Huawei: ¿Cómo fue que pudo sobrevivir sin ser el novio oficial de Google?

Los analistas de Gartner e IDC coincidían en que sí, el bloqueo era una dolorosa estocada, pero no una herida mortal definitiva. Y cuando parecía que ya todo estaba pasando, llega la pandemia y detienen la producción por tres meses.

Huawei es una marca fabricada en China, pero hasta el año pasado su producción dependía de muchas piezas y software producido en Estados Unidos. Sus teléfonos usaban el sistema operativo de código abierto Android, de Google, es decir una empresa estadounidense.

Durante los últimos diez años, Huawei creció en forma sostenida. Afirmaban una y otra vez que querían destronar a la coreana Samsung del número uno. Llegaron al tercer puesto a nivel global, aunque en países como el Perú le pisaban los talones al líder.

En medio de ese entusiasmo, cayó la bomba: la administración de Donald Trump la había incluido en mayo de 2019 Ala lista negra, la cual prohíbe a los estadounidenses hacer negocios con ellos. Eso era relevante porque implicaba que no podían pre-instalar - ni hacer negocios - con Google, Facebook, Intel o Qualcomm. Todas esas marcas, una a una, fueron anunciando que cumplirían la orden gubernamental.Para que el golpe a toda la cadena de producción no fuera tan devastador, les dieron tres meses de plazo y luego, en mayo de 2020, el presidente extiende este veto a Huawei hasta 2021. Pero a la larga tenían que cumplir y prepararse para armar sus teléfonos sin insumos estadounidenses.

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Esa situación generó incertidumbre que afectó las ventas de la marca de forma inmediata. El usuario tuvo miedo sobre cómo funcionará el teléfono y se abstuvo de comprar, aclara Fernando Grados, director de Dominio Consultores.

PRECEDENTES

¿Por qué Estados Unidos decide bloquear comercialmente a Huawei? La explicación viene de un poco más atrás en la línea del tiempo. A inicios del 2019 una corte en Nueva York acusó a la empresa de 13 cargos, cuentan los analistas de Xataka, por fraude bancario y blanqueo de capitales. La acusación implicaba a Meng Wanzhou, directora financiera de la marca e hija del fundador de la compañía. Ella ya había sido detenida en Canadá un poco antes, en diciembre del 2018.

Además, se tenían sospechas sobre posibles riesgos de seguridad (espionaje) en las redes 5G que montará la empresa china. Huawei ha desmentido y reiterado que todos esas sospechas no tienen base ni fundamento. Niega los cargos o infracciones a la ley estadounidense y continúa la batalla legal. Por ahora Meng Wanzhou está bajo libertad condicional, pero sigue un juicio de extradición a Estados Unidos.

El tema de la seguridad de las redes saltó al plano internacional. En Europa respaldan al fabricante chino porque aseguran que no hay pruebas de las acusaciones. Pero independientemente de como avance el juicio y los rumores, la marca arrancó todo un proceso de cambio en su cadena productiva para poder vivir sin sus proveedores estadounidenses.

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MÁS QUE SMARTPHONES

La mayoría de usuarios de móviles conocen a Huawei por sus teléfonos. Pero la empresa de origen chino tiene también una división de infraestructura de telecomunicaciones y está metida en la carrera por montar las redes 5G del mundo entero. Además brinda servicios corporativos, para lo cual cuenta con varios centros de datos. Y dedica el 10% de sus ganancias a la investigación en telecom en sus propios laboratorios.

Cuando fue fundada por Ren Zhengfei, en 1987, partió como proveedora de centrales telefónicas privadas. Poco a poco, en la década de los noventa, fue desarrollando diversos equipos de telecomunicaciones y ganando un lugar en el mercado internacional. Y para el nuevo siglo fue forjando alianzas con diversos grandes jugadores del mundo.

Sus problemas en Estados Unidos parten en el 2003, cuando Cisco le hace una denuncia por patentes, algo que pasa con cierta frecuencia entre los gigantes tecnológicos. Y para el 2008 el Gobierno niega su intento de comprar 3COM (un fabricante estadounidense de routers). Entonces ya se hablo de recelos por un tema de seguridad.

Posteriormente, en el 2012, fue atacada de espionaje a favor de China, cargos que la compañía negó de forma tajante. Poco antes, en el 2009, la firma lanzó su primer móvil con Android y enfrentó una demanda de espionaje de Motorola, la cual fue resuelta satisfactoriamente, según informaron las agencias de noticias.

Los vientos adversos parecían haberse calmado, y la marca arrancó una carrera ascendente que le permitió llegar al tercer lugar del mercado global, y al segundo en el país.

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ASCENSO SOSTENIDO

Según Dominio Consultores, se tienen registros de la marca Huawei en el país desde el 2011. Por entonces solo importaron poco más de 17 mil unidades que le permitían tener 1,9% de participación de mercado. El líder de aquel entonces, Samsung, tenía el 26% con sus 232 mil unidades.

Poco a poco fueron ganando un lugar en el mercado peruano. Para el 2013 ya tenían el 6,9% y en el 2015 ya habían más que duplicado su participación (14,2%) lo que los ponía apenas a un punto porcentual de su rival, Samsung.

Al principio su presencia era fuerte en la gama media, pero fueron trabajando la imagen de marca para lograr posicionar mejor gracias a su gama alta con fotos de alta calidad y funciones inteligentes. Estaban en su mejor momento cuando llegó el anuncio de Trump.

Fernando Grados, director de Dominio Consultores, explica que la barrera más difícil para la marca fue la ligada al software. Los usuarios bajan sus aplicaciones desde una tienda Google Play, en donde no solo está el gmail o youtube sino también las aplicaciones de bancos, tiendas, grifos, servicios públicos, etc.

El reto era lograr darle al usuario todo lo que tiene en los otros teléfonos Google, pero sin Google. Eso implica que cada banco y tienda local haga una app que se pueda abrir en el sistema de Huawei y no solo en Google.

Según Grados, es sorprendente como, en muy poco tiempo, han logrado que su tienda propia haya logrado adaptarse. En los últimos meses han trabajado mucho en su mejora, indica, y ya se tienen apps para descargar de los principales bancos y tiendas, incluido incluso hasta la Reniec. Son suficiente para que funcione razonablemente bien y el usuario se sienta confortable. Además, desde el navegador de Internet se puede descargar Netflix o Google Maps, lo cual suple el principal problema de no tener Google Play.

“Creo que están en capacidad de alcanzar y pasar a Samsung, de hecho las cifras demuestran que se están pegando mes a mes al líder, como pasaba en el 2018. El mercado de smartphones puede estar disminuyendo, pero creo que este liderazgo en participación se mantendrá”, refiere Grados.

MEJOR QUE EN OTROS LADOS

La marca, en Perú, ha tenido en los últimos años un mejor desempeño que en otros países de la región. De hecho el país era el escogido para hacer los lanzamientos de nuevos modelos lo más cerca posible de la presentación global por la buena acogida que tenía.

Tina Lu, senior analyst de Mobile Device and Ecosystem en Counterpoint Research, precisa que a nivel global tenía el tercer lugar en América Latina. En el 2018 estaba con un 11,6% y el 2019 logró un 12,9% siempre debajo de Motorola y Samsung, pero a una mayor distancia en el 2019.

Al ser incorporado a la lista negra los volúmenes importados, comenta, cayeron drásticamente. Previo a ese evento, la marca había crecido a doble dígito y logrado temporalmente un segundo lugar, lo cual no pudo mantener después de mayo.

Pero ese no ha sido su único desafío en el mercado. Su deseo de lograr el segundo o primer lugar en la región es complicado, agrega, porque necesita ganar en Brasil y todavía no tiene forma de reingresar a ese mercado.

Tina Lu añade que lo ha frenado un poco en su avance regional perder presencia en la gama alta, donde venía ganando presencia. La falta de los servicios de Google le ha pasado factura en varios de los países de la región, aclara.

En nuestro país también han tenido un bajón en la gama alta. El año pasado, poco antes del anuncio de bloqueo, los datos de Dominio Consultores mostraban que la marca china estaba incluso superando a la coreana en valores importados (US$) en un trimestre, justamente gracias a la mejor acogida de sus modelos premium y la menor presencia de gama baja, que era su fuerte al principio, antes del boom.

Este año las cifras muestran que toda la categoría smartphone está apostando por la gama media y eso se refleja en bajas en valores más pronunciada que en otros años. Aun con todo, el 2019 cerraron con US$234,1 millones importados, un 23% del total país.

Este año, pese a la pandemia, están recuperando su vigor competitivo al suplir los problemas de la falta de Google en los teléfonos. En febrero, según Dominio Consultores, tuvieron una caída importante de equipos importados. Esto sucedió porque la pandemia en China obligó al cierre de fábricas por casi tres meses. Los pedidos de enero se atendieron en marzo y abril.

Pese a estos contratiempos, si bien Samsung sigue en el primer lugar con un total de equipos importados entre enero y abril valorados en US$98 millones, Huawei continúa segundo, pero con US$82,6 millones, 22% menos que en el 2019 en el mismo periodo, según Dominio Consultores.

A pesar de los contratiempos, han lanzado su modelo insignia premium. El P40 llegó en dos modelos y esta semana anunciaron la llegada de una tercera versión. Las campañas siguen dinámicas porque se ha logrado paliar el problema de software y, si mantienen una adecuada estrategia de comunicación y márketing, no están lejos de lograr su objetivo. La guerra será intensa entre marcas, aun a pesar de la desaceleración.

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