Los precios del cobre y de otros metales industriales subían el martes por la esperanza de que las protestas contra las restricciones por el COVID-19 en China conduzcan a una flexibilización más rápida de las normas que han sofocado el crecimiento económico y la demanda de metales.
Las apuestas por esta flexibilización también impulsaban a las bolsas mundiales y los precios del petróleo, ya que los inversores se decantaban por activos de mayor riesgo y vinculados al crecimiento.
Los reguladores chinos, por su parte, facilitaron la captación de fondos por parte de los promotores inmobiliarios, lo que supuso un impulso para un sector intensivo en metales que lucha contra una crisis de deuda.
El yuan se fortalecía frente al dólar, abaratando el precio de los metales tasados en el billete verde para los compradores chinos.
A las 1126 GMT, el cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 1.4%, a US$ 8,070 la tonelada.
El metal utilizado en el sector de la energía y la construcción cayó desde un máximo histórico de US$ 10,845 en marzo hasta US$ 6,955 en julio debido a la desaceleración del crecimiento económico en China y otros países, pero los precios se han mantenido en torno a los US$ 8,000 durante más de una semana.
En otros metales básicos, el aluminio en la LME subía un 0.7%, a US$ 2,378 la tonelada; el zinc ganaba un 0.3%, a US$ 2,946.50; el níquel mejoraba un 3.1%, a US$ 26,425; el plomo avanzaba un 1.3%, a US$ 2,140.50; y el estaño trepaba un 1.2%, a US$ 22,615.