El oro se consolidaba en un rango estrecho el martes, impulsado por un dólar más bajo, ya que los inversores se abstenían de hacer grandes apuestas hasta la publicación esta semana de los datos de inflación de Estados Unidos, que se espera influyan en el ritmo de las subidas de las tasas de interés.
A las 1106 GMT, el oro al contado subía un 0.2%, a US$ 1,791.16 dólares por onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos ganaban un 0.1%, a US$ 1,807.10.
“El oro está atravesando un periodo interesante en el que el mercado está tratando de evaluar cuál es el factor dominante entre el metal y el dólar”, dijo Rupert Rowling, de Kinesis Money. “Y otro dato (de inflación) alto sería negativo para el oro”, agregó, señalando que no hay niveles de soporte claros hasta los US$ 1,700.
Antes de que se publique el miércoles el informe de precios al consumo de Estados Unidos correspondiente a julio, analistas encuestados por Reuters dijeron esperar que la inflación anual se reduzca al 8.7% desde el 9.1% de junio. El sólido reporte sobre el mercado laboral del viernes ya había aumentado las apuestas por más subidas de tasas.
El endurecimiento de la política monetaria mundial ha puesto en duda las perspectivas del oro, ya que el aumento de las tasas aumenta el costo de oportunidad de mantener el lingote, que no devenga intereses.
Sin embargo, las tensiones geopolíticas y los temores de recesión han ofrecido apoyo al metal dorado como refugio, mitigando el impacto del agresivo endurecimiento de la Fed, dijo Ricardo Evangelista, analista senior de ActivTrades.
El dólar cedía un 0.3%, convirtiendo al oro en una apuesta más atractiva para los compradores extranjeros.
En otros metales preciosos, la plata al contado caía un 0.3%, a US$ 20.58 la onza; el platino bajaba un 0.4%, a US$ 936.38; y el paladio restaba cerca de un 2%, a US$ 2,186.40.