“Estamos viviendo en la era climática”, dice Jorge López-Dóriga, director global de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE, al preguntarle sobre porqué Aje decidió apostar por la sostenibilidad a través de sus marcas Bio Amayu y Agua Cielo, con las cuáles buscan poner en valor a las comunidades originarias y a los super frutos, y proteger las áreas donde estos últimos son producidos.
Además, como parte de su estrategia de sostenibilidad, Aje ha elegido destinos turísticos nacionales e internacionales como Machu Picchu, el Parque Nacional del Manu, las Líneas de Nazca, Islas Galápagos, Parque Nacional del Tikal y Cartagena de Indias para convertirlos en destinos sostenibles y reducir la huella de carbono en cada uno.
Según Jorge López Dóriga, estos sitios han sido elegidos principalmente porque son emblemáticos y están en los ojos de todo el mundo. “Entonces, si hacemos de Cartagena o de Machu Picchu, un modelo de gestión ambiental y de gestión de residuos, esto inspira al resto de las municipalidades para que quieran hacer lo mismo”, asegura.
Fabian Mosquera, actual Country Manager de Colombia de Aje (y ex Country Manager para Asia), asegura que estos destinos turísticos emblemáticos atraen a millones de personas, por lo que se trata de espacios en los que se registra una mayor huella de carbono. Y, justamente, donde podría generarse un mayor impacto si se intenta reducir dicha huella.
“En Aje tenemos una visión de sostenibilidad que busca poner en valor la biodiversidad y la cultura en los países donde operamos, empoderando a las comunidades. Lo importante es que no lo hacemos como un proyecto de filantropía o un proyecto que hace la compañía en paralelo, sino que queremos que sea el ‘core’ de nuestro negocio”, explica López-Dóriga.
No es descabellado ni extraño que la apuesta de Aje sea a favor del medioambiente después de que, en agosto del 2021, el secretario general de Naciones Unidas (ONU, por sus siglas en inglés), António Guterres, diera al mundo una noticia preocupante: “Las consecuencias del cambio climático son irreversibles”, dijo.
En la COP28, celebrada en Dubai en el 2023, se lanzó el Fondo de Pérdidas y Daños de US$11 mil millones para ayudar a los países vulnerables a enfrentar el impacto del cambio climático. En el evento, también se dieron a conocer compromisos para triplicar las energías renovables, duplicar la cantidad de eficiencia energética en la siguiente década, reducir los gases de efecto invernadero, etc.
Lamentablemente, las promesas y compromisos no han evitado que el 2023 haya sido el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales, tal como informó la Organización Meteorológica Mundial.
Asimismo, según el Minam, a nivel mundial se producen anualmente aproximadamente 400 millones de toneladas de residuos sólidos, mientras que en el Perú la cifra asciende a 1,2 millones de toneladas al año. Esta situación resalta la urgencia de abordar una gestión ambiental de manera integral, donde incluso las acciones más pequeñas pueden marcar la diferencia.
La agencia de meteorología advierte que la tendencia a batir récords observada durante gran parte de 2023 continúa en 2024. Enero fue el más cálido jamás registrado y el octavo mes consecutivo en ser el más cálido registrado para esta época del año. Además, las temperaturas de la superficie del mar han alcanzado niveles récord durante diez meses consecutivos.
El informe final de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2023 se publicó el Día Meteorológico Mundial, el 23 de marzo de 2024. La OMM ya ha confirmado que 2023 fue, con diferencia, el año más cálido jamás registrado debido al cambio climático inducido por el hombre y al calentamiento provocado por El Niño.
Machu Picchu: el primer caso de éxito carbono neutral
Con este panorama vigente, el Grupo Aje no necesitó esperar la alerta roja de la ONU para tomar acción. Desde el 2016, liderados por Jorge López Dóriga cuando aún era Jefe de Sostenibilidad y Comunicaciones de Aje Perú, la empresa decidió intervenir en Machu Picchu para que este destino no ingresara en la lista de Patrimonios en peligro de la Unesco, debido a que alrededor de 14 toneladas de basura se acumulaban diariamente en la ciudad y sus alrededores, entre ellos las laderas de las vías del tren, el único ingreso a la ciudad. La Unesco había dado plazo al Perú hasta el 2018 para tomar cartas en el asunto y solucionar el problema de residuos y contaminación generada.
En alianza con la cadena de hoteles Inkaterra y el municipio de Machu Picchu, la marca Cielo inició el proyecto en la ciudad incaica para reducir, tratar y recuperar los residuos generados en la ciudadela para mitigar la huella de carbono que producía. Tras cinco años de dedicación, se logró completar la instalación de dos compactadoras de residuos plásticos, una planta de biodiesel, un pirolizador de residuos orgánicos y una trituradora de vidrio. Gracias a ellos se evitó que se produjeran 12 toneladas de CO2 entre el 2016 y 2022.
En 2021, el mismo año en el que la ONU alertaba al mundo de la situación ambiental, Machu Picchu gracias a los esfuerzos del sector privado y público, logró convertirse en el primer destino turístico a nivel mundial en recibir la certificación carbono neutral de la mano de la certificadora Green Initiative, un hito que puso al Perú y al Grupo Aje en la mira de las organizaciones internacionales que apuestan por el cuidado del medioambiente.
“Una economía exitosa es aquella que no tiene residuos, porque todo lo vuelvo a reutilizar y no tengo que comprarlo de nuevo”, comenta Jorge López-Dóriga.
Cartagena de Indias también busca ser sostenible
Hoy, Aje se ha comprometido en convertir a Cartagena de Indias , declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1984, en el primer destino turístico carbono neutral de Colombia comprometido con la acción climática para lo que han creado una alianza entra la Alcaldía de Cartagena de Indias, la Cámara de Comercio de Cartagena y Agua Cielo.
Fabian Mosquera, actual Country Manager de Colombia de Aje, es el encargado de liderar este proyecto como lo hizo en 2023 en Asia, cuando era Country Manager de Asia para la corporación peruana, al firmar alianzas para proteger el Parque Arqueológico de Borobudur en Indonesia, el Parque Histórico de Ayutthaya en Tailandia y el Santuario de Angkor en Camboya.
“Como otras ciudades del mundo, todos conocen que una de las economías más importantes de entrada de divisas y negocios es Cartagena”, dice Mosquera. Por ello, es una ciudad que llama a muchos turistas, pero que también produce muchos residuos debido a ello.
¿Cómo lo lograrán? Mosquera explica que el proyecto lo han dividido en tres objetivos. El primero busca mitigar la huella de carbono de la ciudad. El segundo es que Cartagena sea reconocido por su turismo sostenible y el tercero es posicionar internacionalmente a la ciudad colombiana como una ciudad libre de carbono, basándose en la Declaración de Glasgow, que busca incidir en la urgencia de acciones en turismo que promuevan los objetivos mundiales de reducción de emisiones a la mitad en el 2030 y cero emisiones antes del 2050.
¿Cuáles son los objetivos para lograr la carbono neutralidad y sostenibilidad en Cartagena de Indias?
En los proximos seis meses, a través de la empresa privada, Aje y sus 3.000 socios estratégicos en la ciudad amurallada buscan medir la huella de carbono a través del convenio de Glasgow. Además, es necesario recordar que Cartagena está pasando por una migración en cuanto al tema de transporte interno en la ciudad, pues se busca eliminar las carrozas tiradas por caballos para pasar a transporte con sistema eléctrico. De esta manera iniciaría el camino hacia la neutralidad de la ciudad para luego reducir emisiones de CO2 y, posteriormente, compensar las emisiones restantes.Para ello se utilizará primero un sistema de 3R (reducir, reutilizar y reciclar) y posteriormente uno de 5R (rechazar, reducir, reusar, reutilizar y reciclar).
Promocionarán el corazón de Cartagena como un destino comprometido con la acción climática, como lo han hecho en otras ciudades turísticas en diferentes países del mundo. Según la experiencia de Aje, cuando se promueve una acción climática y la disminución de la huella de carbono, la gente se vuelve sensible a ello y evita tirar residuos. “Cuando entras a un espacio emblemático que está protegido, pues ya tu sensibilidad cambia”, explica Mosquera.
Las oportunidades de promoción internacional que buscan para Cartagena son la COP y la declaración de Glasgow. También tienen una iniciativa liderada por la Organización Mundial del Turismo sobre la acción climática y compromisos firmes de apoyo a los objetivos mundiales. Además, desde Aje se han alineado a los 17 ODS, sobre todo al ODS 11, sobre ciudades sostenibles.
Una vez posean la certificación de medición de carbono, comenta Mosquera, podrán seguir trabajando en tres áreas específicas: el sector privado, que son todas las cadenas; el CO2 que emiten los vehículos y transporte público de la ciudad amurallada; y la medición de Glasgow. Aje, junto con sus aliados del sector privado en la ciudad amurallada, tienen como objetivo reducir la huella de carbono en 2% en 12 meses. “Ya con eso lograremos llevar a la ciudad amurallada de Cartagena como carbono neutro”, explica Mosquera.
Es necesario entender que todo este proceso funciona igual que en una empresa, o que en cualquier entidad, explica López-Doriga. “Primero hay una medición, que es una gran foto de la situación, para luego identificar la fuente de emisión y así diseñar una hoja de ruta para la descarbonización”, dice.
Los otros proyectos: Islas Galápagos, Parque Nacional de Tikal, Líneas de Nazca y Parque Nacional del Manu
“Lo que tiene valor no se corta ni se destruye”, dice López Dóriga y tiene razón. No solo el éxito en Machu Picchu demuestra que el apoyo entre el sector privado y el público puede dar buenos resultados y cambiar la mentalidad de quienes viven en el lugar, sino también los otros destinos turísticos donde Aje ha decidido intervenir, siempre bajo el paraguas de Agua Cielo, como las Islas Galápagos, el Parque Nacional de Tikal, Parque Nacional del Manu y las Líneas de Nazca.
En esa línea, en 2023, la compañía firmó un convenio con la Fundación Galápagos Conservancy en Ecuador para proteger y restaurar 15 especies de tortugas gigantes que se encontraban peligro de extinción en las Islas Galápagos. Gracias a este acuerdo, se ha logrado ampliar los esfuerzos de conservación en las Islas Galápagos para lograr la restauración completa de la población de tortugas en términos de cantidad, distribución, impacto ecológico y relevancia económica.
En febrero de este año (2023), el Grupo Aje se convirtió en protector del Parque Nacional de Tikal, uno de los destinos naturales más importantes de Guatemala, declarado Patrimonio Cultural Mixto de la Humanidad por la Unesco en 1979.
El Tikal es considerado uno de los centros urbanos más importantes de la cultura Maya y se ubica en el corazón de la Reserva de la Biosfera Maya. Al ser un espacio turístico, la llegada de las personas a este destino genera una gran cantidad de residuos sólidos.
Ante esta situación, el grupo peruano, en alianza con la asociación Tikin Petén, que promueve la riqueza cultural y natural de este destino, y las autoridades del Parque Nacional de Tikal, han decidido buscar soluciones para reducir y tratar la producción de residuos sólidos en el lugar.
Como parte de las acciones en el Tikal, se ha instalado un centro de acopio de plásticos y planta de tratamiento de residuos sólidos para ayudar a eliminarlos y preservar la biodiversidad de este destino natural, que incluye al lago Petén Itzá, considerado el corazón hídrico de la Reserva de la Biosfera Maya.
Por otro lado, en el Perú, además de Machu Picchu, Aje ha firmado un acuerdo con el Sernanp y la Asociación de Agroexportadores Ukumari Paucartambo para proteger el Parque Nacional del Manu. En este lugar, la empresa peruana promueve el cultivo y recolección sostenible del aguaymanto en la zona de amortiguamiento, protegiendo así al oso de anteojos y otras especies.
Asimismo, también firmó un convenido con la Asociación María Reiche para proteger las Líneas de Nasca y los acueductos de Cantayoq y Ocongalla, junto con la participación del Ministerio de Cultura y la Unesco.
El 15 de diciembre del 2021, el Gobernador de Ayutthaya, la Unesco Tailandia y Aje Tailandia firmaron una alianza para proteger el Parque Histórico de Ayutthaya, en Phra Nakhon Si Ayutthaya, en Tailandia que posee impresionantes ruinas, templos y budas de piedra. Este destino turístico fue certificado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1991. En este lugar, como en el resto de los sitios protegidos en el continente asiático, Aje trabaja bajo tres pilares: Waste Management Project, un programa de manejo de desechos; Green Go Project, encargado de la ejecución de las acciones de la mano de universidades, gobiernos, vecinos y la sociedad en general; y Corporate Social Responsibility (CSR), un programa de educación en escuelas, para concientizar sobre la importancia de proteger los patrimonios y el medio ambiente.
La región de Angkir, en Camboya, artae más de 2,6 millones de turistas internacionales al año. Por su popularidad, este destuno turístico ha sufrido desafíos de conservación y preservación de los monumentos y su entorno natural. Por ello, Aje Thai Company Limited está colaborando con la Autoridad Nacional APSARA en la iniciativa “AJE en asociación con APSARA Protect The Environment of Angkor” desde el 23 de marzo del 2023 que incluye diversas diversas colaboraciones como la promoción conjunta, una campaña de turismo verde y un proyecto de gestión de residuos.
En 2023, Aje también apostó por aliarse con PT Taman Wisata Candi Borobudur, Prambanan dan Ratu Boko, empresa responsable de los sitios históricos en Indonesia y la Unesco Jakarta, para buscar la preservación del templo budista más grande del mundo, el Parque Arqueológico del Templo de Borobudur, desarrollando proyectos de conservación, educación ambiental y gestión de residuos en el patrimonio.