Los mercados emergentes han tenido un respiro tras la decisión de la FED de no aumentar su tasa de referencia la semana pasada y el mensaje dado por su presidenta, Janet Yellen, ahora se espera solo una o dos alzas este año.
Eduardo Tirado, gerente de Inversiones de Pacífico Seguros, indica en esta entrevista que hay que prestarle atención a lo que sucede en China y Europa.
Gran parte de la decisión ya estaba internalizada por los mercados. Para este año se esperaban cuatro subidas, pero no ha habido ninguna y probablemente terminemos con solo una.
—¿Por qué?
A inicios del 2015, la economía de EE.UU. comenzó a tener señales positivas: el PBI creciendo, los créditos hipotecarios comenzando a recuperarse y el consumo levantando un poco. Se pensó que podía recalentarse y la FED comenzó a considerar aumentar su tasa. Pero las cifras ya no han sido las que el mercado esperaba. La economía creció solo 1% en el último trimestre del 2015 y la inflación esperada está debajo de 2%. Esto lleva a que la FED tome con más calma el ciclo de subidas de tasas.
—¿Qué indicadores se deben mirar para anticipar las decisiones de la FED?
La FED está siguiendo la evolución de la producción manufacturera, pues genera mucho empleo. También el consumo de los hogares.
Algo bueno que está pasando es que hace algunos años la FED no tenía la capacidad de analizar muchos de los números rápidamente. Ahora, con la tecnología, puede tener resultados de estas variables en lapsos más breves, lo que le permite tomar decisiones más acertadas. Antes, los movimientos de las tasas eran relativamente rápidos y fuertes. Podías tener cuatro o cinco subidas de 25 puntos porcentuales en un año. Esta vez, la subida es más calmada.
—¿Cómo se va a reflejar la divergencia entre bancos centrales en los mercados?
Lo que ocurrió el año pasado fue una muestra, con muchos flujos yéndose a EE.UU., tanto como refugio ante el deterioro de los mercados emergentes como por la mejora de las tasas frente a Europa y Japón. Eso hizo que los activos de deuda [en EE.UU.] tuvieran tasas bajas.
Esa tendencia se ha revertido en los últimos dos o tres meses, sobre todo por el lado de mercados emergentes. En el último semestre del año pasado hubo corridas muy fuertes en todo ese segmento, así como en bonos de alto rendimiento de EE.UU., pero han comenzado a recuperarse y eso ha tenido un impacto también en las monedas de los mercados de emergentes.
—¿Cómo influye en sus portafolios la coyuntura financiera actual?
Seguimos entrando a deuda de corto plazo. Creemos que sí va a haber un aumento de tasas en EE.UU. este año, probablemente en dos ocasiones, así que esperaremos antes de tomar la decisión de entrar a bonos más largos.
En mercados emergentes seguimos viendo que puede haber riesgos porque los problemas macroeconómicos de China, de Asia y de Europa no se han solucionado. No estoy diciendo que vaya a haber una caída, pero hay volatilidad. Preferimos no entrar aún a bonos de alto rendimiento o acciones de países emergentes.
— El mercado inmobiliario es importante para ustedes. ¿Cuál es su percepción de su situación actual?
Tuvo un rally importante en la última década, pues los precios estaban retrasados. Ello generó el ingreso de muchos nuevos partícipes. En ese contexto, hay que separar los sectores. El de vivienda tiene espacio para seguir creciendo, en tanto existe un déficit importante en el país. Segmentos como el de almacenes o el de clínicas también deberían seguir desarrollándose.
En cambio, un sector que sí puede verse un poco afectado es el de oficinas, dado que en este momento tenemos una sobreoferta. La vacancia en el Perú es de alrededor del 10%; no es baja pero está en el promedio.
La situación de hace tres años, cuando la vacancia era de casi 0%, no era natural. Tal vez la vacancia suba un poco más en los próximos dos años; en la medida en que entren nuevos proyectos de oficinas al mercado, probablemente caigan un poco los precios y luego se estabilice. No creo que haya una crisis ni que la vacancia se vaya a 40%. La sobreoferta será transitoria.