Turismo y COVID-19 en el Perú: estos fueron los destinos preferidos por los peruanos dentro y fuera del país | INFORME

Primero toca decir que el turismo ha sido, sobre todo, a nivel interno; es decir, dentro de nuestras fronteras. El internacional o emisivo (o sea, los que salen del país) prácticamente desapareció en el 2020. Según la Superintendencia Nacional de Migraciones, este rubro cayó 74,5% el año pasado respecto al período anterior. Solo salieron 760 mil peruanos, y buena parte lo hizo entre enero y marzo del 2020, antes de que aquí el Gobierno decretara la cuarentena y suspendiera los vuelos.

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Han sido largos meses de restricciones que afectaron fechas claves para el sector, como las Fiestas Patrias, las vacaciones escolares (que se dan, sobre todo, entre agosto y octubre), y las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Pero como a medida que pasó el tiempo se fue flexibilizando la emergencia sanitaria, vale la pena destacar que para las fiestas de hace dos semanas (30 y 31 de diciembre), la industria llegó a un ‘hipo’ de reactivación.

Así lo hizo notar a los medios el gerente general de Corpac, Jorge Chávez Cateriano, quien destacó que esos días el aeropuerto Jorge Chávez (AIJCh) atendió a unos 240 vuelos por jornada, sobre todo hacia destinos locales como Arequipa, Cusco, Iquitos, Tarapoto, Trujillo y Piura; y hacia internacionales como Miami, Panamá, Bogotá, Santiago de Chile y Sao Paulo.

CUESTIÓN DE PREFERENCIAS

A nivel interno, los vuelos de fin de año muestran bastante bien lo que ha sido la tendencia de los viajes nacionales en el 2020. Como se puede ver en la infografía que acompaña esta nota, los destinos mencionados en el párrafo anterior lideran el ránking de visitas del año pasado, elaborado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).

El ‘hipo’ de reactivación que experimentamos, sin embargo, estuvo lejos de los números que mostraba esta actividad antes del COVID-19. De acuerdo a Chávez Cateriano, alcanzó al 35% del tráfico ‘normal’ en fiestas.

Otra cosa que vimos el año pasado fueron los viajes de ‘corto radio’, como ha destacado a Día1 Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur). Eso quiere decir salidas de entre una y –máximo– cuatro horas de distancia respecto del lugar de residencia de los ‘turistas’. Si uno toma como referencia a Lima, podrían tratarse de ‘excursiones’ a Chaclacayo, Chosica, Cieneguilla o Canta, por citar algunos ejemplos.

LA DINÁMICA PARA EL 2021

Para este y los siguientes meses, la dinámica de los viajes debería seguir lo boceteado en el 2020, salvo que se retomen algunas –o todas– las restricciones, debido a un rebrote de contagios o una ‘segunda ola’ tan grave como la que está sufriendo el Reino Unido en Europa. Al respecto, la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, ha dicho que están evaluando tomar medidas sanitarias, algo sobre lo que de seguro se manifestará en los próximos días.

El panorama es complejo y por eso es tan difícil hacer proyecciones. Hay incertidumbre en la industria, como ha señalado a nuestro suplemento Adela Cambana, fundadora y gerenta general de la agencia de viajes AC Tours. El caso es que la crisis está provocando cambios estructurales en el sector, y si las empresas no se transforman, tanto tecnológica como culturalmente, se quedarán fuera del juego.

Lo dicho puede sonar a perogrullo, pero toca hacerlo para sobrevivir en tiempos de pandemia. Eso lo saben bien en el Cusco, donde el perfil del turista que los visita era mayoritariamente extranjero hasta el 2019. Ahora cambió y están llegando cada vez más peruanos, por lo que la oferta turística debe modificar su ‘chip’ para atenderlos, como explica el presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad Imperial, Edy Cuéllar.

“No solo las compañías vinculadas al turismo, sino la mayoría de comercios en el Ombligo del Mundo, estaban dirigidos al visitante foráneo, porque su capacidad de gasto es mucho mayor que la del local. Pero con el cierre de fronteras, solo llegan compatriotas, por lo que es preciso darle una vuelta de 360° a la estrategia, comenzando por el abaratamiento de los servicios e insumos”, refiere el ejecutivo.

Ese ha sido el marco del conflicto que se despertó en Machu Picchu Pueblo a finales de diciembre, cuando un grupo de sus pobladores proclamó una huelga hasta que los operadores de tren en la ferrovía que conecta a este distrito con el Cusco, adapten el valor de sus ‘tickets’ al bolsillo del viajero nacional. Esa demanda, por cierto, no está resuelta, de modo que es una bomba de tiempo.

Entre tanto, en el otro extremo del mapa (Piura y Tumbes), los turistas peruanos que antes iban al Caribe están ahora recorriendo playas como Zorritos, Máncora y Vichayito. Un ‘boom’ listo para aprovechar, salvo que surja otra cuarentena.

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