Vientos de desazón estremecen al sector hidrocarburos. El pasado 28 de abril en el VIII Consejo de Ministros Descentralizado desarrollado en la ciudad de Pucallpa, un vociferante Carlos Palacios, ministro de Energía y Minas, pedía a gritos el apoyo del auditorio para fortalecer a Petro-Perú.
“¿Vamos a apoyar a Petro-Perú sí o no? Eso es lo que queremos, porque tenemos que consumir lo que el Perú produce para que los precios del petróleo, la gasolina y el diésel bajen y estén al alcance de las grandes mayorías”, dijo.
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El funcionario apelaba a los pucallpinos para conseguir que “los lotes que tenemos en el corredor petrolero [Loreto]” y los lotes de Ucayali 201, 202, 203 [sin propietarios] y 31-C [de Aguaytía Energy] “pasen a Petro-Perú para que se fortalezca nuestra refinería [de Talara]”, manifestó.
La excitación de Palacios tiene una explicación. Y es que dos días antes el funcionario había sostenido un fuerte altercado con el ministro de Economía y Finanzas, Oscar Graham, en la Junta General de Accionistas de Petro-Perú, convocada para exponer la situación del lote 192 (Loreto).
Según fuentes consultadas por Día1, la reunión habría terminado de muy mala manera, prácticamente a gritos.
¿Por qué razón? Porque Graham se había alineado con el directorio de Petro-Perú en su iniciativa de explotar el lote petrolero en asociación con un operador privado, la canadiense Altamesa Energy.
Esto es, todo lo contrario de lo que busca la cartera de Energía y Minas, que es propiciar la explotación del yacimiento por Petro-Perú, sin socios de por medio.
Es así que, apelando a su posición dominante en la junta (tres votos contra dos del MEF) el Minem publicó un hecho de importancia en la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), recomendando al directorio de Petro-Perú que no apruebe el contrato con Altamesa “sin una evaluación técnica y jurídica realizada por un estudio o por especialistas u otras entidades vinculadas al sector, que no hayan tenido vínculo anterior con Petro-Perú”.
Petro-Perú es la empresa estatal más grande del país, dedicada a la refinación y distribución de hidrocarburos, pero con aspiraciones de producir el petróleo que hoy solo refina. Perú-Petro es la agencia estatal encargada de promocionar y suscribir los contratos de explotación y producción de petróleo. Hace hace tres décadas formaba parte de Petro-Perú.
Gobierno sin norte
Martyn Fear, presidente ejecutivo de Altamesa, indicó a Día1 que la ejecución de este estudio es “un retraso sin motivo”, pues no añadirá nada nuevo a los estudios realizados por Bank of America y Petro-Perú durante el proceso de licitación que se adjudicó su representada en el 2021.
Por el contrario, advierte que la demora dañará aún más la reputación del Perú como plaza para atraer inversiones, lo mismo que el nombre Petro-Perú como “potencial socio de la industria petrolera”.
Ello, sin contar el impacto negativo en los bolsillos de las comunidades loretanas, que han estado más de dos años sim empleo debido a la paralización del lote, y la pérdida de rentas para el Estado, justo “cuando los precios del petróleo son muy altos”.
Para Alberto Varillas, asesor legal de la empresa canadiense, se trata de un cambio de escenario desconcertante, pues antes de Semana Santa habían recibido seguridades del viceministro de hidrocarburos, Rafael Reyes, y de la gerenta general de Petro-Perú, Cristina Fung, en el sentido de que iban a retomar el contrato.
“Pero en las semanas siguientes hemos tenido estas declaraciones contradictorias en la vía pública, entre dos instituciones del Estado que se pelean entre ellas. Y nosotros seguimos en las mismas. Y lo peor de todo es que sigue pasando el tiempo y el lote 192 no produce un solo barril de petróleo y se sigue deteriorando”, apunta.
Augusto Astorga, socio de Oil & Gas del estudio CMS Grau, considera que estas peleas entre el Minem y el MEF “inéditas, y que no han ocurrido nunca antes”, son una muestra clara de que el Gobierno no tiene una idea cabal de qué hacer con los hidrocarburos.
En su opinión, el hecho de que Petro-Perú participe en la explotación petrolera no es malo per se, pero se debe hacer con cuidado, definiendo una política sensata para poner el lote 192 en producción lo más pronto posible, porque “hay mucha plata que se está perdiendo en crudo dejado de producir y en canon”.
Otros expertos consultados por Día1 consideran, por el contrario que este ‘tira y afloje’ no es sino la manifestación de los (renovados) designios de Perú Libre por controlar los recursos naturales, comenzando por los lotes petroleros.
Pugna por los recursos
Prueba de ello es la iniciativa congresal presentada por Perú Libre (P.L. 1905) para” recuperar los lotes petroleros” de la costa y la selva en favor del Estado y desactivar Perú-Petro, entidad que suscribe los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos.
El proyecto propone, efectivamente, que Perú-Petro otorgue a Petro-Perú, mediante negociación directa, la concesión “de todos los lotes petroleros ubicados en el territorio nacional (…) para su exploración y explotación, al vencimiento en sus fechas de los contratos actuales en vigencia”.
Hecho lo cual se procederá a la desactivación y absorción de Perú-Petro por parte de Petro-Perú, toda vez que “la existencia de Petro-Perú perderá, entonces, su naturaleza”.
Para Anthony Laub, socio fundador de Laub & Quijandría, queda claro que lo que Perú Libre y el Minem buscan con todo esto es convertir nuevamente a Petro-Perú en la entidad que era en la época del gobierno de Juan Velasco Alvarado, cuando operaba lotes petroleros y negociaba y suscribía contratos de hidrocarburos.
Pero eso no es todo. Laub advierte que el objetivo final del partido de gobierno (virtual dueño del Minem) no sería otro que la nacionalización de Camisea
“El Gobierno no ha cambiado en absoluto. La población sigue pensando que Camisea se ha salvado, pero es mentira. No se ha salvado para nada. Ellos (Perú Libre) siguen pensando en su Ideario, que habla bien claro de nacionalizar todos los recursos naturales”, asevera.
Por lo pronto, se conoce que el Minem mantiene maniatado a Perú-Petro, pues no cumple con nombrar a su presidente titular desde hace cuatro meses. Ya tampoco hace nada por designar a sus directores faltantes, con lo que la agencia de hidrocarburos no cuenta con quorum para tomar decisiones.