La Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos dejó el miércoles la tasa de interés de referencia sin cambios, pero anunció que se decidirá en el corto plazo su incremento a fin de frenar la demanda y contener la inflación. Ello, podría tener consecuencias en los países emergentes, Perú entre ellos.
Mario Guerrero, subgerente de Economía Monetaria de Scotiabank, explicó que la FED ya habría empezado a retirar sus estímulos monetarios desde octubre del año pasado, reduciendo el ritmo de compra de bonos. Luego de esta primera señal, se esperaba el incremento de la tasa.
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Así, con lo sucedido el miércoles, lo que ha cambiado es la expectativa de en qué momento se hará efectivo el incremento. Hasta fines del año pasado, se esperaba que el alza se diera a mediados o fines del 2022; sin embargo, con la aceleración de la inflación en Estados Unidos que llegó a 7% en el 2021, la expectativa se ha modificado y será más pronto de lo esperado, probablemente a partir de marzo.
Juan José Marthans, director de Economía en PAD de la Universidad de Piura, señaló que la FED será prudente ya que un incremento de tasa de interés agresivo sería contraproducente si se trata de evitar la desaceleración de la actividad económica estadounidense.
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Ante esto, dice el economista, lo que el gobierno peruano ha heredado en materia de deuda pública es excepcionalmente bueno, con porcentajes que no superan el 35% del Producto Bruto Interno. Además, es considerada una de las deudas más bajas de la región, esto sumado a un déficit fiscal que cerró el 2021 en 2,6% del PBI. Se espera que este último indicador no supere el 3,6% del PBI este año.
Así, lo que le queda hacer al Gobierno es sincerar su hoja de ruta en el frente fiscal y mostrar sus proyecciones para el mediano plazo, tanto de endeudamiento público como de déficit fiscal. Esto, para analizar si son viables para el período 2022- 2026.
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“Si esto ocurriese, no debería haber un impacto mayor en la estabilidad económica del país, la percepción de riesgo y el impacto sobre el costo de financiamiento y disponibilidad del frente internacional a favor del Perú”, añadió Marthans.
Efectos
Guerrero señaló que la FED debe tener una posición firme y clara respecto a que el aumento de la tasa de interés será relativamente pronto. Esto, porque las expectativas ya se vienen reflejando en los mercados a través del incremento del rendimiento de los bonos que afecta las ganancias de los portafolios de renta fija, disminuyendo su valor.
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Las expectativas, dice el representante de Scotiabank, adelantan no se dará un solo aumento, sino varios a lo largo del año. Esto consolida un escenario de aumento de tasas tanto en soles como en dólares para créditos y depósitos durante el 2022.
Así también, esta situación podría fortalecer más el dólar, pues las esperadas alzas de la tasa de interés de referencia se incorporarán a las expectativas del mercado, por lo que los movimientos de la divisa verde deberían ser más moderados.
Según Ricardo Carrión, socio gerente de Kallpa SAB, podría suceder que algunos capitales decidan migrar a Estados Unidos temporalmente porque sus tasas de interés se volverían interesantes para los inversionistas.
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Esta situación traería consecuencias. Según Carrión, si se retiran dólares del Perú, la divisa registraría una presión al alza ya que habrá menos circulando localmente. A la par, que la FED suba sus tasas, implica que para el Perú va a ser más costoso financiarse.
Para Marthans, si el ajuste de la tasa de interés de referencia del Perú no es significativo frente a incrementos no previstos de la tasa estadounidense, podría darse una salida de capitales y ello generaría volatilidad cambiaria e incidiría en la posibilidad de reducir la inflación.
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“Se deben considerar tres elementos para este ajuste: ser finos en la orientación de la política monetaria del Perú, no sobresaltarnos porque la posición fiscal peruana es buena por lo que no seremos discriminados significativamente del frente financiero internacional, y requerimos nuevas reglas fiscales para reforzar la confianza del frente internacional”, dijo.
Esto último es una necesidad que el Ministerio de Economía y Finanzas tendrá que enfrentar en el corto plazo para no generar incertidumbre y nuevos pronunciamientos del Consejo Fiscal, que no le hacen bien a la imagen del Perú frente a organismos financieros internacionales ni frente al mercado financiero internacional, sostuvo Marthans.
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Impacto
Para Carrión, la economía peruana tiene la capacidad de absorber estos efectos porque venimos de una política monetaria bastante expansiva para contrarrestar los efectos de la pandemia.
“Los bancos centrales están normalizando y llevando a un terreno más neutral sus políticas monetarias, toda vez que las economías se están recuperando”, señaló.
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Marthans no considera que el Perú enfrente un gran impacto porque dispone de los elementos necesarios para amortiguarlo. Por ejemplo, ante salida de capitales importantes, el país tiene un stock de posición de cambios en el Banco Central lo suficientemente holgado como para amortiguar el impacto al alza del tipo de cambio en el corto plazo, señaló.
“Sin embargo, el tema central, aparte de que el MEF aclare el panorama de las reglas fiscales, es cómo enfrentar la urgencia de reactivar la inversión privada en el país”, anotó.