones, de las que se espera un nuevo gobierno pro mercado.
—¿Cómo enfrentará entonces la región andina el escenario internacional?
El comercio exterior de los países de la zona andina está diversificado. No dependen solamente de lo que pase en Estados Unidos y Europa. De hecho, para esta región es más importante que China siga creciendo a ritmos de 6% para que continúe importando [productos] como cobre, palta, entre otros. la región andina, además, tiene un plan de infraestructura importante, sobre todo el Perú con el tema de la reconstrucción.
Por otro lado, el área andina está muy anclada en la economía real, lo que se refleja en el sector agropecuario y en la minería. En el exterior, los problemas giran en torno al escenario monetario- financiero. La economía real está menos afectada.
—¿Cómo cree que el tema de la reconstrucción se va a tangilizar en la segunda parte del año?
Los números me dicen que el Perú tiene una deuda pública en torno al 25% del PBI. España tiene más de 100%, Italia 135%. Aunque el endeudamiento peruano sobrepase el 35% o 40% del PBI, no estaría todavía en niveles fuera de la ortodoxia económica.
—¿Y el déficit?
Un 2% tampoco es muy elevado. La economía peruana tiene capacidad de endeudamiento si este fuera necesaria tomar esta medida. Otro tema que se debe trabajar en el mediano plazo es el sinceramiento de la economía informal.
—Es una de las grandes promesas del gobierno.
Hay que hacerlo. En España, en 1992, se hizo una amnistía fiscal interna. Eso, lo que hace, es elevar la capacidad recaudatoria.
—¿Seguimos siendo las estrellas del mercado andino?
En términos de crecimiento y potencial, creo que sí. La renta per cápita está todavía por debajo de otros países. El Perú tiene un potencial muy bueno por el anclaje en la economía real.
—¿Qué podríamos esperar del flujo de capitales? ¿Habrá una salida importante de los mercados emergentes?
No debería ser así. Hoy el crecimiento se está dando en los mercados emergentes, que están en torno al 4%. Los no emergentes crecen en 2% o menos. El capital va a donde hay rentabilidad. Si hablamos de Brasil o países emergentes con otra problemática, puede ser diferente, pero los demás, incluido el Perú, tienen mucha capacidad de inversión. La reconstrucción, por ejemplo, traerá mucha inversión europea.
—¿Cuándo podríamos esperar la entrada de este capital?
En un horizonte de tres a cinco años si no hay un giro político inesperado.
—En cuanto a los activos en específico, ¿qué podemos esperar de las materias primas para lo que queda del año?
Las materias primas tanto agrícolas como metálicas tienen una tendencia alcista con volatilidad. Las nuevas políticas de Trump fomentan esto aún más. Cuando haya un mensaje de fondo proteccionista, lo que quieren los países es garantizar el suministro, lo que genera inevitablemente, una presión alcista.
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