La última Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR), mostró resultados mixtos respecto del horizonte en el corto (tres meses) y el largo plazo (12 meses).
Según la encuesta realizada en la quincena de enero, todos los indicadores a tres meses avanzaron frente al resultado de diciembre, pero se encuentran en el lado pesimista (por debajo de los 50 puntos).
Así, la perspectiva de los encuestados respecto a la economía en el corto plazo se elevó de 41,2 a 43,8, por ejemplo, pero aún en el tramo pesimista.
Lo mismo ocurrió cuando se consultó sobre la inversión en la empresa; esta pasó de 43,5 en diciembre a 45,4 en enero, en el tramo pesimista.
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Para Teodoro Crisólogo, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), estos resultados reflejan que los empresarios comienzan, gradualmente, a ser menos cautelosos sobre el desempeño de la economía en el corto plazo y ello estaría asociado, en buena parte, a la mejora de los pronósticos climáticos que ahora anticipan un Fenómeno de El Niño Costero entre débil y moderado.
Sin embargo, agregó que el pesimismo que aún se percibe, sobre todo en las expectativas de corto plazo, implica que el gasto de consumo e inversión del sector privado seguirá exhibiendo un bajo dinamismo durante la primera mitad del 2024, luego de acumular un retroceso de 1,6% en el 2023, según el IPE.
Eduardo Jiménez, jefe del Servicio de Información de Macroconsult, anotó que las expectativas a tres meses llevan 30 meses en ese terreno negativo pues la visión del empresario promedio es que la economía no está yendo mejor de momento.
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Sin embargo, ha mejorado y viene mostrando una pequeña tendencia a la mejora, explica. “De hecho, la de 12 meses sí está en terreno optimista, entonces, por lo menos hay una visión en un plazo de 12 meses hacia adelante donde la economía se ve mejor y, felizmente, eso parece tener correlato en algunos indicadores y algunas empresas están viendo que el año ha empezado mejor”, añadió.
Si esto se mantiene así, sostiene Jiménez, las expectativas van a comenzar a entrar al tramo optimista pero no en el corto plazo, sino hacia mediados de año.
Además, detalló que el que los empresarios sean menos cautelosos tiene que ver con el rebote, pues la base de comparación del año pasado es bastante baja.
“Es difícil pensar que la economía se sigue hundiendo porque no tienen ningún factor estructural que la lleva hacia abajo, Sin embargo, tampoco hablo de que el rebote sea magnífico, pero el año parece empezar algo mejor de lo que se anticipaba y, en buena medida, es porque se ha dado el Fenómeno del Niño más tranquilo de lo que se podía avizorar hace tres meses”, dijo.
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A largo plazo
En tanto, las expectativas a 12 meses, seis de los 18 indicadores se mantienen en el tramo optimista. En el caso de la percepción de la economía, la expectativa se redujo de 55,4 a 53,5, pero se mantiene por encima de los 50 puntos. Igual situación en el indicador sector, que se redujo de 56,6 en diciembre a 55,4 en enero, pero continúa en el tramo optimista.
Crisólogo anotó que, en general, los indicadores de expectativas a 12 meses muestran que la economía peruana registraría un mejor desempeño hacia la segunda mitad del 2024, a medida que se reviertan los choques adversos que han afectado la actividad de diversos sectores como el agro y la pesca -por las condiciones climáticas desfavorables- o la construcción y la manufactura -por el deterioro en el clima de negocios de los últimos años-.
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En cuanto a contratación de personal, según el informe del BCR, tanto las expectativas de tres meses como para las de 12 meses mejoraron; sin embargo, las primeras, aún en el tramo pesimista.
Sobre ello, Crisólogo estimó que, si bien han empezado a mejorar, se necesita un incremento significativamente mayor para asegurar una recuperación del empleo formal en el 2024.
“Revertir el bajo dinamismo que registra el mercado laboral solo será posible en la medida que se reactive la inversión privada, la cual acumuló seis trimestres en negativo y un retroceso de 7,3% al cierre del 2023″, dijo.
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Por otro lado, el informe del BCR también precisa que las expectativas en la inversión en la empresa a corto plazo subieron de 43,5 puntos a 45,4 puntos, mientras que en las de doce meses se mantiene por encima de los 50 puntos y creció de 54,6 a 55,5.
Estos resultados son consistentes con las proyecciones del IPE para el 2024, que anticipan que la inversión privada recién comenzará a registrar tasas positivas de crecimiento a partir de la segunda mitad del año. “Nuestro escenario base contempla un avance anual de 2,5% de la inversión privada en el segundo semestre del año”, agregó.
Para Jiménez, los indicadores se mueven muy parecidos y en la percepción respecto a los tres y 12 meses se engloba bastante bien el sentir del empresario promedio.
“Las empresas ven este verano con cierto optimismo y ven que va mejorando. Va a depender de qué tanto se haga esto sostenible ara que ya la visión completa de la economía cambie hacia mediados de año”, agregó.